Apuntalada por el alza del dólar y la demanda china y rusa, la industria frigorífica habilitada para exportación trabaja al tope de su capacidad y hasta suma personal. El frigorífico cordobés Logros podría sumar un nuevo turno de trabajo
Por Javier De Pascuale – [email protected]
Se trata de una de las pocas actividades que están trabajando a toda máquina, en una economía que tiende a desempeñarse a media máquina. El sector cárnico orientado a los mercados externos vive un veranito económico, con un crecimiento de las exportaciones del orden de 70% medido en cantidades y de más de 50% si lo medimos en dólares. Al punto que el país se dirige a cerrar un año récord para la actividad, con ingresos por más de 2.000 millones de dólares y despachos por más de 400 mil toneladas de carne, el doble de lo exportado en 2015 por ejemplo.
“Creo que ya podemos decir que recuperamos el terreno perdido en los últimos años. Estamos volviendo a lo que se exportaba en el año 2009 y a los niveles históricos de la carne que enviaba la Argentina al mundo, históricamente”, confirmó a Comercio y Justicia Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) y director ejecutivo de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne (Afic).
Por supuesto, la renovada competitividad que otorga el alza incesante de la cotización del dólar desde mayo tiene mucho que ver con esa realidad sectorial, en tanto que el otro gran factor explicativo del ritmo al que se mueve el sector tiene nombre de un país-continente: China. China y sus 1.380 millones de habitantes, para ser más precisos. El mercado de los mercados duplicó su demanda, en tanto que otros países como Rusia la quintuplicaron.
“Volveremos este año al top ten de los principales exportadores de carne del mundo, desde donde nunca nos debimos ir”, afirman satisfechos los ejecutivos del sector frigoríficos, al destacar que este año el país podría ubicarse en el sexto o el séptimo lugar mundial, para “muy pronto” ubicarse en el top five global.
La actividad puramente exportadora podría tener mucho más desarrollo en la industriá cárnica de Córdoba del que tiene, explican, sólo que “los tiempos de las certificaciones son lentos, los mercados muy exigentes y los terrenos perdidos en protocolos de intercambio enormes”. Es la razón por la cual sólo un frigorífico cordobés, Logros (Río Segundo) integra el selecto club de los 28 establecimientos autorizados para exportar a los destinos más calificados, como China, Rusia, la Unión Europea, entre otros.
Según fuentes de la Afic, son varios los frigoríficos que han tomado personal para responder a la alta demanda e incluso Logros está en condiciones de agregar un segundo turno de despostada (separación de cortes). “Todo depende de que se mantenga la competitividad del dólar y de que no se traslade el alza de la divisa al precio de la hacienda, ya que si eso sucede empezamos a perder plata”, explican los empresarios, satisfechos a medias con las gestiones del gobierno nacional en Extremo Oriente para recuperar mercados y sumar a proveedores locales (ver aparte). “Uno siempre espera mayor celeridad en la tarea, aunque reconocemos que mercados como China son muy difíciles”, dijo un empresario que prefirió guardar el anonimato. Lo cierto es que la actividad hoy suma personal, uso de instalaciones y máquinas y crece como pocas en un mar de recesión.
Carne argentina al mundo
Por décadas el país integró el top five de exportadores de carne a nivel mundial. Pero a 2015 la Argentina no estaba ni en el top ten.
El trabajo sostenido de la mesa sectorial logró resolver cuellos de botella en el sector. La devaluación de la moneda hizo su aporte.
Hoy el país ve cómo la demanda china se duplicó y la rusa se quintuplicó. La exportación llegará este año a 400 mil oneladas, que es el doble de lo que se enviaba en 2015 y los frigoríficosexportadores pueden llegar a los 50.