Una procesada que está a la espera del juicio oral por la presunta comisión de los delitos de trata de personas, reducción a esclavitud y servidumbre agravada y amenazas en perjuicio de menores de edad, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria para cuidar a sus cuatro hijos.
La vinculación de la mujer con los infantes fue avalada y recomendada por psicólogos que trataron a los niños.
La decisión la tomó un juez federal de Bahía Blanca, basado en la posición favorable del Servicio Local de Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la Municipalidad y del Ministerio Público de Menores que, en representación de los chicos, pidió la prisión domiciliaria de la encartada, quien había efectuado un reclamo al respecto en febrero.
El fiscal del caso, Gabriel González da Silva, se opuso por varios motivos; fundamentalmente, por la gravedad de la acusación y porque los delitos que se le enrostran a la encausada involucraron a sus propios hijos y a integrantes de su familia.
Sin resultado, el agente pidió que se velara por el derecho de las víctimas. A su vez, enfatizó que en el caso se probó el peligro procesal por los intentos de la mujer de obstaculizar la averiguación de la verdad durante el proceso y porque se acreditó el “dominio” que ejerce sobre los damnificados, cuyos testimonios son ”piezas claves” para el futuro debate.
El fiscal se opuso por varias razones a la concesión del beneficio, pero la vinculación de la mujer con los infantes fue avalada y recomendada por los psicólogos que los trataron.