Por Mónica Cornaglia, Matías Maccio, Gabriela Magris y Eduardo Montamat (*)
Entre el 26 y el 30 de agosto, los Centros de Mediación Comunitaria de la Municipalidad de Córdoba y de la Defensoría del Pueblo de la Provincia organizaron y desarrollaron la “Semana de la Mediación Comunitaria”, cuyo objetivo principal fue promover, difundir y fortalecer el Instituto de Mediación Comunitaria como mecanismo de acceso para la construcción de convivencia pacífica.
En esos días recibimos en Córdoba la visita de la directora Nacional de Métodos Participativos de Resolución de Conflictos, Raquel Munt, quien junto a un especialista, Diego Marks, brindaron a los mediadores comunitarios dos talleres: “Diagnóstico Prospectivo sobre la situación de la Mediación Comunitaria en Argentina” y “Clínica de Casos sobre conflictos públicos y sociales complejos… obstáculos y estrategias de remoción”.
Otra actividad con interesante repercusión fue la salida de los mediadores a la calle (Plazoleta del Fundador y Mercado Norte) a conversar con los transeúntes, escucharlos y comentarles sobre este método accesible y pacífico para la gestión de sus conflictos vecinales. También se realizaron talleres en los Centros Vecinales de Alto Verde y Empalme y en el Parque Educativo de Villa el Libertador, dirigido a referentes vecinales, intentando acercarles herramientas para la gestión del enojo (propio o ajeno), profundizar la capacidad de escucha y mejorar la forma y objetivos de la realización de preguntas, orientado a la prevención y atención primaria del conflicto entre vecinos.
Un espacio especial se organizó sumando a la Universidad Siglo 21, con la presencia de la Directora del Instituto de Cultura de Paz y Mediación de esa casa de estudios, Gabriela Rodríguez Querejazu (quien para los que estamos en el ámbito de la mediación es y será siempre un referente, un faro y un lugar de encuentro).
Se desarrollaron dos actividades: El Conversatorio “La transversalidad de la Cultura de Paz en la formación Académica”, en el que Rodríguez Querejazu utilizó la técnica del “Círculo de Diálogo” y al que asistieron representantes de la UNC (facultades de Derecho y de Ciencias Agropecuarias), UCC, Universidad Provincial (Instituto de Gestión Pública), Universidad Blas Pascal (Abogacía), Universidad Siglo 21 (facultades de Derecho y de Ciencias Humanas y Sociales), Colegio Universitario IES, Instituto de Despachantes de Aduana, Defensoría de los NNA e integrantes de las instituciones organizadoras.
La dinámica y los resultados de este conversatorio requieren de un tratamiento especial; sus ejes fueron “La paz como derecho humano, la paz como proceso positivo, dinámico y participativo y educación formal y no formal para la Paz”.
Se cerró la Semana con una Cátedra Abierta dictada por Rodríguez Querejazu que se denominó “Aportes de la Mediación Comunitaria a la Agenda para el Desarrollo Sustentable 2030”.
Algunos de los conceptos que escuchamos allí fueron: “La mediación comunitaria es el arte de la buena convivencia cuyas metas son: la promoción de la salud social, la prevención, análisis, resolución y transformación de conflictos en la comunidad. Es un recurso humano y un instrumento cívico mediante el cual se pueden tramitar las diferencias y/o gestionar los conflictos así como también participar de la construcción de la sociedad que integran.
Propicia la creación de espacios en los cuales la propia sociedad entabla un diálogo constructivo para superar sus inconvenientes de todos los días, imagina nuevos sentidos y traza nuevos senderos hacia la concordia.”
Rodríguez Querejazu señaló que una Infraestructura de Paz requiere como pilares distintas áreas tales como salud, educación, cultura, justicia, derechos humanos, economía, deportes, seguridad, medios, ambiente, espacio público; todo ello atravesado por una gestión pacífica de conflictos. Y este modo de ver es justamente un resumen de los Objetivos para el Desarrollo Sustentable 2030.
Podemos decir con orgullo que creemos haber logrado una aproximación a los objetivos específicos que nos propusimos: sensibilizar a las vecinas/os de Córdoba en relación al impacto que produce la adecuada gestión de los conflictos interpersonales sobre el bienestar general; visibilizar los espacios de Mediación Comunitaria para, entre otros, generar vínculos interactivos y espacios de trabajo entre los centros de mediación comunitaria y otras instituciones públicas y/o privadas; asentar en la agenda pública la Mediación Comunitaria como herramienta de paz social, enmarcando este espacio en el objetivo 16 de los ODS; impulsar el acceso al servicio de este tipo de Mediación, con foco en la voluntariedad, para construir otros escenarios de coexistencia con centro en el diálogo; visibilizar al mediador como un nexo pacífico para restablecer las relaciones de vecindad y como operador para traspasar la coexistencia y repensar la convivencia, e impulsar la capacitación en Cultura de Paz y Mediación Comunitaria en las instituciones educativas terciarias y universitarias.