“Volvemos al pasado cuando íbamos al futuro”, lamentó la organización patronal, luego de advertir de que no hacía falta regulación alguna en el home office. Se pliega así a críticas que acompañan un movimiento de regreso al trabajo presencial
El home office se desarrolló “de modo natural” en el país a partir de la negociación entre empresas y empleados antes de la llegada del covid-19 pero, sin duda, “explotó” a partir de la irrupción del aislamiento social preventivo y obligatorio. Hasta mediados de marzo, las empresas lo proponían como un beneficio para las trabajadoras y los trabajadores que necesitaban un nuevo marco de conciliación entre las necesidades de su hogar o de su vida y su trabajo, aunque era muy resistida por las organizaciones gremiales. El resto del contenido sólo es accesible para usuarios suscriptos al diario. Si estás suscripto, iniciá sesión con tu usuario/e-mail y tu contraseña.
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