Así lo indicó Jorge Cáceres, psicólogo integrante del Área de Salud Pública de la Municipalidad de Unquillo y ex presidente del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba (CPPC)
Por Luz Saint Phat – [email protected]
La crisis económica que Argentina viene transitando en los últimos años tuvo un desenlace feroz esta semana cuando -luego de conocerse los resultados de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) presidenciales desarrolladas el domingo pasado- comenzó una nueva escalada del dólar, que ya lleva un alza de más 16 pesos en tres días.
Además de la dificultades que esto implica para la economía en general -como por ejemplo la incertidumbre que enfrentan los inversores nacionales e internacionales, las dificultades que se han presentado en el mercado cambiario, el pass through de la suba del tipo de cambio a los precios y el tremendo encarecimiento del crédito tanto para empresas como para individuos-, las consecuencias en las subjetividades también son de magnitud.
En este sentido y cuando el malestar de quienes están severamente preocupados por la continuidad de su empresa, su microemprendimiento o su fuente laboral se instala de manera decisiva, poco inciden los discursos dichos en estos días por las autoridades nacionales.
En este contexto, algunas reflexiones y herramientas de la psicología pueden resultar útiles para disminuir -dentro de lo posible- el impacto en el cuerpo y en la mente de las problemáticas económicas que muchos atraviesan.
Jorge Cáceres es psicólogo particular, trabaja en el área de Salud Pública de la Municipalidad de Unquillo y es expresidente del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba (CPPC).
En diálogo con Comercio y Justicia, el especialista aseguró que, aun realizando la necesaria consulta con un profesional, si el malestar individual resulta de gravedad, la solución de este tipo de dificultades debe enmarcarse en un proceso colectivo.
Cáceres precisó además cómo en un tiempo dominado por políticas neoliberales, cuando se procura “desprestigiar” los procesos y los lazos sociales, la desesperanza se instala como un rasgo de época.
“Desde mi posición -que es compartida por muchos profesionales-, este modelo social y económico de las corporaciones genera la ruptura de todos los lazos sociales porque se necesitan personas individualistas que piensen sobre todo en consumir y que visualicen al otro como un competidor y no como un par o un compañero”, explicó el psicólogo en conversación con este medio.
“Como ejemplo de esto podemos ver que en estos últimos tiempos se ha atacado todo el acervo cultural que se relaciones con lo colectivo, como los sindicatos o las asociaciones políticas”, explicó, y agregó que, en la actualidad, “cualquier actividad que tenga que ver con el compromiso social es agredida por este modelo y esto provoca mucha angustia en la gente, que finalmente se siente sola”.
En relación con la manifestación clínica de estas problemáticas, el profesional indicó que “el malestar en el consultorio o en el dispensario se viene sintiendo hace bastante tiempo y esto ha afectado muy fuertemente a los sectores populares y clases medias”.
Y detalló: “El desempleo y la falta de recursos en todos aquellos que tienen trabajos informales es grande. El electricista, el albañil, el plomero, el pequeño comerciante de barrio están hace rato bastante desbordados por esta situación”.
Como consecuencia, dijo Cáceres, “esta nueva crisis del dólar va a potenciar toda esta sintomatología que aparece en los consultorios como irritabilidad, falta de sueño y abulia”, y reflexionó que “atacar todo proceso colectivo implica desesperanzar al sujeto, y el sujeto en desesperanza se angustia más fácilmente, los malestares aparecen con mayor frecuencia y eso lo notamos en la clínica”.
Respecto de cómo afrontar estas dificultades, el psicólogo aseguró que “cuando esa angustia o esos malestares son intolerables” se debe consultar a un profesional, pero además lo fundamental es “juntarse”.
“Hay que resistir esta oleada mundial y nacional de desprestigiar lo colectivo porque eso va a potenciarnos. Reunirse con amigos, con familiares, en asociaciones, en lo que cada uno considere que puede aportar es clave porque nos da esperanza y nos permite hablar con otros de todos estos malestares e ir buscando pequeñas soluciones”, dijo.
En esta misma línea, advirtió el especialista de que “la participación política, entendida en sentido amplio, es una excelente herramienta. Participar en organizaciones sociales, en partidos o en agrupaciones es importante. Yo insisto en que la salida no es individual sino que es colectiva”.
Concluyó Cáceres: “Como somos gregarios por naturaleza, lo colectivo nos da otras herramientas para ir llevando adelante los malestares de la época”.