Starway to heaven, más conocida en nuestro país como Escalera al cielo, de Led Zeppelin (foto), ha sido objeto de uno de los litigios por plagio más antiguos y seguidos por la industria de la música y, justo cuando se creía que ya había llegado el final feliz para la banda británica, todo parece volver a empezar. Es que recientemente la Corte Suprema de Estados Unidos ha recibido una petición para reabrir la demanda.
Led Zeppelin había sido acusada de plagiar la canción Taurus de la banda estadounidense “Spirit”, que había sido escrita tres años antes, banca con la que casualmente compartieron escenario previo al lanzamiento del mítico tema.
Led Zeppelin ganó un primer juicio en 2016. Pero ahora, los vencidos pretenden reabrir el caso argumentando que “el juez de primera instancia sostuvo que sólo lo que se deposita en la Oficina de Derechos de Autor de EEUU tiene el beneficio de protección de la Ley de Derechos de Autor de 1909”, circunstancia que considera injusta, y señala que el jurado ni siquiera llegó a escuchar la grabación original de Taurus. El momento en que Wolfe tenía los derechos de autor de la partitura de ésta, en 1967, la ley de derechos de autor abarcaba sólo las partituras escritas y no las grabaciones musicales, así que en lugar de escuchar la grabación completa de la banda, los miembros del jurado escucharon una reconstrucción parcial tocada por un guitarrista, basada en la partitura.
Ese jurado decidió que el pasaje inicial de la canción de Led Zeppelin no es un plagio directo de la canción de Spirit, ya que no son intrínsecamente similares.
Los vencidos sostienen que el jurado no consideró que, en lo referente a la música pop, “Las notas musicales no se pueden proteger y las combinaciones de notas que se utilizan con frecuencia pertenecen al dominio público, pero cuando hay algo único en la selección y disposición de estas notas, eso puede tener derechos de autor, y el juez no le dijo esto al jurado antes de que comenzara a deliberar”.
Si bien éste es uno de los casos más conocidos, no es la primera acusación de plagio que enfrenta la banda. Willie Dixon, uno de los principales artífices del Chicago Blues, advirtió de que Whole lotta love, uno de los grandes éxitos de Led Zeppelin, constituía una “versión turbo” de su canción You need love, grabada por Muddy Waters.
Dixon consiguió una indemnización millonaria y el reconocimiento del crédito por autoría en los posteriores lanzamientos.
Existen muchos casos más pero debido a que casi todas las grabaciones de estas “canciones inspiradoras” pertenecen al dominio público, abundan los discos con títulos como Las raíces de Led Zeppelin, que recopila temas añejos reproducidos por la banda.
El tema musical Baby I’m gonna leave you pertenecía a una aficionada de San Francisco, Anne Bredon, quien sólo a partir de 1990 fue reconocida como coautora. Dazed and confused era obra del estadounidense Jake Holmes; durante décadas, Jimmy Page negó conocer ese dato, aunque había tocado la pieza con los Yardbirds, su grupo previo a Led Zeppelin. En 2010, después de un acuerdo extrajudicial, siguió atribuyéndosela, con el añadido de “inspirada por Jake Holmes”.
La canción Black mountain side se basó en la adaptación de la canción folclórica Black waterside, realizada por Bert Jansch.
Si seguimos indagando un poco más llegamos a rumores como el que sostiene que incluso la concepción de la banda no fue inmaculada, ya que hasta el propio nombre del grupo habría sido expropiado: sostienen que fue una ocurrencia de Keith Moon, baterista de The Who, durante un intento de formar un supergrupo. Humor británico: “Esto volará como un zepelín de plomo”.
* Agente de la propiedad industrial ** Abogado