Conclusiones de una investigación que forma parte de Educación en Foco, el nuevo espacio que abre mañana la Universidad Católica de Córdoba. La forma de ser y actuar hacia el niño es lo que distingue al docente de un mero instructor, sostiene el estudio
Por Carolina Klepp – [email protected]
La sensibilidad del maestro es la que le otorga sentido a la enseñanza y al aprendizaje como actividades prioritarias para mejorar la vida de las personas. Esta conclusión se desprende de la tesis de maestría de Laila Daitter, magíster en Investigación Educativa.
También escritora y profesora en enseñanza preescolar, Daitter se planteó algunas preguntas: ¿quién enseña a un docente a tratar a un niño cuando está asustado? ¿Cómo aprende qué hace cuando llora? ¿Qué pedagogía le aporta el saber necesario para descubrir cuándo ese niño tiene hambre o tiene frío? ¿En qué teoría se basa la formación del docente para enseñarle qué hacer cuando un niño se muestra triste?
“Todas estas cuestiones parecieran constituir un vacío de saber. Los maestros dicen aprender estas cuestiones a partir de la experiencia, apelando a recursos propios, de acuerdo con su propio criterio.
A menudo utilizan conocimientos aprendidos según las costumbres de la institución donde trabajan, imitando a otros docentes de mayor antigüedad.
Otra fuente de recursos son los recuerdos de su propia trayectoria escolar, recurren a modelos docentes de otras décadas, como así también recurren a soluciones domésticas e intuitivas planteadas en el seno de sus propias familias”, detalla la investigación que forma parte del nuevo espacio especializado en educación que mañana inaugura la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Se trata de “Educación en Foco”, creado para comunicar y compartir conocimientos como investigaciones, tesis, trabajos y todo material de debate y trabajo conjunto generado en esa casa de altos estudios.
La investigación de Daitter, divulgada en el marco de este lanzamiento, sostiene que la trama vincular que se da en el marco de una institución escolar tiene una doble dimensión de acuerdo con los sujetos que actúan.
La manera de actuar del docente influye en los resultados de los aprendizajes. “El concepto de ‘tacto’, entendido como forma de ser y actuar con los niños, adquiere significación para orientar ciertos aspectos de la relación entre docentes y alumnos. El ‘tacto’ cuenta con herramientas como la palabra, el silencio, la mirada, el gesto, el ambiente, el ejemplo. El ‘tacto’ es una ‘una influencia sutil’, el trabajo del maestro está impregnado de sutilezas, tanto que no hace falta recurrir al señalamiento de los errores en público. Es lo que inspira confianza a los alumnos, es saber improvisar. Esto último es lo que transforma a un docente en docente y no en un mero instructor”, distingue la investigación.
Finalmente, agrega que los maestros que atienden a niños en poblaciones en situaciones difíciles en cuanto a recursos o con desintegración familiar, ejercen una responsabilidad “en lugar de los padres”, en cuanto a que sus responsabilidades pedagógicas se asocian a tareas de consejeros, administradores escolares, psicólogos y trabajadores al cuidado de niños.
Cabe resaltar que el objetivo de “Educación en Foco” de la UCC es mantener una usina de conocimientos especializados en la materia y crear una instancia de comunicación, vigilancia e incidencia en las políticas públicas.
Entre las tareas que se intentan afrontar mediante este espacio está realizar un seguimiento de los problemas educativos y los objetivos y metas gubernamentales de Córdoba y Argentina, y realizar aportes mediante el conocimiento especializado a la discusión de estos temas.
Para más información los interesados pueden ingresar a www. ucc.edu.ar Facultad de Educación/ Educación en foco, o escribir al mail [email protected]
Manos que abrigan
“La mañana está fría, el termómetro marca cinco grados. Los chicos entran al aula todavía oscura. La maestra toma una a una las manos cuarteadas por el frío, les pone un poco de crema para manos. Ella dice que cada vez que llega el invierno pone la crema en la cartera y la reparte entre las manos de sus alumnos”, describe la autora de la tesis. Y se pregunta: ¿Cuál es la dimensión educativa que cabe en las manos cuarteadas de frío que interpelan a la maestra? ¿Cuánto más abriga este gesto?
Concluye: “Es esa sensibilidad del maestro la que le otorga un tinte de sentido a la enseñanza y al aprendizaje como actividades prioritarias para mejorar la vida de las personas, rescatarlas; constituyen un nuevo desafío”.
Excelente. Ser Docentes no se limita a una profesión, es una vocación de servicio que trasciende cualquier barrera, porque el verdadero Docente lo primero que pone en juego cada día es su corazón. Gracias Laila Por este testimonio tan humano.