Es fundamental crear un espacio para que puedan expresar emociones y realizar las preguntas que sean necesarias sobre el Covid-19. Padres, madres y cuidadores deben prestar atención a las manifestaciones corporales de la angustia
Luz Saint Phat [email protected]
Cómo reconocer y acompañar el manejo de las emociones o de la angustia en los niños, niñas y adolescentes en estos días de aislamiento e incertidumbre es una pregunta frecuente entre los adultos.
El reordenamiento de la rutina, el avance de los contagios de Covid-19 en Argentina y en el mundo, así como las dificultades de procesar psíquicamente esta situación de emergencia están presentes en todos los hogares.
En este sentido, el campo de la psicología ha acercado durante el último mes consejos que pueden implementarse en casa con el objetivo de que, dentro de lo posible, la permanencia puertas adentro pueda ser desarrollada en un contexto de cuidado de la salud mental, sobre todo en el caso de los más pequeños y jóvenes.
“La epidemia de Covid-19 que afecta en la actualidad a un gran número de países constituye, desde la perspectiva de la Salud Mental, una situación disruptiva para las familias”, explicó al respecto la psicóloga Paula Sterren, de Casa FUSA, en una columna de su boletín de novedades.
“A nivel psicosocial, las emergencias sanitarias son consideradas disruptivas porque sobrepasan de manera significativa la capacidad de afrontamiento y manejo por parte de la población afectada, tanto en la dimensión individual como social”, detalló y agregó: “Esto no deja afuera a los niños, niñas y adolescentes”.
En esta línea, la especialista indicó que es preciso tener en cuenta que “ni las comunidades, ni las familias, ni los individuos” están acostumbrados a atravesar escenarios como el que existe actualmente a nivel internacional, y que por eso resulta difícil elaborar respuestas acordes, lo cual puede provocar malestar en muchos casos.
Así, el estrés producido por las circunstancias puede manifestarse de distintas formas. Según indicó Sterren, en adolescentes y adultos pueden presentarse sensaciones de desesperación, sintomatología física, ansiedad, decaimiento de ánimo, miedo, nerviosismo, dificultad para dormir, irritabilidad y culpa, entre otras formas de expresión.
Mientras, en los niños y las niñas predomina la “exteriorización de las emociones a través de la acción o manifestaciones corporales” como la ira, la inquietud, las dificultades de concentración, los cambios fisiológicos o las modificaciones de la conducta.
Ante la presencia de estas expresiones, la psicóloga recordó que “se debe recalcar la importancia que los vínculos significativos tienen tanto para niños/as como para adolescentes y adultos”, enfatizando en que “en y a través de los vínculos podrán crearse o re-crearse vías para metabolizar lo disruptivo, sin olvidar que todos/as en la familia están atravesados/as por las mismas circunstancias”. Especialmente con relación a los niños y a las niñas, se sugiere la participación en actividades lúdico-creativas (juego o dibujo) que permiten expresar las emociones que se atraviesa. Además, ofrecer una “escucha atenta y abierta, dando lugar a la expresión de sus miedos y comentarios, puede ser fuente de alivio”, explicó.
En tanto, para los adolescentes, que necesitan mantenerse en contacto con sus pares y grupos de referencia, “los dispositivos virtuales que permiten el contacto a distancia, tal vez se transformen en este momento en una vía privilegiada para sostener ese entre al que nos referimos”, dijo la especialista.
Advertencia
Exhortan a desarrollar acciones contra la estigmatización y la xenofobia
Mientras el contagio de coronavirus avanza en todos los países, también han crecido las prácticas de estigmatización de los enfermos y de xenofobia.
Según detalló un documento recientemente publicado por la Asociación Americana de Psicología “La historia ha demostrado que las epidemias y pandemias tienden a provocar xenofobia y estigma. Este ha sido el caso de enfermedades como el ébola y el síndrome respiratorio de medio oriente (MERS) y ahora es el caso con Covid-19.”
En este sentido, se han incrementado las noticias “que documentan instancias de acoso o intimidación dirigidas a personas percibidas como ascendencia asiática después de la propagación del nuevo coronavirus”.
Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la APA, es fundamental que los gobiernos y los ciudadanos se comprometan a luchar contra estas conductas xenofóbicas.
En este sentido, se recomienda a la población y los organismos públicos difundir datos veraces sobre la pandemia, comprometer el trabajo de personas influyentes que pueden disuadir este tipo de comportamientos, amplificar la llegada de las historias de personas que han sido diagnosticadas con coronavirus con el objetivo de sensibilizar a la población sobre esta problemática, y desarrollar acciones para desmitificar los rumores o la información falsa, entre otras sugerencias.
“Los prejuicios, el estigma y la discriminación son amenazas para la salud pública.
Dañan la salud, la salud mental y el bienestar de los grupos estigmatizados. También hacen más difícil. contener las epidemias actuales y futuras”, indicó APA en su documento y agregó que “todos compartimos responsabilidad en cuanto a buenas prácticas de salud pública” y que “tal como lavarnos las manos y mantener una distancia social adecuada, debemos practicar” la valoración de los distintos pueblos y comunidades.