ESCUCHAREn marzo el índice de la actividad del mercado inmobiliario rural subió 15% con relación a febrero.
Los pequeños y medianos inversores aprovechan los nuevos valores de los campos para consultar,
contraofertar y gestionar negocios
La baja de los valores de los campos, que entre 2011 y el año pasado representa casi 40%, ha causado una mayor actividad inmobiliaria rural durante el mes de marzo, según explicó a Comercio y Justicia Javier Christensen, presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), con relación a la publicación del Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR).
Si bien en el comparativo interanual el indicador muestra una caída de 17,6 por ciento, la diferencia entre marzo y febrero muestra una suba de 15%.
“Sin dudas influye que el comparativo está en relación con los meses de verano, cuando la estacionalidad muestra períodos de poca actividad, pero es real que hay mayor actividad, no tanto ventas ni cierres, sino mayor movimiento porque se ven con otros ojos los nuevos valores de los campos”, explicó a este diario el representante de la cámara.
Es que los inversores, según explicó, ante el reacomodamiento de los precios, están volviendo a valorar la tenencia de un activo en tierras en lugar de bonos.
De todos modos, dijo, se trata de inversores pequeños a medianos, los “típicamente” pertenecientes al sector y conocedores de las tierras y los momentos, según indicó.
Con valores hasta 40% más bajos que en 2011
Recordó que respecto al año 2011, los valores de los campos se han depreciado desde 15 a 20%, a lo que se sumó el año pasado, otra baja del mismo rango. “Es decir, un campo que en la zona núcleo valía US$15.000, hoy está en US$11.000, siendo una gran oportunidad”, apuntó.
“La baja de los precios insta a poder realizar negocios inmobiliarios, además, hay perspectiva de buenas cosechas lo que hace que se comiencen a mover los campos medianos a chicos”, remarcó. Por lo contrario, los grandes inversores, cuyos perfiles se dedican abiertamente a estudiar distintos y oportunos modos de inversión, siguen ausentes, según añadió Christensen.
“Los grandes inversores son más cautelosos, tienen los negocios diversificados, destinan la plata en cualquier negocios menos en producción”, especificó.
Perspectivas
Un año electoral es un período de poca actividad, el sector espera que una vez transcurridas las elecciones el horizonte se pueda despejar. “El sector agropecuario ha sufrido mucho por las retenciones y el cepo y la gente está con mucho temor que todo se vuelva para atrás”, dijo y recordó que hoy el nivel de actividad, comparado con el máximo de 97 puntos vivido antes del cepo del año 2011, se encuentra a un tercio, es decir, 32 puntos.
