El intendente Mestre habilitó un aporte no reintegrable para cubrir salarios de los choferes. Son unos 15 millones para las tres prestatarias, sólo por el no remunerativo otorgado para el primer trimestre. El cierre de la nueva paritaria obligará a otorgar más fondos o bien ajustar tarifas
La Municipalidad de Córdoba otorgó un “subsidio no reintegrable” a las empresas ERSA Urbano SA, Autobuses Córdoba SRL y Coniferal SA para cubrir los mayores costos producto del aumento salarial otorgado a los choferes a comienzos de año, previo al inicio de la paritaria 2019.
El aporte, en torno a 15 millones de pesos, aparece reflejado en el decreto 1247 firmado por el intendente Ramón Mestre el día 23 pasado.
El texto del instrumento legal que recién podrá visualizarse hoy conforme la modalidad protocolar del municipio en el manejo del Digesto, no impidió sin embargo que Comercio y Justicia pudiera acceder a su contenido general.
Concretamente, el decreto apunta a compensarles a las prestatarias del servicio de transporte urbano de pasajeros, los mayores costos derivados del aumento otorgado a los choferes hace dos meses. Se trata de 5.000 pesos de carácter de no remunerativo que lograron los trabajadores como parte de la discusión por la pérdida del poder adquisitivo del salario producto de la inflación, previamente al debate por la paritaria 2019.
Ese reclamo original había derivado en medidas de fuerza de los choferes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) del interior -que impactaba en todos los grandes aglomerados urbanos- y afectaba los servicios nocturnos. Córdoba no fue la excepción.
El acuerdo logrado finalmente en la sede de la cartera laboral nacional a fines de marzo pasado, desactivó la medida.
Sin embargo, ante la decisión del Gobierno nacional de retirarse del esquema de subsidios altransporte de pasajeros desde este año, el costo extra debía afrontarlo cada distrito.
Las opciones no eran muchas: tarifas o subsidios. Se optó por subsidios. Pero el alcance de éstos es ciertamente limitado. De hecho, este medio informó hace más de un mes que las empresas, mediante la Federación de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Fetap), habían formalizado un pedido de aumento de tarifas por un valor superior a 26 pesos, desde los 23,70 actuales.
Parte de ese planteo era por la mejora otorgada a los choferes -esos 5 mil pesos no remunerativos-. Pero también había un componente relativo a la suba de costos, entre ellos el alza en el precio del gasoil, clave en la prestación del servicio.
Con el subsidio dispuesto ahora, se cubre una parte de ese pedido aunque no todo.
Sin embargo, el tema pasa en estos momentos por el impacto de la paritaria 2019. El acuerdo anterior venció el 31 de marzo y la mejora que se logre será retroactiva al 1 de abril pasado.
“Todavía no hay novedades. La negociación sigue”, reveló una fuente consultada por este medio.
Una definición es inminente. Cuando se haya resuelto ese acuerdo, el aumento -que se descuenta será escalonado- deberá afrontarse de una u otra forma. Las opciones son las mismas: tarifas o subsidios.
El punto es que la situación de las cuentas municipales no son precisamente cómodas.
Las elecciones ya pasaron y el intendente, antes candidato a gobernador, perdió y volverá “al llano” después del 10 de diciembre.
En ese marco y desde una visión netamente lógica, todo indica que la comuna no absorberá nuevos costos extras del servicio y los próximos incrementos tanto de salarios como de otros insumos, entre ellos combustible, terminarán trasladándose a tarifas.
El municipio mantiene un cerrado hermetismo sobre el tema. Pero más temprano que tarde deberá haber novedades.
Una vez resuelta la paritaria de UTA para este año, habrá que ver cómo se cubre.
Por ahora los empresarios son cautos. Ya recibieron el aporte por los aumentos salariales no remunerativos de comienzos de año, por lo que por ahora esperan que se cierre la paritaria para hacer un nuevo estudio de costos y ver cómo impacta en la polinómica fijada por contrato para observar qué número da el cálculo.
Fuentes empresariales adelantaron a Comercio y Justicia que, aun sin datos de la mejora salarial, la nueva minuta de costos mostraría no menos de 28 pesos, esto es más de cuatro pesos por encima de la tarifa actual.
De acuerdo con la ordenanza que avaló el último aumento, a fines del año pasado, la comuna puede ajustar tarifas sin pasar por el Concejo Deliberante, previo a transcurrir un año calendario. Hoy, todo hace suponer que se activará esa cláusula y que la premisa del intendente Ramón Mestre de subir una vez por año la tarifa quedará sin efecto, en este caso por efecto de la inflación y por la decisión del Gobierno nacional de salir del esquema de subsidios.
Suba en interurbanos
El futuro de la situación del transporte urbano de pasajeros de la ciudad y su evolución bien podría observarse a partir del panorama del interurbano, en este caso dependiente del Gobierno provincial. Días atrás, hubo un acuerdo salarial con Aoita, el gremio que nuclea a los choferes del interurbano. El arreglo se logró luego de una amenaza de paro que a punto estuvo de cumplirse. Los empresarios accedieron a otorgar una recomposición cercana a la que reclamaba el gremio. Y la lograron días antes de las elecciones del 12 de mayo pasado.
Pasados esos comicios, se reactivó prontamente un pedido de aumento de tarifas de los empresarios. La suba del 30,28 por ciento será debatida ahora en audiencia pública convocada por el Ersep el próximo 4 de junio y se aplicaría apenas días después.
En definitiva, el aumento de costos será cubierto por tarifas y no por subsidios, en este caso por parte del Gobierno provincial.
En el caso de la Municipalidad de Córdoba la situación sería similar aunque aún no se concretó porque la paritaria de UTA aún no está cerrada.