Por Saúl Musicante *
Continúa la incertidumbre en el mercado financiero local, reflejado en la performance de las principales variables financieras.
En ese sentido, un aspecto importante que concita la atención de los operadores está relacionado con las consecuencias potenciales de la licitación de Lebac a realizarse en la semana entrante -dadas las medidas anunciadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) con el fin de reordenar la utilización de los instrumentos aplicados a la política monetaria- en la que se prevé renovar la mitad del monto que vence en esa especie, ofreciendo letras emitidas por el Tesoro y otros instrumentos emitidos por el BCRA e incrementando los encajes bancarios.
Para el caso de que queden pesos excedentes, el ente rector anunció que, de ser necesario, ofrecerá dólares de sus reservas mediante subastas.
Estos anuncios se efectuaron en un contexto en el que continúan febriles negociaciones con el FMI para lograr modificaciones al acuerdo alcanzado oportunamente y en el que fuentes del mercado estiman que llegará sobre el inicio de la próxima semana, en medio de trascendidos que indican un freno a los desembolsos de ese organismo hasta la firma del nuevo acuerdo.
Asimismo, en el ámbito político, el mercado continúa expectante sobre las negociaciones con parte de la oposición para lograr la aprobación del presupuesto nacional en tiempo y forma por el Congreso.
En este complejo escenario, los activos financieros reflejaron un comportamiento disímil, en el que el tipo de cambio marcó nuevos récords, presionado por una demanda incesante.
El BCRA intervino de manera acotada vendiendo divisas en el mercado, en una estrategia que apuntó a suavizar la magnitud de la suba. La demora en estabilizar el mercado cambiario repercute seriamente en la economía real, especialmente en empresas donde el precio de sus productos está dolarizado, algunas de las cuales prácticamente han paralizado las operaciones por la fluctuación de la moneda, cuyo valor excede las estimaciones de equilibrio de mediano plazo efectuadas por los analistas y sólo se justifica como consecuencia de un cambio de portafolio por parte de los inversores.
Otra realidad se vivió en el mercado de renta fija donde se observó una base compradora desde el inicio del mes, con especies que generaron ganancias de hasta ocho por ciento medidas en dólares en el citado período, como fue el caso del DICA 2033.
Con respecto a los títulos denominados en pesos, los anuncios aludidos anteriormente impactaron favorablemente, con los rendimientos de las Lebac de menor duración cerrando por debajo de 40% anual, muy por debajo de la tasa de política monetaria.
El mercado de renta variable se movió con mucha volatilidad, especialmente en las acciones de bancos sector que operó más del 50% del volumen total y con el Índice Merval, mostrando una suba superior al 10% en dólares en lo que va del mes en curso. La reclasificación de Argentina como mercado emergente le estaría dando un soporte a las cotizaciones.
En conclusión, dada la relevancia de los temas irresueltos, los inversores conservadores deberían mantener suma cautela en el manejo de sus portafolios, básicamente apuntando a mantener activos de muy buen riesgo crediticio, corta duración y denominados en moneda extranjera.
Si bien los activos argentinos en general poseen una valuación atractiva, por el momento la demanda es exigua. En la medida que se vayan despejando las dudas, el flujo irá retornando con el consiguiente impacto alcista en los precios. ¡Es importante estar atentos!
* Asesor financiero de S&C Inversiones SA