No hay oferta que asegure un piso de precio, aunque estiman que hubo un derrumbe inédito de entre 20% y 25% en el valor de las propiedades. Ya circula en el sector la posibilidad de crear plataformas comunes de ofrecimiento y de cobranzas. Piden “cambiar paradigmas”
Por Javier De Pascuale [email protected]
Inmobiliarias de Córdoba debaten la recreación colaborativa de un mercado que después de más de 75 días de cuarentena sigue “en modo off” y en el cual “no existe referencia de precio”. “Hay que romper viejos paradigmas, crear nuevos y para eso debemos unirnos”, convocó ayer Virginia Manzotti, presidente del Colegio Profesional de Inmobiliarios (CPI) cordobés, en una masiva reunión de la Mesa Inmobiliaria de Córdoba.
Es que la pandemia del coronavirus impactó de lleno en un sector que ya venía de una larga crisis paralela a los dos años de recesión económica nacional, y que con el aislamiento social obligatorio y la escalada del dólar “callejero” o blue de las últimas semanas, terminó por desencajarse.
En números, mientras en enero de 2018 el metro cuadrado de un departamento en el centro o en Nueva Córdoba rondaba 1.550 dólares, para enero del año pasado ya ese valor había retrocedido a 1.450 dólares, en tanto que para marzo de este año, precio a la cuarentena, ya sumaba otro retroceso a 1.380 dólares promedio.
“Hoy tenemos que ser muy claros con la gente, con los propietarios: el mercado no está validando valores por encima del 75% u 80% de ese último valor”, arriesgó Sergio Vilella, estimación que fue confirmada por Marcelo Merguerian y otros referentes del sector. Lo cual marca la crisis actual como la primera en la que el impacto de una devaluación del peso argentino supera los diez puntos de caída en los precios de los inmuebles.
“Hay que sincerar los precios” claman algunos referentes del sector, como primera medida para reconstruir un mercado que hoy se encuentra prácticamente paralizado. Son pocas las familias que deciden alquilar, son pocos los propietarios que deciden vender y el número de operaciones cerradas entre abril y mayo cayó cerca de 90%, no sólo en Córdoba sino también en Buenos Aires y distintas ciudades del país. Esto también tiene que ver con la arraigada costumbre del contacto personal en la dinámica del sector.
Frente a esta realidad, la Mesa Inmobiliaria cordobesa debate y estudia modos de reactivar el mercado, no sólo con la revalorización de los inmuebles que se oferten a la venta, sino con parte de lo que nos dejó una larga cuarentena y la certidumbre de que todos tendremos que acostumbrarnos a convivir en un futuro próximo con el coronavirus o con otras pandemias similares.
En esa línea, avanza rápidamente en todas las empresas del sector y en la actividad profesional la digitalización de grandes momentos de la operación inmobiliaria, en paralelo a los avances normativos como la incorporación de la firma digital y el boleto electrónico o el surgimiento de seguros de garantía para el sector alquileres.
“Es el momento del gran cambio”, sugirió ayer Sebastian Rodríguez Metayer, presidente del Centro de Corredores Inmobiliarios de Córdoba: “Debemos encontrar nuevas maneras de impulsar la venta, de cómo llegar a los clientes, usando los recursos que nos ofrece la tecnología. El sector puede moverse en red, creando plataformas de ofrecimientos de inmuebles, o plataformas de cobranzas”.
En la misma línea, Tomás Juárez Beltrán consideró que “el trabajo colaborativo es el gran desafío del sector” junto con “salir a buscar nuevos mercados” de la mano de los nuevos hábitos que dejó la pandemia.
“La larga cuarentena va a motivar a mucha gente a querer mudarse a una casa, en busca de otra calidad de vida. Eso es una oportunidad porque Córdoba tiene muy cerca de la gran ciudad lugares muy buenos y con buenos precios”, ejemplificó en el mismo sentido Rodríguez Metayer.
Miguel Mariel, socio de Esmar, abogó por “cambiar el modo de mostrar propiedades, con el uso del tour 360°, el video y otras herramientas hoy a disposición. “Hoy vemos cómo cambian los hábitos de consumo en el sector. Hay que pensar más en viviendas que inlcuyan espacios de teletrabajo o de recreo interno. Debemos pensar en nuevos departamentos con nuevos amenities acordes con este nuevo tiempo”, propició.
Incluso en el golpeadísimo mercado comercial, Joaquín Malbrán sugirió pensar en “nuevos conceptos” vinculados con la liberación de oficinas por motivo de la extensión del teletrabajo o de la conversión de oficinas en espacios de coworking, como modo de compartir costos para los demandantes.
En suma: la actividad inmobiliaria, uno de los sectores más golpeados por la crisis, debate en Córdoba cómo reinventarse, a partir del nuevo contexto, con nuevas demandas y nuevas herramientas que la propia tecnología empuja a ser utilizadas en red. “Debemos animarnos a pensar distinto”, convocó la presidente del CPI Córdoba.
Nueva ley de alquileres
“ES PURA DEMAGOGIA”
Para Virginia Manzotti, presidente del Colegio Profesional de Inmobiliarios (CPI) de Córdoba, el proyecto de reforma a la Ley de Alquileres que será considerado hoy por el Senado nacional “es fruto de muchísima demagogia de un sector político que no dialoga, no nos escucha a los protagonistas del sector”.
La dirigente sectorial, que participó de los debates cuando la iniciativa pasó por la Cámara de Diputados, lamentó que “la dirigencia política haya privilegiado la postura de las organizaciones de inquilinos, que están dirigidas por personas que ninguno es inquilino, son todos propietarios”.
La entidad ya se pronunció contra la iniciativa que “no trae equidad al sector, ni solución a los problemas que tenemos” y que hoy si la ley sale aprobada, como se espera, “habrá que ver cómo seguimos, si con la ley anterior, con el decreto 320/20 de Alberto Fernández que congeló los precios, o con la nueva ley”, en palabras de su titular.
Inmuebles: siguen siendo refugio
La inversión en ladrillos sigue siendo tangible, sólida, como siempre lo fue. La inversión puede tener fluctuaciones, pero siempre recupera valor después de la crisis”, consideró ayer Joaquín Malbrán, de la inmobiliaria del mismo nombre. En la misma línea se pronunció Tomás Juárez Beltrán: “En el mediano plazo, que es como debe medirse, es un resguardo de valor, no de capital como piensan algunos”, dijo.
La apelación de la dirigencia inmobiliaria local apunta a esclarecer la base donde se va a asentar una “nueva normalidad profesional” pospandemia, tras un momento de altísima confusión que vivió todo el sector en los últimos 60 días. “Al no haber compulsa de precios, no hay punto de equilibrio y por lo tanto, no hay precio. Eso es lo que vimos este tiempo. La dispersión de precios es escandalosa y lo que estamos viendo hoy en algunos oferentes, no es la realidad del mercado a la salida de esta situación”, explicó uno de los referentes presentes en la masiva convocatoria del sector inmobiliario cordobés ayer.
Hoy, es una coincidencia general que habrá un reacomodamiento de precios “al valor de reposición del activo”, que bajó sensiblemente en dólares. Lo cual “abrirá una ventana de oportunidad importante”, consideran, porque “hay plata en el colchón, hay dólares en cajas de seguridad” que buscarán en los próximos meses aprovechar el nuevo momento del mercado.