Mejoró la participación femenina en Gerencia y de Jefatura/Supervisión, dos niveles jerárquicos en los que las mujeres crecen sostenidamente desde 2012; al contrario, el incremento en la participación femenina es escaso en altos niveles jerárquicos como lo de Dirección y Dirección General. Así se desprende del monitoreo que realiza la consultora de Recursos Humanos Mercer, que relevó la presencia de las mujeres en el ámbito laboral y comparó los resultados 2019 respecto de 2017.
En 2018, la brecha salarial de género promedio alcanzó ocho por ciento, considerando toda la escala jerárquica. Dentro de la generación millennial, las mujeres son mayoría y alcanzan 55% de participación.
En los niveles de Jefes y Supervisores, la presencia de mujeres creció de 28 a 35%; en el nivel de Gerencia de 27% a 30% y, en menor proporción, también se registró una mejora en los niveles más altos de la estructura jerárquica de las corporaciones en la participación femenina: a nivel de Director creció la presencia de las mujeres, de 15% a 16%, lo mismo que a nivel de Director General, el máximo cargo en las organizaciones, de seis a siete por ciento.
Estos datos surgen de la encuesta Total Remuneration Surveys 2018 en la que participaron 452 empresas líderes nacionales y subsidiarias de multinacionales de distintas industrias.
“El esfuerzo de las empresas se empieza a reflejar en los números de participación femenina, aunque falta mucho todavía. El tema está instalado en la mayoría de las organizaciones; además, a medida que vaya ocurriendo el recambio generacional, la tendencia a la paridad naturalmente va a acelerarse porque las nuevas generaciones tienden a ser más abiertas a los conceptos de paridad”, explicó Ivana Thornton, directora de Career de Mercer.
En relación al salario, en el informe se advirtió sobre que se registra una diferencia en el salario mensual de ocho por ciento a favor de los hombres, considerando a todos los niveles jerárquicos. “A nivel de Gerencia General la brecha salarial fue la más alta, de 21%, mientras que a nivel de Director, el nivel jerárquico inmediatamente inferior a éste, la diferencia es de siete por ciento, una reducción de dos puntos porcentuales respecto del año pasado”, se afirmó. Mientras que los hombres ganan más en todos los niveles de la organización, la menor diferencia se encuentra en el nivel de Gerencia, con solo cuatro por ciento a favor de los hombres. A nivel de Jefaturas, la diferencia es de cinco por ciento, al igual que la brecha en el nivel de Analistas, nivel que mejoró dos puntos porcentuales respecto del año pasado.
Ellas aún no acceden a ser CEO
Si se comparan las cifras de 2018 con las registradas en el 2012, el progreso en la participación femenina en las organizaciones ha sido mucho más notorio en los niveles de Gerencia, donde la presencia femenina creció 17 puntos porcentuales -de 13 a 30%- y de Jefaturas y Supervisión, donde el crecimiento registró 14 puntos porcentuales -de 21 a 35%-. Luego de estos niveles, la presencia de las mujeres en puestos de alta dirección sigue retraída, registrándose progresos, aunque mucho más modestos.
“La presencia de mujeres disminuye significativamente a medida que asciende el nivel jerárquico porque las mujeres se retraen a mediana edad de la carrera corporativa. Una de las barreras que enfrentan para su desarrollo profesional es que todavía dedican mucho más tiempo que los hombres al trabajo doméstico, es decir al trabajo no remunerado. La responsabilidad desproporcionada sobre este tipo de trabajo impacta negativamente limitando las oportunidades de las mujeres”, explicó Thornton quien aclaró que es el “techo de cristal” el que explica que a nivel de CEO sólo siete por ciento de la muestra esté compuesta por mujeres.
“A nivel de Alta Gerencia y Gerencias, la diferencia salarial responde a la ‘pared de cristal’: en algunas industrias aumenta la participación femenina en estos niveles pero en puestos de staff o de soporte, con menores remuneraciones a diferencias de los puestos core, vinculados directamente al negocio y con mayor nivel de remuneración y ocupados en su mayoría por hombres”, explica Thornton.