Ante el cierre de los mercados tradicionales posterior al conflicto comercial vigente, el
país se enfocará en los mercados no tradicionales que ya se vienen recorriendo desde
hace dos períodos de gobierno: el mundo árabe, África y los países del mercado Asean
El Gobierno nacional y las instituciones que promueven la inserción internacional del país fijaron prioridad en los mercados no tradicionales, al momento de delinear acciones de promoción comercial. Países del norte de África y otros del sudeste asiático son los nuevos mercados-objetivo de las agendas oficiales, además de la ya tradicional inserción en Latinoamérica.
Éstos son los ejes de acción definidos por la cancillería encabezada por Felipe Solá, que en buena medida son continuidad de la política de promoción comercial que viene sosteniendo Relaciones Exteriores en la última década, sin mayores modificaciones a pesar de los cambios de gobierno. Hace un año, el entonces canciller Jorge Faurie encabezaba una misión que buscaba abrir mercados en la región del Magreb, al norte del continente africano. La misión visitó Marruecos y Túnez, países con los cuales hay avanzadas negociaciones bilaterales para definir un acuerdo de libre comercio,que van en paralelo a las rondas comerciales y otras acciones encaradas en el Mercosur.
La industria automotriz alienta particularmente estos acuerdos, que permitirán profundizar la inserción de vehículos de producción nacional y regional en esos mercados y por medio de esos países en otros de la región que integran.
Luego de afianzar en 2017 las relaciones con la Unión Aduanera del Africa Austral (bloque SACU, compuesto por Sudáfrica, Botswana, Swazilandia y Lesotho), la Cancillería argentina señalaba que “se apunta al norte (Magreb), la región con mayor potencial económico y gran demandante de alimentos en el continente africano”. En particular, Marruecos ofrece posibilidades para productos como maquinaria agrícola, equipos industriales, autopartes y equipamientos médico y odontológico.
En la misma línea, el presidente Alberto Fernández tiene la mira puesta en África. En el continente
más pobre del mundo, el SACU, la amplia y rica región del Magreb con la cual se avanzó en los últimos años; y la aún desconocida Unión Económica y Monetaria de África Occidental (Uemoa), son mercados nada despreciables, que comprarían de Argentina alimentos y materiales para la construcción.
La Uemoa está integrada por Senegal, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Mali, Benín, Togo, Burkina Faso y Níger. Luis Duarte, exportador y especialista en temas africanos de la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (Aiera), expresó que existen más de 80 millones de personas que habitan en los países miembros de la unión”, y “son altamente demandantes de alimentos”.
El Gobierno buscará profundizar además los lazos con las naciones de la península arábiga: Arabia
Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Yemen.
En paralelo, el nuevo Gobierno puso la mira en países altamente demandantes de alimentos, maquinaria industrial y agrícola, y equipamiento médico, como aquellos que están nucleados en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean). Un mercado que resulta muy atractivo para el Gobierno, según la misma fuente, es el de Indonesia, que compra enormes volúmenes de trigo.
La Asean, creada en 1967, está integrada por Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Brunei Darussalam, Camboya, Laos y Myanmar. Este bloque, compuesto por economías emergentes, representa 11 por ciento del producto bruto interno (PBI) de Asia Pacífico, con un crecimiento promedio de 5,7 por ciento de 1990 a 2015.