Por Martín Rappallini (*)
Las pymes son las grandes generadoras de empleo y recaudación impositiva en cualquier sociedad. Por ello, todos los países toman medidas para que los emprendimientos que surgen en sus territorios germinen sin sobresaltos, prosperen y sean sustentables, para que puedan cumplir el irremplazable rol que les cabe en el desarrollo y la creación de riqueza.
Si los argentinos pretendemos que nuestras pymes florezcan y se conviertan en el motor de nuestro ansiado desarrollo, lo primero que debemos hacer es tomar conciencia sobre la intrincada carrera de obstáculos que un emprendedor debe superar en nuestro país para llevar adelante cualquier proyecto. Lejos de apoyar su vocación emprendedora y allanarles el camino, nuestro país parece trabajar muchas veces en sentido contrario.
Por lo pronto, es evidente que el actual sistema impositivo es una mochila imposible de tolerar para la mayoría de las pequeñas empresas. Es imprescindible reacomodar todos los tributos nacionales, provinciales y municipales para aliviar la presión fiscal que soportan las Pymes, y permitirles crecer y desarrollarse.
Otro aspecto que debemos resolver es el de la burocracia. Resulta inadmisible que un emprendedor deba ocupar la mayor parte de su tiempo en resolver cuestiones administrativas que nada tienen que ver con ofrecer los mejores bienes y servicios a sus clientes. Necesitamos resolver esto con urgencia, poniendo especial foco en las pymes industriales, que requieren un mayor nivel de inversión por empleado y son especialmente sensibles a todas estas trabas.
Por supuesto que otro factor imprescindible para que el sector pyme crezca y se consolide es dotarlo de un sencillo y robusto acceso al financiamiento, tanto para realizar la puesta en marcha de los diferentes proyectos como para que las empresas se mantengan tecnológicamente actualizadas y no pierdan competitividad.
Contar con leyes laborales modernas y adaptadas al cambiante contexto productivo, logístico y comercial que hoy nos plantea el mundo es otra de las necesidades que todo empresario pyme requiere para apostar a nuevos proyectos y animarse a invertir y contratar personal.
La formación de dicho personal, y de los propios emprendedores, es otro de los rubros en los que debemos trabajar para elevar la productividad de nuestra economía, sin la cual jamás estaremos en condiciones de superar los desafíos que enfrentamos como sociedad.
Esto es lo que nos enseña el mundo. En países con gran desarrollo pyme, como Italia, España o Corea del Sur, fueron sus exitosos sistemas de fomento los que permitieron que sus pymes crecieran y se desarrollaran, fortaleciendo al mismo tiempo a los propios Estados, que vieron crecer el empleo, la innovación, la exportación de valor agregado y los recursos fiscales.
De todas estas cuestiones tratará “Somos Industria”, la exposición que por primera vez organiza la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba) junto con RedParques, la red que nuclea a los Parques Industriales de nuestro país, con el objetivo de constituir un encuentro anual para todas las Pymes del país a fin de que conozcan las mejores oportunidades de inversión y de financiamiento, así como las mejores locaciones para radicar sus operaciones.
“Somos Industria”, cuya primera edición se realiza hoy y mañana en la Capital Federal, está pensado por industriales para industriales, con la misión de promover el desarrollo industrial sostenible en todo nuestro país.
Los empresarios argentinos tenemos la capacidad y la vocación para poner a nuestra amada tierra en la senda del desarrollo. Luego de décadas de estancamiento y desilusiones, estamos ante la gran oportunidad de integrarnos al mundo y convertirnos definitivamente en el país que soñamos. Está en nosotros aprovecharla.