Pedro y Emilia Covassi son dos hermanos que fundaron una empresa con mucha proyección, incorporando Internet de las cosas. Este emprendimiento tiene importantes clientes y no tiene competencia
Tanto los sectores de la construcción como los de la minería tienen cada vez más requerimientos para garantizar la seguridad laboral, ambiental y estabilidad geoestructural. Debido a ello, la industria de instrumentación de obras de ingeniería y minería está creciendo; sin embargo, todavía no ha sido totalmente explotado por los tecnoproductores del continente latinoamericano.
En la Incubadora de Empresas UNC se radicó un emprendimiento fundado por Pedro Covassi, ingeniero civil y docente de la universidad, y Emilia Covassi, diseñadora industrial, en el que combinan la experiencia en el campo de la investigación y desarrollo académico en la ingeniería civil con el diseño industrial para el desarrollo de sensores y sistemas de instrumentación para estructuras y minería, dentro de la disciplina de la geomecánica.
Pedro y Emilia empezaron desarrollando un inclinómetro, que sirve para medir inclinaciones o deformaciones de estructuras. El instrumento desarrollado por GIOT tiene varias ventajas: se puede ajustar a diferentes instalaciones modificando los soportes físicos para permitir que se adapte al movimiento de la estructura sobre la que está puesta, que pueden ser paredes, vías de tren, túneles mineros. Además, GIOT brinda el servicio de recolección y procesamiento de datos de manera remota, que les permite a los clientes tomar decisiones tales como acelerar o aminorar el ritmo de la construcción, determinar la necesidad de aplicar refuerzos para estabilizar zonas susceptibles a algún tipo de falla, optimizar diseños y secuencias constructivas, entre otras.
Ventajas e innovación
En Argentina hay empresas que venden instrumentos de medición pero son importados y con sistemas cerrados. Esto dificulta la integración de la tecnología recién adquirida con la que está funcionando en las obras. GIOT ofrece instrumentos de medición, adaptables y con la posibilidad de que el cliente puede acceder a la información a través de Internet de las cosas (IoT).
“Nosotros lo que hacemos es entrar en una obra que ya está funcionando, con su sistema de instrumentación, y si hay que agregarle más tecnología, se le agrega sin tener que hacer una inversión muy grande para poder acceder a la comunicación de esos datos”, cuenta Pedro.
A lo anterior, Emilia agrega: “Esa es otra ventaja que aportamos como emprendimiento: hacemos un diseño para cada problemática, o cada aplicación. Cada obra es distinta y hay que ir adaptando los instrumentos de acuerdo a cada caso. Además nosotros brindamos un servicio integral. Asesoramos, desarrollamos el producto, recolectamos y hacemos la lectura de los datos relevados”.
Otra ventaja con la que cuentan los sensores desarrollados por GIOT es su versatilidad. Los emprendedores cuentan que es muy común que durante la ejecución de una obra cambien algunas condiciones, y lo que se había presupuestado como parte de un ítem dentro del presupuesto dedicado a medición ya no sirva, y los instrumentos importados con sistemas cerrados necesitan ser cambiados. Para GIOT cambiar la configuración de un sensor y cambiar la funcionalidad es muy sencillo.
“Por ejemplo, los ingenieros nos dicen al principio que se necesitan mediciones horizontales; pero luego cambian y nos piden que sean verticales. Bueno, eso no es problema para nosotros”, ejemplifica Emilia.
En todas las obras se hacen cálculos para evitar posibles derrumbes o deformaciones, pero lo que permite la implementación de los instrumentos desarrollados por GIOT es el monitoreo permanente mientras se ejecuta la obra, para intervenirla si es necesario.
Primeras experiencias
Los emprendedores probaron este instrumento durante una refacción de fachada histórica, en la ciudad de La Plata para monitorear el movimiento de las paredes, y también la de los vecinos colindantes.
“Habíamos probado los sensores en el laboratorio, y esa experiencia nos permitió sacarlo a la calle, y probarlo ante diferentes condiciones climáticas. También pudimos probar el desempeño de nuestro proveedor de redes inalámbricas, Insus, otra empresa que surgió de la Incubadora de empresas de la UNC, que nos brindó el servicio de manera ininterrumpida. Y eso salió muy bien”, dice Pedro.
El mismo instrumento fue adaptado y utilizado en túneles mineros en San Juan, para monitorear las deformaciones, que les permite a las empresas controlar la seguridad de sus empleados y sus maquinarias. En esta experiencia el proceso fue mucho más complejo ya que tuvieron que armar un sistema para poder medir deformaciones en una sección de un túnel, que a medida que se iba explotando, se iba deformando.
Proyecciones y desafíos
El principal desafío que tienen Pedro y Emilia es entrar al mercado, y dar a conocer a los posibles clientes las potencialidades de la propuesta de GIOT. El segmento al que apuntan es de nicho, pero importante: empresas constructoras, mineras, de energía e incluso el sector gubernamental que realiza los controles de seguridad en las grandes obras.
GIOT actualmente provee sus servicios a AOSA Servicios Geotécnicos, una de las empresas del rubro más grande del país.
Actualmente, están trabajando en otros tipos de tecnología de sensores, entre ellas están los sistemas de cuerda vibrante para medir deformaciones en diferentes elementos estructurales. La idea es cubrir todas las variables de medición que intervienen en un proyecto de obra.