Por Walter Barbieri (*)
Las claves para mantenerse, crecer y desarrollarse se encuentran íntegramente relacionadas con la capacidad de reinventarse en contextos cambiantes a lo largo de la historia corporativa de las pequeñas y medianas empresas, a pesar de la complejidad de las etapas vividas. En Argentina, según un informe reciente realizado por el Ministerio de Producción y Trabajo, más de 90% de las firmas es pyme, lo que muestra el enorme universo de compañías de estas características.
Asimismo, la última Encuesta de Expectativas de Empleo, de ManpowerGroup, asegura que las medianas empresas en Argentina tendrán un incremento de 3% en la contratación de personal, y que que las chicas se mantendrán estables.
Teniendo en cuenta el contexto actual, es importante profundizar acerca de los factores que han permitido a las pequeñas y medianas empresas atravesar diferentes crisis a lo largo de la historia y progresar en sus negocios. A pesar de los cambios de paradigmas, las pymes tienen el desafío de evolucionar sin perder la esencia que las identifica y, al mismo tiempo, crecer dentro de sus industrias.
La innovación es uno de los ejes principales que acompaña a cada negocio en la búsqueda continua de eficiencia y flexibilidad en los procesos productivos. Su incorporación es un aliado clave y una inversión necesaria para el crecimiento de las organizaciones, debido a que le ofrece ventajas competitivas frente al mercado. En el caso de la construcción, las compañías deben apostar a la productividad mediante la adquisición de maquinaria de última tecnología en sus plantas, que les posibilite aumentar la producción, utilizando un menor porcentaje de materia prima y disminuir el consumo de energía.
Asimismo, es un aspecto vital que las compañías se responsabilicen por el compromiso social, dado que, en nuestra experiencia, genera un fuerte vínculo con el público interno de la compañía y toda su cadena de valor. Es el camino a seguir el cuidado de cada uno de sus colaboradores y mantener una comunicación abierta y activa entre todas las partes. También, es importante que las empresas asuman la responsabilidad social para con las comunidades en que se encuentran presentes y puedan colaborar con organizaciones de la sociedad civil, a fin de cooperar en la evolución del entorno.
Creemos que la conciencia medioambiental es un factor que nos preocupa y por eso llevamos a cabo una estrategia de negocio de triple impacto, es decir económico, social y medioambiental. La responsabilidad social actualmente ya debe formar parte plena de los objetivos de negocio y de la estrategia integral de una empresa si ésta quiere ser exitosa. Asimismo, la sustentabilidad es un eje que atraviesa de forma trascendental a nuestra compañía, dado que, hoy en día, se encuentra inmersa en la visión corporativa con el propósito de contribuir a un mundo mejor.
Gracias a esta cultura organizacional logramos mantenernos firmes con el paso de los años y conservar nuestra esencia intacta a pesar de las crisis atravesadas. Toda la experiencia vivida nos brindó las herramientas necesarias para sostener una visión optimista y progresar frente a las complejidades coyunturales, y queremos continuar siendo ejemplo de ello. Definitivamente, debemos seguir apostando a largo plazo de la mano de la innovación y el compromiso social, factores claves que, junto con la sustentabilidad, nos motivan a ser mejores.
(*) Director de AD Barbieri -empresa familiar en el negocio de perfiles para construcción
en seco, que procesa 60.000 toneladas de acero-