viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Complica a Córdoba derrape de variables económicas clave en el país

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La suba de la divisa estadounidense y principalmente su inestabilidad a futuro presionan
sobre la deuda. La recaudación sigue en baja y la mayor parte del gasto ajusta por inflación. Descartan bono a contratistas pero descuentan que habrá desaceleración en la obra pública

Por Alfredo Flury – [email protected]

La escalada del dólar, el alza del riesgo país y la caída de las acciones de empresas argentinas que cotizan en el mercado de Nueva York no sólo impactaron de manera negativa en las expectativas de los principales actores económicos en el país sino que golpearon también en la Provincia y la Municipalidad de Córdoba que observan con preocupación el deterioro de los principales indicadores de sus propias finanzas públicas.
La incertidumbre para los meses siguientes hasta las elecciones enmarcan un panorama de alta volatilidad que “derrama” en las cuentas públicas de Córdoba, tanto a nivel Provincia como en el municipio.
En ese marco y pese al hermetismo desde ambas administraciones, fuentes consultadas por Comercio y Justicia admitieron que el panorama es complejo.
Es que todas las variables macro golpean a las economías de ambos distritos que incluso tienen un frente en común: gastos salariales que ajustan por inflación frente a ingresos que lo hacen muy por debajo de la suba del índice de precios.
Pese a esa circunstancia, no está en análisis por ahora la posibilidad de emitir algún tipo de bono para cancelar deuda con contratistas del Estado, según pudo conocer este medio en base a consultas con las empresas adjudicatarias de obra pública.
Sí, en cambio, es un hecho que habrá una fortísima desaceleración de la obra pública después de las elecciones del 12 de mayo, no sólo en la Provincia sino también en la Municipalidad de Córdoba.

Será la variable de ajuste desde entonces y a la espera de que el panorama decante. De todas formas, todos coinciden en que la situación será inestable hasta después de las elecciones de octubre. En definitiva, hasta tanto se conozca quién será el presidente desde el 10 de diciembre próximo.
En esa línea, las fuentes consultadas admiten que la situación actual tiene mucho de condimento político por la incertidumbre que se plantea para los mercados respecto a la continuidad de las políticas aplicadas por la administración de Mauricio Macri.
Todos descuentan que, en caso de imponerse Cristina Fernández, siempre y cuando se presente como candidata, habrá una renegociación de deuda al menos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pero probablemente con otros acreedores externos.
En ese marco, la dolarización de carteras comenzó a impactar con fuerza en las últimas horas. Esa situación generó que ayer el dólar minorista alcanza el nivel record de 44,9 pesos que ya supiera tocar días atrás. La diferencia con el momento en que llegó a ese valor con antelación es que esta vez se ubicó a ese nivel aún pese a la liquidación de los exportadores y a las subastas diarias del Banco Central de los dólares provistos por el FMI al Tesoro.
Así, nada parece indicar que la oferta de dólares asegure una estabilidad del tipo de cambio en lo inmediato.
Un dólar creciente golpea de lleno a la deuda de la Provincia y en menor medida a la de la Municipalidad de Córdoba.
En el caso del Gobierno provincial, el pasivo alcanza a 121.793,8 millones de pesos, producto de la dinámica devaluatoria.

De acuerdo al último dato oficial disponible, al 31 de diciembre pasado, la deuda provincial alcanzaba a 103.137,64 millones de pesos. De ese monto, 97.698,31 millones de pesos era deuda en dólares pero convertida a pesos a un tipo de cambio de 37,7 pesos por unidad.
Ayer, la divisa se ubicó en 44,9 pesos. De esta forma, esos 97 mil millones de pesos de diciembre pasaron a 116.353,86 millones de pesos. Sumados a los 5.440 millones de pesos de pasivo en moneda nacional llevan a un total de 121.793,8 millones de pesos.
En definitiva, en cuatro meses la deuda escaló casi 20 mil millones de pesos.
Más del 95 por ciento del pasivo está atado al movimiento de la divisa estadounidense por lo que cualquier movimiento en el dólar golpea de lleno a la deuda.
Por el lado del municipio, está pendiente la cancelación de un bono de 150 millones de dólares que al valor de hoy representan 6.585 millones de pesos, cifra no menor en función del flujo de ingresos de la comuna.
Los vencimientos fuertes que en rigor deberán afrontarse en los mediano plazo, no dejan de ser un frente delicado para ambas administraciones.
Por el lado de la Provincia, las amortizaciones de capital de peso deben pagarse en 2021 cuando vencen la mayoría de los bonos emitidos desde 2016.
En tanto, en el caso de la Municipalidad de Córdoba, el título por 150 millones de dólares deberá cancelarse en 2024. De hecho que aún no se pagó ningún porcentaje del capital.
Pero la suba del dólar también golpea los costos en general por el lado de la inflación. Y la inflación indexa los salarios pero no así los ingresos, al menos en la misma línea.
“La suba del riesgo país exigirá al Gobierno nacional pagar tasas cada vez más altas para renovar deuda o emitir nuevos instrumentos”, indicó una fuente para graficar las complicaciones que traerá para el Gobierno nacional el escenario actual y las perspectivas a futuro.

Vedada la chance de salir a colocar deuda en el mercado externo, todo indica que tanto la Provincia como el municipio buscarán afrontar con los fondos ya tomados el plan de obra pública pendiente y luego reservar el eventual ahorro corriente para atender compromisos corrientes, por ejemplo el tema sueldos o gasto social.
Es que en esta coyuntura, las erogaciones en obra pública aparecen como la única variable de ajuste posible del gasto. En el caso de la Provincia, ya activó hace tiempo una línea de créditos del Banco de Córdoba para atender el pago de certificaciones de obra o de contratos por servicios a los proveedores. Esa línea, anticipada por Comercio y Justicia, se lanzó con un fondeo de 5 mil millones de pesos y luego fue ampliada a 8 mil millones. “Aún hay remanente para cubrir pagos”, dijo una fuente oficial.
También quedan recursos de créditos tomados de fondos internacionales, entre ellos kuwaitíes y emiratíes además de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) más otros fondos del Deutsche Bank y del BBVA además de gestiones ante fondos italianos, en todos los casos para impulsar las obras pendientes.
La idea es preservar el ahorro corriente para atender las obligaciones corrientes y en todo caso sólo abastecer las obras públicas con los créditos externos ya gestionados.
Para el caso de la Municipalidad, la situación es más acotada. Prácticamente no tiene fondos para obras, la Nación no gira los recursos comprometidos -tampoco en el caso de la Provincia-, no habrá gestión de crédito externo y las únicas emisiones que hubo fueron dos colocaciones de Letras del Tesoro por 700 millones de pesos para afrontar vencimientos de otros instrumentos similares emitidos el año pasado.

En ambos distritos, la obra pública ajusta en buena medida a valor dólar. De hecho, el índice de costos de la obra pública que ayer informó la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia, volvió a subir con fuerza en marzo. Los 46 insumos medidos registraron la mayor alza en cinco meses, arrastrados por la devaluación de ese mes.
En ese marco, el ahorro corriente se destinará de lleno a atender las obligaciones impostergables.
Para peor, la comuna tiene claúsula gatillo pura para los sueldos municipales a diferencia del Gobierno provincial que pagará con gatillo hasta agosto para luego analizar la situación.
En ambos casos, el componente salarial es clave en el gasto corriente. Más aún en la comuna donde llega a casi el 60 por ciento.
A esa exigencia hay que sumarle otras erogaciones no menos importantes como el gasto social o en subsidios al transporte y la energía eléctrica para tarifas sociales como el caso del Gobierno provincial.
Todo en un contexto donde la recaudación sigue cuesta abajo.
Según pudo conocer este medio, los ingresos propios del Gobierno provincial en abril siguen en la misma tónica que los de los últimos meses. Suben en torno al 30 por ciento pero con una inflación que supera el 55 por ciento en la medición interanual.

La coparticipación, en tanto, sigue en la misma línea con el agravante que representa seis de cada 10 pesos que recauda la Provincia.
Para peor, la cosecha record incide principalmente en las retenciones que no se coparticipan. En el caso de Córdoba, apenas con una mejora en la recaudación del Inmobiliario Rural e indirectamente en Ingresos Brutos por el mayor gasto en las economías del interior.
Nada hace suponer que la dinámica se modifique en el corto plazo.
En esa circunstancia, ambas administraciones afrontar desafìos claves y observan con preocupación e incertidumbre la evolución de la economía nacional y su “derrame” en los distritos subnacionales

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