Por Nicolás López (*)
La cuarentena preventiva del covid-19 puso a todos los habitantes del planeta ante nuevos desafíos. En lo que refiere al sistema educativo, el objetivo más urgente fue poder mantener la continuidad del proceso pedagógico. Pero en aquél existen varios desafíos por resolver, la mayoría como consecuencia de la obsolescencia de viejas herramientas o procesos que no se adecuan a la sociedad actual; que pueden solucionarse mediante herramientas tecnológicas que ya existen y son de fácil adopción y bajo costo. Ellos son:
1) Comunicación. El cuaderno de comunicados ya no tiene razón de ser. Los alumnos (sobre todo los que tienen problemas disciplinarios o bajas notas) “se lo olvidan”, los directivos no logran penalizar este incumplimiento, los padres olvidan revisarlo o simplemente deciden no hacerlo y para los docentes se convierte en una burocracia inefectiva. Además, implica un costo adicional que va a contramano de las tendencias ambientales que buscan reducir el uso del papel. Los sistemas de gestión educativa modernos cumplen los objetivos que pretende dicho cuaderno de manera eficaz: los padres se enteran de las calificaciones o sanciones disciplinarias al mismo tiempo que sus hijos, o reciben cualquier otra comunicación escolar en sus teléfonos móviles a través de e-mail, SMS o una notificación push en la aplicación móvil de dichos sistemas.
2) Calificaciones. El listado impreso, con las notas escritas en birome (con todo el riesgo de extraviarse), hoy se reemplaza por una aplicación que las almacena de forma prolija y segura en la nube; la cual también calcula automáticamente los promedios (eximiendo a los docentes del uso de la calculadora) y permite analizar tendencias y diagnosticar tempranamente bajos rendimientos.
3) Asistencia. También el listado impreso puede reemplazarse por un sistema que se registre desde un celular, que automáticamente notifica a los padres y permite detectar inmediatamente una “rateada” (cuyos riesgos para la integridad de los jóvenes hoy son mayores que hace dos décadas) o facilitar el proceso de justificación de la falta.
4) Boletines. La cantidad de tiempo y papel que se gasta en la confección de los boletines puede evitarse mediante estos sencillos sistemas de gestión. El docente revisa su planilla de calificaciones virtual y la confirma y envía a los directivos con sólo tocar un botón, sin necesidad de invertir horas no remuneradas de su tiempo volcándolas en actas o libros que no pueden salir de la institución. De la misma forma, los directivos reciben estas planillas virtuales y, una vez que tienen las de todas las materias, con sólo tocar un botón se generan los boletines para su posterior impresión o envío instantáneo de manera digital.
5) Difusión. Se pueden comunicar cuestiones tan delicadas como calificaciones, sanciones disciplinarias, inasistencias o cualquier información que la institución educativa considere importante hacer llegar a su comunidad, de manera segura, directa y efectiva, a través de estas mismas herramientas.
6) Administración. Los sistemas de gestión educativos suelen tener funciones similares a las que posee un software de gestión de comercios pero adaptado a las necesidades de estas instituciones: permiten organizar las fichas de datos de las familias, planillas de salud, permisos, cobro de cuotas, gestión contable y un largo etcétera.
7) Planificación. Las planificaciones son muy importantes en el sistema educativo. Hoy los docentes pueden realizarlas mediante formularios estandarizados y hacerlos llegar a sus directivos de manera directa y segura a través de estos sistemas de gestión.
8) Exámenes y trabajos. Resultaría raro ver a los alumnos haciendo un examen en un aula física a través de un dispositivo electrónico, a menos que se trate de una clase de informática; pero durante el aislamiento, además de conocer plataformas para brindar clases virtuales, los docentes descubrieron herramientas que les permitieron generar evaluaciones, que les evitarán andar cargando pilas de hojas abrochadas; lo cual les facilitó también su corrección, tanto por la practicidad de los sistemas como por la posibilidad de no tener que estar interpretando caligrafías -a veces- indescifrables.
9) Admisión. Otro de los grandes desafíos en términos burocráticos son las solicitudes de vacantes para el año próximo y su procesamiento. Hoy puede simplificarse el trámite a través de un formulario online, que ingresa a un sistema que gestiona todas las etapas del proceso.
10) Reportes e informes. Como cualquier plataforma digital (como un sitio web o perfil institucional en una red social), los sistemas de gestión educativa generan informes y estadísticas de toda la información que pasa por ellos, lo que permite a docentes y directivos identificar tendencias, anticipar problemas y favorecer la toma de decisiones a futuro.
(*) Socio y cofundador de Aulanexo