Por Sergio Castelli* y María Constanza Leiva**
Los derechos de imagen no dejan de estar en el centro de la polémica, y es que las series biográficas están dejando mucha tela para cortar. Y, claro, los familiares del titular de la vida que está siendo retratada en un tira de ficción no quieren quedarse con el mal sabor sin realizar su debido descargo.
Como ya expusimos en columnas anteriores, Sandro de América fue la serie argentina rodeada de más controversias en lo que va del año. Sin embargo, nuestras series vecinas tampoco se quedan atrás.
Y es que Pablo Escobar, el reconocido líder del Cartel de Medellín, tuvo una vida digna de ficción, que con el tiempo, acabó dando lugar a numerosas ficciones: entre ellas El cártel de los sapos, El capo, Escobar, el patrón del mal, El Señor de los Cielos y -una de las más resonantes- Narcos, producida por Netflix, cuya primera temporada salió en 2015 y la cuarta temporada tiene programación para el próximo mes.
Esta última tira fue duramente criticada por el hijo de Escobar, quien sostiene que no muestra la realidad de los últimos días de su padre.
Así, publicó en sus redes sociales un artículo que tituló: “Narcos 2 y sus 28 quimeras”, manifestando su versión de ciertos hechos y personajes retratados en la serie que no se condicen con la realidad.
Las principales quejas se dirigen al retrato de su padre, a quien habrían representado como hincha del Atlético Nacional, cuando según su hijo, Pablo Escobar era hincha del Deportivo Independiente Medellín, sosteniendo: “Si los guionistas no saben ni el equipo favorito de Pablo ¿Cómo atreverse a contar el resto de una historia así y venderla como cierta? ¿Acaso todo vale?”. Sin embargo, también se cuestionaron otros personajes, entre los que encontramos a su tío materno y otros integrantes de la banda, como también ciertos hechos que no fueron expresados tal cual sucedieron, como el escape de la cárcel.
En este mismo contexto nos encontramos con la película basada en Rodrigo: El Potro, lo mejor del amor. Antes del estreno surgieron los reparos: el primero de ellos provino de Marixa Balli, ex pareja del cantante, quien manifestó que no deseaba ver la película por no estar de acuerdo con haber sido retratada en modo “rubio” por Jimena Barón.
La mamá, Beatriz Olave, luego de ver la película, emitió un comunicado de prensa expresando: “Pongo en conocimiento de los medios de comunicación que, habiendo visto la película, no emitiré opinión o comentario, ni realizaré declaraciones de ninguna índole”. También agradeció el interés y solicitó respeto por la memoria de su hijo.
Mientras Beatriz eligió una salida elegante, la prima de Rodrigo manifestó en las redes sociales su deseo de que no saliera a la luz la película por no haberse basado en la vida real de su primo.
Frente a ellos, Ramiro Bueno, el único descendiente del cantante, fue quien apoyó la película desde sus inicios y se ubicó cerca de la producción, definiendo detalles de la película y cuidando la imagen de su padre.
Habrá que verla y sacar conclusiones propias.