El Estimador Mensual del Indec reflejó ayer una merma de 6,7% en la actividad en ese mes. Se acumula así la tercera baja interanual consecutiva, lo que arrastra el resultado de la primera mitad del año hacia el rojo. El campo, el comercio y la industria, entre los sectores más afectados
La actividad económica se derrumbó 6,7% en junio respecto de igual mes de 2017, profundizando la caída que venía registrando en los últimos meses, de modo tal que el resultado del primer semestre se tornó negativo en 0,6% interanual, de acuerdo con lo que informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De este modo, el nivel de actividad acumuló su tercera baja interanual consecutiva. En tanto, respecto de mayo, la economía retrocedió 1,3% en su medición desestacionalizada, de acuerdo con el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) .
Tal como se preveía, el derrumbe de la actividad general se debió en mayor medida al flojo desempeño del campo que, producto de la mayor sequía de los últimos 50 años, registró una caída muy grande en los volúmenes de producción. Así, según los datos oficiales, la actividad de la Agricultura y ganadería se contrajo 31% en el sexto mes del año, respecto de igual lapso del año anterior.
La actividad de la Pesca también mostró un fuerte retroceso de 16% interanual.
De acuerdo con los datos del Indec, por detrás de esas caídas se ubicaron las contracciones en las actividades de Comercio mayorista, minorista y de reparaciones, que fue de 8,4% respecto de junio del año pasado; y la baja de 7,5% de la Industria manufacturera, para igual comparación.
Transporte y comunicaciones mostró una baja interanual de 6,1%.
Del otro costado se ubicaron los desempeños de la Explotación de minas y canteras, Intermediación financiera y Electricidad, gas y agua, que registraron subas de 4,9, 4,6 y 4,3% respectivamente, siempre respecto de igual mes de 2017.
La Cepal pronostica una baja
En tanto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) rebajó sus proyecciones de crecimiento para la región, pasándolo de 2,2% a 1,5%, alertando sobre un “complejo escenario global”.
“Mientras que en economías como las de Chile, Colombia, México y Perú el crecimiento se ha recuperado, en Argentina, Brasil y Venezuela se ha deteriorado”, explicó el organismo, que estimó que la actividad económica en el país caerá 0,3% este año.
El reporte detalló que, en el primer semestre de 2018, las economías de América del Sur crecieron en torno a medio punto porcentual por debajo de 2,2% del semestre anterior. Por su parte, las de Centroamérica y México registraron una tasa de crecimiento de 2,3% este primer semestre, una tasa medio punto superior a la del segundo semestre del año pasado.
Como contexto, la Cepal estimó que la economía mundial crecerá en torno a 3,3%, aunque con una alta heterogeneidad entre los países, destacando el efecto de las tensiones comerciales y una mayor incertidumbre.
“Es prematuro hablar de guerra comercial, pero sí vemos conflictos de gran importancia”, apuntó en conferencia de prensa Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva del organismo, en la presentación del informe anual sobre el desempeño económico de la región durante el primer semestre del año.
Bárcena también destacó que en los últimos meses se ha disparado la volatilidad financiera, llamando “índice del miedo” al temor de las empresas por los mayores riesgos al contexto, impulsados por los aranceles y las tensiones bilaterales.
En cuanto a la situación laboral, la Cepal apuntó que, aunque aumentó ligeramente el desempleo, se registró un alza de los salarios reales promedio de la región.