La corrida cambiaria llevó a una parálisis de la economía que golpea los ingresos tributarios, que vienen con caídas reales desde hace más de un año. El panorama incierto pone en alerta a Schiaretti y Mestre. Ayer operó el vencimiento de la media cuota del Inmobiliario municipal, que tuvo incidencia
La parálisis en la que ingresó la economía en el país en las últimas 48 horas producto de la fortísima devaluación del peso -que ayer continuó pese a las intervenciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA), puso en alerta máxima a las autoridades de la Provincia de Córdoba y de la Municipalidad de Córdoba, quienes ya observan cómo la situación golpea la recaudación tributaria en todos los frentes.
“Veo el panorama con preocupación, como todos los argentinos y haciendo votos para que se pueda superar esta situación de zozobra”, dijo ayer el gobernador Juan Schiaretti en Carlos Paz, en el marco de un acto de inauguración de obras.
El mandatario evitó hacer interpretaciones sobre la situación y tampoco respecto al resultado electoral del domingo último.
Sin embargo, sí habló de dos puntos centrales dentro de la situación económico financiera de la Provincia: la toma de créditos y el impacto de la crisis en la recaudación.
Sobre el tema de la gestión de créditos, como el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al que aludió al hablar de las obras de cloacas para la cuenca del San Roque, Schiaretti dijo que la devaluación “no afecta mucho porque en el largo plazo los ingresos se equilibran con el valor del dólar” y completó: “Lo importante cuando usted toma un crédito es la tasa de interés que usted va a pagar y los plazos en los cuales lo tiene que pagar”.
En ese contexto, defendió las decisiones que tomó su administración de fondearse a largo plazo y con tasas accesibles.
La regla, dijo, también se aplica al sector privado, en particular a las pymes, más vulnerables en este contexto.
“Esto rige para el Estado pero también para las pymes porque que si usted toma un crédito de corto plazo con tasas de interés muy altas, es muy difícil que lo pueda pagar porque -más allá de que tenga patrimonio- no tiene el efectivo para poder pagar un crédito; por eso, mi consejo es a las pymes ‘guarda’ con los créditos que se toman con tasa alta en el corto plazo, porque como las tasas son altas, cae el nivel de actividad y por lo tanto todo el mundo recibe menos ingresos”, dijo y allí introdujo el impacto sobre los ingresos de la Provincia.
“El Estado con los impuestos (es similar) como nos está pasando a nosotros, que hemos perdido un mes de recaudación en el último año con relación a lo que fue la inflación, les pasa a las empresas y les pasa a los trabajadores (…) hago votos para que este pico de la crisis se supere”, concluyó.
Incertidumbre con los ingresos
Sucede que aunque no haya hecho referencia específica a la situación de las últimas horas, el panorama que trazó Schiaretti con relación a la recaudación se agudizará de manera todavía mayor pero aún no mensurable.
“El parate de la actividad va a golpear fuertemente”, resumió a Comercio y Justicia una fuente del Ejecutivo provincial. La misma conclusión llegó desde el Palacio 6 de Julio. Lógica pura y conclusión obvia pero no por ello menos preocupante.
Los números no ayudaban ya antes del “lunes negro” y ahora traccionarán menos todavía para poder afrontar una dinámica de gastos que por ahora resulta difícil de bajar.
Y no sólo el problema vendrá por los impuestos vinculados a la actividad económica como Ingresos Brutos y Sellos en el caso de la Provincia o Comercio e Industria por el municipio.
De hecho, ayer operó el vencimiento de la segunda media cuota del Inmobiliario municipal. Y si bien aún no hay datos finales porque falta consolidar los ingresos por medios electrónicos de pago, el cumplimiento ya se percibe inferior producto de un contribuyente que, esta vez sí, esperará a ver como evoluciona el panorama antes de afrontar un tributo como en este caso.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, la recaudación provincial presentó en julio pasado una variación nominal de 41,8 por ciento respecto a 2018. Sin embargo, descontada la inflación, la evolución implicó una caída de siete por ciento en términos reales. Pero si se desglosa los envíos nacionales y los ingresos propios, estos últimos sufrieron una baja mucho más sustancial.
Según el Gobierno de Córdoba, la pérdida acumulada en 12 meses producto de la diferencia entre la recaudación teórica si hubiese acompañado a la inflación y la real, llega a 18.532 millones de pesos.
En tanto, si se tiene en cuenta el inicio del período donde la recaudación de la Provincia comienza a perder frente a la inflación (julio/2018), el quebranto asciende a 19.532 millones de pesos en 13 meses.
La evolución negativa venía sin embargo mostrando un cambio de tendencia que hacía suponer que en septiembre u octubre podía pasar a positiva en términos reales. Esa hipótesis quedó sepultada ahora.
El panorama para Schiaretti se completa con el inminente inicio de la rediscusión salarial con los gremios estatales, un gasto que viene creciendo a 40 por ciento interanual producto de la aplicación de la cláusula gatillo.
Hasta ayer aún no había convocatoria del Ejecutivo a sentarse a renegociar esa paritaria.
Por el lado de Mestre la situación no es muy diferente. La crisis golpeará los ingresos que, según el último dato disponible hasta abril inclusive, también crecían por debajo de la inflación. Concretamente, la suba era de 34 por ciento, muy lejos de los precios y también de la evolución de las erogaciones en personal, también como en la Provincia atadas a claúsula gatillo. Sin embargo, en el caso de la comuna, esa indexación aplica de manera bimestral y se paga a mes vencido por lo que no tiene el impacto más directo que sí lo tiene para la administración de Schiaretti.
Como fuere, está claro que también Mestre tendrá serias dificultades para poder cumplir con esos compromisos salariales si la crisis, por ahora sin horizonte claro, golpea a los ingresos tributarios.
Y la deuda siguió en alza
Mientras tanto, la nueva devaluación del peso volvió a castigar a la deuda de la Provincia y de la Municipalidad de Córdoba.
Con un dólar que en Banco Nación cerró en 58 pesos, tres más que el lunes, el pasivo provincial subió casi 8 mil millones de pesos más. Si se computa el alza que sufrió el lunes, también producto del alza del dólar, en apenas 48 horas la deuda creció más de 30 mil millones de pesos y se ubicaría en torno a los 157 mil millones de pesos, sólo proyectando el último dato oficial de abril aunque con el nuevo tipo de cambio.
No se computan allí los nuevos créditos anunciados por Schiaretti en los últimos días y que deberían reflejarse ya a esta altura si se actualizaran los datos oficiales del pasivo.
El Gobierno provincial insiste en que los vencimientos están convenientemente estructurados para poder ser afrontados. Con todo, tal como lo informó ayer este medio, en 2021 habrá que afrontar un pago que a la fecha supera $80 mil millones.
Por el lado de la comuna, el bono por 150 millones de dólares tomado en 2016 también sufrió el impacto de la nueva devaluación. Ahora representan 8.700 millones de pesos. Ese bono vencerá en 2024.