De un mes a otro pasaron a facturar sólo 30% de lo que ingresaban, pero con grandes inversiones en protección personal, en adaptación a las medidas preventivas del virus y con la dotación de personal completa, más gastos
Javier De Pascuale [email protected]
Clínicas y sanatorios privados de Córdoba y el país advirtieron de las graves consecuencias de interrumpir tratamientos de salud y evitar diagnósticos e intervenciones, actitud que en los últimos dos meses se masivizó en el país al punto de causar una situación tal de crisis que en los hechos puede casionar despidos y hasta cierres de establecimientos.
Si esto último ocurriere, se complicará la lucha contra el Covid-19 y terminarán agravándose las condiciones de respuesta del país a la demanda sanitaria de la población, señalaron referentes del sector. “Adaptamos rápidamente nuestras clínicas, colaboramos en la política de respuesta, que nos parece excelente, incluso invertimos para mejorar y ampliar estructura y el pico del virus nunca llegó, pero la crisis sí. Hoy la facturación cayó 70% y muchas clínicas están al límite”, afirmó un vocero del sector.
Un reciente documento de Adecra y Cedim, las cámaras que agrupan a todo este sector de los prestadores privados de salud del país, lo puso en números: “Comparando abril de 2020 con igual mes en 2019, prácticamente todos los indicadores cayeron entre 50% y 75%”, por lo cual “es imperativo que corrijamos el rumbo” antes de que ese colapso en el giro financiero y económico de los sanatorios se vuelva incontenible para quienes los administran.
En rigor de verdad, la actual es la tercera gran crisis que vive el sector en los últimos tres años, aunque las características de la actual la hacen inédita. “El sector médico prestador, que venía con una situación muy golpeada por la crisis de 2018”, recibió después de la devaluación del año pasado “un virtual tiro de gracia”, advertían hace poco más de seis meses las mismas cámaras que representan a 95% de las clínicas privadas del país, lo cual motivó “masivas presentaciones de procedimientos preventivos de crisis” y aperturas de concursos preventivos, situación que hoy en Córdoba y región muestran varios establecimientos.
Sin embargo, la “letalidad” -por usar un término médico- de la situación actual es única: las consultas de emergencia cayeron 74%, las cirugías generales 73%, prácticas como endoscopías digestivas, 80%. “La caída de 60% en la cantidad de angioplastias coronarias y cirugías de by pass es alarmante, ya que tocan de manera directa la principal enfermedad en el mundo occidental. De igual manera, 62% menos internaciones por cuadros coronarios agudos abre la preocupante presunción de que los pacientes, por miedo al coronavirus, estén cursando cuadros de infartos y anginas de pecho inestables en la casa, exponiéndose a secuelas y riesgo de muerte.
“En toda la salud privada del país se palpa una gran preocupación. La gente lo vive así y se revela que si esto sigue así, el sostenimiento de muchas instituciones es inviable. Podría ocurrir un escenario muy angustiante, cual es necesitar que toda la salud esté trabajando para enfrentar una ola de contagios y que eso no se dé, porque la crisis dejó a muchos con servicios disminuidos o no operativos”, relató Gerardo Bozovich, coordinador de la Comisión de Directores Médicos de Adecra – Cedim y director Médico del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT).
“Ningún subsector de la salud puede enfrentar esta crisis solo. Necesitamos estar fuertes y en primera línea enfrentando lo que venga, pero en estas condiciones es imposible”, sentenció el vocero nacional de las clínicas y sanatorios, luego de admitir que si bien hasta el momento no hubo despidos en el sector “porque está prohibido”, la salud privada del país “está en terapia intensiva”, con serios problemas para 85% del sector, que así no encuentra modo de ser sustentable en los puestos de trabajo y en las estructuras, explicó el dirigente sectorial.
Soluciones
Ante el desesperante panorama que enfrenta, el sector gestiona ante el Gobierno diversas medidas de alivio: exención del impuesto al cheque o crédito fiscal de pagos por ese concepto, baja o exención de pago de cargas sociales para el personal de salud, extensión de la emergencia sanitaria nacional, créditos a tasa cero y creación de una “autopista” de respuesta rápida a las necesidades del sector, que automatice la aplicación a la salud de todas las medidas de alivio fiscal que se elabor el Estado para distintos sectores, de modo que programas como el de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) o la bonificación por algunos meses al personal de salud, lleguen de modo directo y tengan aplicación automática en los asociados a las cámaras del sector.
No obstante, e mayor pedido de éste no es al Estado sino a los usuarios de los servicios de salud y a los medios de comunicación masiva. A la gente el sector le recuerda la gravedad que entraña suspender tratamientos, demorar diagnósticos, descartar estudios preventivos o -lo que está pasando ahora- directamente posponer intervenciones o prácticas concretas que salvan vidas. Todas actitudes que generan complicaciones futuras o próximas e incluso que pueden causar la muerte.
“Es imperativo que corrijamos el rumbo para evitar que aumenten las complicaciones y muertes por condiciones de salud agudas y crónicas que reciban diagnósticos y tratamientos tardíos o incompletos por temor al contagio por coronavirus. No debemos olvidar que las causas mayores de morbilidad y mortalidad existían antes de la epidemia y seguirán existiendo durante ésta y cuando haya terminado”, reza el último comunicado de Adecra – Cedim, con una apelación directa a la población, que “tiene derecho a tener más de una enfermedad”, según un viejo dicho médico.
Finalmente, el pedido se extiende a los medios que se dedican “al bombardeo atemorizante de datos que ocupa gran parte de los contenidos”. Bozovich se pregunta: “¿Qué utilidad tiene saber cuántos contagios hay en Vietnam?”, y pide “evitar hablar todo el tiempo de las muertes por Covid-19, que no son precisamente las causales de muerte más letales del país”.
La apelación final de las clínicas es clara: “Acá se mueren 100 mil personas todos los años de enfermedades cardiovasculares, 65 mil de cáncer, 30 mil de enfermedades respiratorias, sólo la diabetes causa 9 mil muertes. Todo eso se atiende, se trabaja, se previene. Tenemos listas las estructuras y el personal para hacerlo. Es mentira que si usted pisa un hospital se contagia. Si usted va al supermercado y no le pasa, tampoco en el sanatorio, donde tenemos muy bien trabajadas las condiciones de seguridad, la diferenciación de circulación de casos febriles y el resto, donde lo van a cuidar mucho más”, dijo Bozovich.