El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó que hubo “un acercamiento importante” con un grupo de bonistas en las renegociaciones que lleva adelante el Gobierno para reestructurar US$66.300 millones de deuda emitida bajo legislación extrajera, aunque aún resta un “camino importante por recorrer” para alcanzar un acuerdo.
“Hoy se venció uno de los acuerdos de confidencialidad de esta semana. Hay otro que aún está vigente. De este último aún no podemos hablar. Con respecto al que venció hoy, el resultado es que nos hemos acercado pero aún hay un camino importante por recorrer”, afirmó el ministro mediante un comunicado de prensa.
En otro comunicado, emitido minutos después del parte de prensa con las declaraciones de Guzmán, el Ministerio de Economía reveló las reuniones que mantuvo en los últimos cinco días con los bonistas y adelantó la posibilidad de extender el plazo que vence el próximo lunes para cerrar un acuerdo.
“Actualmente, el vencimiento de la Invitación está programado para el 2 de junio de 2020. Argentina y sus asesores pretenden continuar con las discusiones con los inversores para promover una reestructuración de deuda que contribuya significativamente a estabilizar la situación económica actual, a mitigar las restricciones a mediano y largo plazos sobre la economía de Argentina creadas por su actual carga de deuda, y a orientar la trayectoria económica del país hacia el crecimiento de largo plazo”, señaló el Palacio de Hacienda.
Guzmán dijo que en estas negociaciones el Gobierno presentó a los acreedores “unos términos de referencia que buscan acercarnos a un acuerdo que cuide a Argentina”.
Según trascendió, dos grupos de acreedores de Argentina enviaron una nueva propuesta que propone un alivio de más de US$36.000 millones en los pagos de la deuda durante los próximos nueve años. La nueva propuesta fue enviada por el grupo ad hoc, que integran BlackRock, Ashmore, Fidelity y otros grandes fondos, y el Grupo de Bonistas del Canje, que lideran Monarch, HBK Capital Management, Cyrus Capital y VR, entre otros. La oferta fue diseñada “de buena fe” y es más favorable para el país que las anteriores presentadas por ambos grupos.