Este restaurante invirtió $800.000 en una nueva estética, sumó una sala para niños y acondicionó
un espacio de distribución para avanzar en un plan de expansión de la marca
El sábado pasado, el espacio gastronómico Sale 1729, ubicado en la avenida Luis de Tejeda 4444, en el Cerro de las Rosas, reinauguró su local después de un cierre temporal para realizar mejoras en su propuesta.
“Aunque nuestra primera apertura oficial fue en septiembre del año pasado y en virtud de la demanda de nuestros clientes, decidimos reacondicionar el espacio con una nueva estética acorde al producto de calidad que ofrecemos”, comentó a Comercio y Justicia Ezequiel Arriola, propietario de Sale.
La iniciativa implicó una inversión de $800.000 en iluminación, rediseño, mobiliario y una nueva sala para niños, entre otros detalles. Los autores de estos cambios fueron los integrantes del estudio de arquitectura 213.
Además, el nuevo establecimiento contempla un espacio acondicionado para un futuro centro de distribución, con el que planea expandir la marca mediante franquicias.
“Nuestro objetivo es franquiciar la marca, algo que está en proceso y tenemos previsto avanzar luego de esta reapertura”, adelantó Arriola.
El valor diferencial de la propuesta gastronómica está basado en un sandwich gourmet único en el mercado, con ingredientes premium que van desde el bife de chorizo al salmón y los langostinos.
La cocina está a cargo del chef cordobés Sergio Blanco, quien tiene una prestigiosa trayectoria en el sector en sitios como San Honorato o La Casona. Con Arriola, ex jugador de los clubes Atlético Belgrano y Racing de Nueva Italia, Blanco comparte su pasión por los colores celestes, que predominan en la nueva estética.
El restaurante abre todos los días desde la mañana hasta la noche y los domingos a partir de las 18.
El precio de los sandwiches rondan entre los $200 y $290, mientras que al mediodía se ofrece menú ejecutivo con seis opciones de platos elaborados que incluyen carne, pollo, cerdo o ensalada. El precio es de entre $200 y $240.
El espacio tiene unos 200 m2, capacidad para 150 cubiertos y demandó una inversión total de 3,5 millones de pesos. “Apuntamos a todo tipo de público. Al mediodía nos enfocamos en la gente que trabaja en la zona y por la noche a quienes buscan un ambiente relajado, con un menú de alta calidad”, destacó Arriola.
Entre algunos detalles de la propuesta se destaca la fecha que acompaña la marca.
El año en marca está inspirado en el conde John Montagu, de la histórica ciudad de Sándwich, quien en el año 1729 se adjudicó la invención del famoso emparedado. Se cuenta que durante las negociaciones de paz en Aquisgrán, su pasión por los juegos de naipes lo habría llevado a descuidar las comidas.
“Preocupados por ello, sus criados se las ingeniaron para prepararle alimentos que pudiera comer sin dejar de jugar a las cartas. Así, el conde se acostumbró a utilizar dos rebanadas de pan para evitar mancharse los dedos con el fiambre y las carnes frías, lo que le permitía satisfacer su apetito sin dejar de jugar”, explicaron los dueños del lugar.
En esta sintonía, Sale 1729 destacó que asume el desafío de transportar esta comida histórica y medieval hacia los nuevos tiempos, combinando ingredientes y recetas de primera calidad.