En un escenario de alta volatilidad, los especialistas coincidieron en que no es posible trazar perspectivas a largo plazo. En tanto, dieron distintas visiones sobre condiciones internas y externas que contribuyen al alza en la cotización
Por Luz Saint Phat – [email protected]
En otra jornada de alta volatilidad del mercado cambiario, el dólar cerró ayer para la venta minorista en $32,05, marcando un nuevo récord en su cotización.
La tendencia alcista se consolidó a pesar de que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) concretó otras dos subastas en las cuales vendió US$100 millones en cada una. Según se comunicó oficialmente, la primera licitación fue realizada al mediodía y la segunda se anunció a minutos del cierre, debido a la fuerte demanda que se registró en la rueda de ayer.
Al respecto de esta nueva crisis cambiaria, economistas consultados por Comercio y Justicia señalaron – en términos generales- la importancia de que el Gobierno nacional logre dar una señal clara que pueda frenar la corrida.
Según precisaron las fuentes consultadas, es complejo anticipar cómo cerrará el valor del dólar al finalizar 2018, aunque indicaron que es posible que continúe presionado por la fuerte demanda.
“En este contexto, los escenarios más pesimistas cobran cierto índice de verdad, aunque hoy en día es muy difícil hacer una proyección. Incluso saber a cuánto va a estar el dólar en una semana es difícil. Nosotros tenemos un piso de $33 para finalizar 2018 y desde allí para arriba. Todo depende de cuál es la señal que efectivamente el Gobierno logre dar para estabilizar los mercados”, dijo Matías Rajnerman, coordinador de análisis económico de la consultora Ecolatina.
“Yo prefiero no arriesgar una cifra porque esto depende mucho de cuál sea el comportamiento de la inflación y de las medidas que anuncie el Gobierno en términos de materia fiscal, y eso puede llegar a generar algún factor de confianza o desconfianza que pueda producir deslizamientos hacia arriba o hacia abajo en el valor de la divisa”, dijo por su parte el economista Daniel Semyraz, también en conversación con este medio.
“La situación puede llegar a estabilizarse rápidamente si el Gobierno logra anunciar un conjunto de medidas que sean fuertes y creíbles, como un programa de estabilización de shock; como también esto podría derivar en algo que tenga un derrotero perverso si es que el Gobierno demuestra poca pericia para manejar variables que en este momento se están descontrolando de manera progresiva”, agregó el especialista.
“Va a haber mucha presión de la demanda de dólares en los próximos meses. Porque si en un momento no presionan los exportadores, lo hacen los que demandan para ahorro o los que quieren acumular para sacarlos del país antes de que esto pueda entrar a una crisis más severa”, dijo, respecto de cómo se comportará el mercado cambiario en los próximos meses, Ernesto Mattos, economista e investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e integrante del Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación.
Factores
Por otro lado, en relación con los determinantes de la suba, hasta ahora sin techo, de la moneda estadounidense, los distintos economistas observaron factores internos y externos diversos.
Para Mattos, convergen en esta situación medidas que implementó el Gobierno nacional, como la libre compra de dólares por parte de empresas y personas, la eliminación de los derechos de exportación, la movilidad de los capitales y la libertad que se les otorgó a los exportadores para decidir el momento de la liquidación de las divisas.
“Esas cuatro medidas son el corazón de esta situación que nos está llevando a que se demanden divisas y que falten dólares, los cuales el Gobierno no consiguió sobre la base del comercio exterior sino con endeudamiento, que fue a cubrir la demanda de la fuga de capitales”, dijo el investigador.
En tanto, Rajnerman explicó que “al comienzo del mes, lo que empezó a presionar al dólar fueron los factores internacionales: la crisis en Turquía y la incertidumbre política y económica de Brasil después. Ahora bien, esos dos factores se replicaron de manera potenciada en Argentina y lo que empezaron desatar fueron dudas sobre el cumplimiento del programa financiero del 2019”.
Y agregó: “Lo que está buscando el Poder Ejecutivo para poder sanearse, para poder calmar las expectativas, es dar señales concretas de que ese financiamiento ya está. Esa es la estrategia oficial que, lamentablemente, no está logrando convencer a los inversores”.
Semyraz por su parte aseguró: “El principal factor que incide es la falta de un programa antiinflacionario por parte del Gobierno”.
Y detalló: “El problema de la inflación en Argentina se explica fundamentalmente porque el déficit fiscal es muy elevado y el Gobierno aún no ha comenzado a tomar medidas que estén orientadas a reducir ese déficit, ya sea para mejorar la recaudación impositiva o para reducir la magnitud del gasto público”.
Y concluyó: “Si no se trabaja sobre esas dos principales variables es muy pobre el resultado que se va a conseguir”.
Opiniones
1-Matías Rajnerman (Ecolatina): “Nosotros tenemos un piso de $33 para finalizar 2018 y desde allí para arriba”.
2 – Daniel Semyraz: “La situación puede llegar a estabilizarse rápidamente si el Gobierno logra anunciar un conjunto de medidas que sean fuertes”.
3 – Ernesto Mattos (UBA – Centro Cultural de la Cooperación): “Va a haber mucha presión de la demanda de dólares en los próximos meses”.