sábado 23, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Juezas van a fondo con perspectiva de género en las decisiones y políticas judiciales

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La neurociencia -con un estudio sobre prejuicios y estereotipos a la hora de decidir-, los delitos de trata de persona y femicidio, y las experiencias de distintas provincias sobre acciones y fallos que hacen foco en la mujer son parte del Encuentro Nacional de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina

Por Carolina Klepp – [email protected]

¿Qué incidencia ha tenido la concientización en materia de perspectiva de género entre los operadores jurídicos? ¿Cuánto se tiene en cuenta a la hora de juzgar? ¿Qué falta por avanzar para que haya mayor justicia con las mujeres? Magistradas de todo el país se encuentran reunidas en Paraná en el Encuentro Nacional de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina (AMJA). Veinticinco de ellas son cordobesas y analizan estos temas.
La neurociencia y la identificación de los prejuicios y estereotipos en el derecho, los avances y las carencias que aún circundan los delitos de trata de persona y femicidio, así como las experiencias de distintas provincias sobre acciones y fallos que hacen foco en la mujer fueron algunos de los temas que trataron ayer.
La conferencia de apertura estuvo a cargo de la vocal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, María Soledad Gennari, quien incorporó la visión neurocientífica. “La toma de decisiones es un proceso cognitivo, complejo, en el cual intervienen distintas áreas del cerebro.
Muchas veces estamos conflictuados y con problemas de coherencia. Se experimentan sensaciones de incoherencia, esto indica que no estamos razonando aquello que estamos sintiendo. Hay una química que da alarma a la incoherencia”, describió la jueza, quien explicó cómo distinguir estereotipos y prejuicios y despejarlos a la hora de dictar un fallo.
En ese sentido se basó en estudios del neurocientífico Facundo Manes. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de autoobservarse, motivo por el cual en Neuquén crearon un Observatorio de Sentencias con perspectiva de género, e instó a realizar una lista de prejuicios y estereotipos al estilo de la nomenclatura que tiene Colombia al respecto.

Finalmente, lanzó una inquietud, que avanza en otros países como Estados Unidos: “¿Es posible en un futuro evaluar psicosocialmente el nivel de estereotipia o prejuzgamiento de una persona? Esto para que tengamos resoluciones libres de prejuicios y estereotipos”, señaló y lanzó una hipótesis de tenerlo en cuenta, por ejemplo, a la hora de los concursos judiciales.
Luego siguió el panel de “Trata de personas. Delito de Lesa Humanidad”, en que expusieron Alejandra Mangano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas; el fiscal federal Juan Pablo Curi, así como los jueces federales Carlos Vera Barros, Santiago Inchausti, Sebastián Casanello y Julián Ercolini. Cabe aclarar que estos dos últimos magistrados no hicieron ayer declaraciones a la prensa referidas a ninguna de las causas vinculadas al accionar del anterior gobierno en las que actuaron o están actuando. Ambos sólo se refirieron a trata de personas.

La moderación estuvo a cargo de la jueza federal chaqueña Zunilda Niremperger, quien sintetizó: “A pesar de la concientización que existe, de la capacitación que se ha instaurado en los distintos lugares, aún estamos bastante en los comienzos de una implementación real de la perspectiva de género en algunas decisiones y actitudes que se toman al momento de encontrarnos con casos que requieran un criterio ecuánime de los operadores”.
Para Vera Barros hay un problema de las barreras culturales que no se rompen y son aquellas que han establecido desigualdades entre los géneros y que hacen que, por ejemplo, en las relación entre personas con poder y desempoderadas, se pierde que detrás de la explotación existe un tipo de consentimiento.
Por el contrario, dio el ejemplo de un fallo en el que sobreseyeron a una “madama” por considerar que ella estaba en estado de vulnerabilidad igual que el resto de las mujeres sometidas a trata”.
Al respecto, Niremperger sostiene: “Muchos jueces y policías dicen que si la víctima es mayor de edad seguramente aceptó la relación, en el caso de explotación sexual o laboral, en trata de personas, y no están analizando de que no puede haber un consentimiento en una desigualdad de condiciones, con personas que no tienen posibilidad de decidir. Falta legislación, falta jurisprudencia, pero falta por sobre todas las cosas cambiar la cabeza de los jueces”.

En tanto, Ercolini, se refirió al delito de mercado que produce nuevos objetos y servicios, que parece que hubiera una acuerdo de partes -entre víctimas y victimarios- pero no es así. “La víctima tiene vulnerabilidad y el consentimiento no puede ser válido”. Respecto de la trata, concluyó: “Como actores en la administración de justicia, tenemos que apoyar una resignificación de los crímenes de lesa humanidad, que son crímenes de mercado”.
A su turno, Casanello graficó que en estructuras de dominación, de desigualdad, de personas que cosifican a personas: “Hablamos de eso que revuelve el estómago y es lo que afecta a la humanidad”. Apeló a intentar igualar con la “palanca” que es la perspectiva de género.
“Los casos más exitosos en el juzgado fueron cuando se les restituye la palabra a esas mujeres. El Estado dando respuesta, reaccionando de manera fuerte, cautelando el decomiso los bienes para el resarcimiento de la víctima”, afirmó.
En tanto, Inchausti se refirió al abordaje interdisciplinariamente para preparar a las mujeres antes de tomar la testimonial, asistiendo y acompañando a la víctima. Mencionó que un desafío es empoderarlas en su derecho a ser querellantes de las causas y que puedan obtener indemnizaciones. También alertó sobre la trata de niñas con matrimonios forzados y en sectas, algo que hoy ocurre en Argentina.
A su turno, Mangano resaltó que entre 1.140 víctimas de trata sólo una logró reparación. Contó que están probando estrategias para establecer un monto de restitución económica a la víctima. Consideró que tiene que haber una restitución de activos y bienes para resguardar.

Experiencias en las provincias

Otro de los capítulos del Encuentro trató la Política Judicial con Perspectiva de Género, con experiencias de distintas provincias. Expusieron María Esther Cafure de Battistelli,Clara Falcone, María Angélica Gastaldi y Sandra Bonari.
Falcone, de Jujuy, alentó a dejar de creer que se pondrá a las mujeres en posiciones de decisión por lo que hay que salir a romper “el techo de cristal”, con capacitación y con generaciones nuevas.
En tanto Bonari, de Salta, contó su experiencia como primera mujer en los juzgados penales de esa provincia, los inicios de la Oficina de Violencia Familiar y de Género y los cinco juzgados de violencia familiar y de género que funcionan allí desde 2014, entre otras acciones.
En tanto, Cafure de Battistelli, ex vocal del TSJ de Córdoba, hizo un racconto por los logros de la apertura de la Oficina de la Mujer en el Poder Judicial, como así también los avances con la ley 9283 de Violencia Familiar. Subrayó que uno de los desafíos de hoy es “evitar la impunidad de las causas pequeñas, que alimentan la violencia” e instaurar el juzgamiento con perspectiva de género en los tribunales locales.
En tanto, Gastaldi, la única jueza de la Corte de Santa Fe, sostuvo que hoy se les están presentando cosas novedosas para prestar atención y respuesta, como la de testigos que cambian de identidad de sexo para protegerse como testigo o el ejemplo de un abuso sexual agravado entre mujer y mujer.
Ayer también participó en Paraná la presidente del TSJ de Córdoba, Aída Tarditti, quien también se refirió al papel de las mujeres en la justicia. “Las mujeres teníamos cierta automarginalizacion de visibilizarnos como mujeres que ocupamos cargos y comprometidas con los derechos de las mujeres en general y en la justicia en particular”. Sostuvo que AMJA va creciendo en la medida en que se va abriendo en distintos frentes: la jurisprudencia con perspectiva de género, la oficina de la mujer, los juzgados especializados.
Finalmente, reflexionó: “Muchas de nosotras hemos pasado situación de discriminación y no se puede decir que no siga pasando.Hay resistencia en los ámbitos judiciales y también en los académicos, que han sido los más hostiles a la aparición de los delitos con género. Eso se va luego modificando, pero se está en el medio del río, todavía falta para cruzar. Hay Cortes y Tribunales Superiores de Justicia de las provincias sin mujeres en los altos tribunales.
Por ejemplo, no hay ni una mujer en el de Mendoza, o una sola en Santa Fe. El techo de cristal sigue estando, en la medida que las mujeres no lo perforemos se justifican todas estas luchas y organizaciones”.

Pioneras y fundadoras

Ayer se celebraron los 25 años de AMJA. Un panel especial fue ocupado por pioneras de las asociación quienes realizaron un homenaje a la fallecida miembro de la Corte Suprema Carmen Argibay, uno de los motores de la organización. También contaron sus experiencias de discriminación y los caminos que debieron abrirse dentro de la justicia. Participaron Stella Marís Martínez, María Luisa Lucas, Gladys Álvarez, Susana Parada, Sandra Verónica Guagnino, María Laura Garrigós de Rébori, Ana María Conde, Rosa Vila, Ana María Isabel Bulacio de Núñez Rua y Rita Mill de Pereyra. Coordinó la actual presidente de AMJA, Susana Medina.

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