La Máxima Instancia se declaró incompetente para analizar el pedido de Cristina Fernández, quien presentó una acción declarativa de certeza para evitar, según adujo, impugnaciones a leyes sancionadas por videoconferencia.
La Corte Suprema se declaró incompetente para analizar el pedido de Cristina Fernández, quien presentó una acción declarativa de certeza para evitar, según adujo, impugnaciones a leyes que sancionadas por teleconferencia.
Así, la vice presidenta quedó habilitada para llamar a sesionar a la Cámara Alta.
La máxima instancia precisó que el Senado tiene las atribuciones constitucionales para interpretar su propio reglamento en cuanto a la manera de sesionar.
“Lo resuelto no implica avalar ni invalidar apriorísticamente ninguna norma futura que se sancione, presencial o no presencialmente”, aclaró.
El procurador interino Eduardo Casal dictaminó el martes que el planteo no debía prosperar y afirmó que no había una controversia para analizar; es decir, que no había caso.