ESCUCHARPor Alfredo Flury – [email protected]
El resultado de las PASO de ayer, si bien es clave para la reacción de los mercados, no hará variar los retos que afronta la macroeconomía en el país y el panorama que aguarda a las administraciones de Juan Schiaretti y de Ramón Mestre, en la provincia y en la ciudad de Córdoba, respectivamente.
Schiaretti y Mestre deben afrontar sus propios desafíos, aunque en todos los casos influidos de manera directa o indirecta por la marcha de la economía en el país.
La Provincia convocará esta semana a los gremios estatales a rediscutir la paritaria 2019. Imposibilitado de afrontar el creciente gasto salarial, indexado por inflación, el Gobierno rediscutirá la aplicación de la cláusula “gatillo”, ahora analizando la evolución de la recaudación, que mes a mes muestra caídas en términos reales.
También avanzará en la revisión de subsidios a los boletos de transporte con aporte estatal y, en el caso de la obra pública, sólo avanzará si cuenta con financiamiento externo, en este caso de organismos multilaterales o de fondos de inversión.
Por el lado de Mestre, la situación es similar. Necesita ver cómo frenar el creciente gasto salarial, también indexado por inflación pero de aplicación bimestral. El intendente ya adelantó que se trata de un tema en análisis, más allá de que haya una ordenanza que exige abonar los salarios con esos términos de ajuste.
Asimismo, hay otro gasto inelástico difícil de frenar. Las erogaciones en el servicio de higiene urbana insumen cerca de 20% del presupuesto. A ese frente hay que sumarle otro que no es menor. El transporte urbano de pasajeros exige nuevos fondos ante el aumento de costos y luego de la decisión de la Nación de frenar desde este año los subsidios y de la Provincia de no destinar más de lo ya comprometido.
En ese marco, Mestre optó por subsidiar con recursos propios la última suba a los choferes. Pero es difícil que ese aporte resista hasta la entrega del mando a Martín Llaryora el 10 de diciembre. Sobre todo considerando que en septiembre habrá una nueva suba por la paritaria a los choferes.
Al igual que Schiaretti, el intendente tiene serias dificultades para afrontar la obra pública en marcha aunque, a diferencia del gobernador, no tiene chances de fondeo externo. Los recursos propios sólo alcanzan para obras básicas de mantenimiento y terminar una emblemática: el nudo vial de Plaza España.
En definitiva, la suerte de ambas administraciones estará atada a la marcha de la economía del país, cuyo derrotero tiene más dudas que certezas.
