ESCUCHARLa Defensora Oficial Mercedes Crespi aseguró que la demora en la implementación del ingreso democrático al Poder Judicial -al que calificó como una organización conservadora que se resiste a los cambios- hace que el “nivel baje”
Por Silvina Bazterrechea – [email protected]
Mercedes Crespi llegó a la Justicia federal de Córdoba durante el primer juicio de lesa humanidad que tuvo a Luciano Benjamín Menéndez sentado en el banquillo de los acusados. Fue su defensora oficial y siguió ocupando ese rol en otras causas del ex represor, varios años después. “Cuando acepté esa responsabilidad no fui muy consciente de lo que significaba”, relata Crespi. Aún recuerda cuando vio por primera vez esa gran sala que se preparó para un juicio que, sin dudas, fue histórico. Años después -18-, Crespi sigue trabajando en la Defensa Pública Oficial. Su carrera ha sido impecable, no tiene pruritos en criticar al Poder Judicial y, por momentos, hasta parece que no perteneciera a él. Sencilla, de voz pausada pero firme, recibió en su despacho, allí en el piso 12 de los Tribunales Federales, a Comercio y Justicia.
-Este Gobierno pretende impulsar cambios en la Justicia, sin embargo no todo parece tan sencillo. ¿Cuál cree que es la razón por la cual se demora la implementación del Código Procesal Penal?
-En los hechos lo que da la sensación es que la puesta en marcha estuviera frenada. Si pienso bien creo que el problema es presupuestario, si pienso mal, creo que hay mucha presión de jueces que no quieren la reforma porque esta reforma les quita poder que hoy tienen: se termina con el juez inquisidor y es el fiscal el responsable de todo lo que haga y, claramente, lo que vemos en la práctica diaria es todo lo contrario. Yo siento muchas veces que litigo contra los jueces. Pero bueno, siempre hay resistencias en el Poder Judicial, ésta es una organización tan conservadora que siempre uno ve muchas resistencias; incluso uno lo nota en cambios menores de procedimientos que luego en la práctica se acomodan para que no sea tanto el cambio. De cualquier manera, sabemos que toda transición es difícil y en el Poder Judicial me parece que más.
-¿Cómo afectará esta reforma en la Defensoría?
-Las defensorías cambiarían mucho, primero necesitaríamos equipos técnicos y de investigación, que hoy no tenemos, y en segundo lugar, necesitaríamos más gente.
-Se habla mucho de la necesidad de modernizar la justicia. ¿Por qué cuesta tanto que la Corte reglamente el ingreso democrático al Poder Judicial? ¿Cómo fue la experiencia en la Defensoría?
-Yo estoy feliz con el ingreso democrático. En el 2008, el Ministerio (Público) de la Defensa comenzó con los concursos para los cargos de funcionarios, y eso ya fue un cambio radical porque permitió traer gente muy valiosa de otros lugares. Yo tengo un equipo de gente increíble que entró a trabajar a través del ingreso democrático, tengo un grupo de chicos uno mejor que otro, con ganas, con compromiso, que valora su trabajo. Doy fe de que se levanta el nivel de trabajo; varios jueces y fiscales me han reconocido el equipo que tengo en esta Defensoría.
Lamentablemente, creo que de acuerdo a lo que veo en Córdoba lo que ocurre es que los cargos terminan siendo moneda de canje, sirven para el ingreso de familiares, o para el pago de favores, y eso hace que el nivel baje. Porque no sería un problema que ingresen los familiares de quienes integran la Justicia federal si antes rinden y aprueban un examen. Hay que demostrar que uno tiene ganas y se prepara, es eso nada más.
-Cómo están en materia de causas de narcotráfico? ¿Con la desfederalización del narcomenudeo dejaron de tener mujeres detenidas por comercialización de estupefacientes?
-Hace algunos meses se han reactivado algunas causas grandes de narcotráfico y, sí, las mujeres que teníamos bajo nuestra órbita pasaron a la Justicia provincial. Muchas de esas mujeres hoy están detenidas en la cárcel y lo que me parece preocupante es el porcentaje de mujeres embarazadas y con niños que no acceden a la prisión domiciliaria en Córdoba, cuando hay una ley que las ampara.
– ¿Y esto a qué se debe?
En el último tiempo, nosotros obtuvimos muchos fallos importantes, sobre todo de la Cámara Federal de Córdoba, que incluso otorgó la domiciliaria a mujeres con niños por encima de lo establecido por la normativa -con hijos de más de cinco años- atendiendo a la niñez y teniendo en cuenta situaciones que muchas veces son dramáticas. Yo tuve un caso de una mujer con tres hijos, algunos de ellos de 10 y 12 años, que vivían solos porque su madre estaba en la cárcel y su padre se había ido. ¿Qué hacemos con esos niños?..
-Hay jueces que sostienen que es difícil otorgar la prisión domiciliaria a una mujer que vendía droga en su vivienda porque, de volver allí, volvería a delinquir y no tiene otro domicilio para ofrecer…
-Ese argumento es ridículo… Podes vender en un domicilio o en el otro, no resiste ningún análisis, ¿que cambiaría si va a otro lugar?… no tiene lógica. A mí me desespera cuando los jueces dictan sus sentencias tratando a esas personas con los parámetros con los que trataría a personas que sí tienen oportunidades, me exaspera. Los jueces tienen que tener la capacidad de ver cada realidad y adaptar la resolución a esa realidad, no estoy diciendo beneficios, pero si mañana a mí me piden otro domicilio probablemente tenga, o pueda alquilar uno si no lo tengo; pero yo tengo familia, amigos, no podemos medir a todos con esa misma vara.
-¿Cómo está hoy en materia de consultas la Defensoría. ¿Qué causas son las que más atienden?
– En primer lugar, las cuestiones de salud y los problemas con las obras sociales son una cuestión creciente, se nota cada vez más; las obras sociales retacean de todo y en épocas de crisis económica se nota cada vez más. Luego tenemos muchos problemas con migrantes, la mayoría de nuestros defendidos son senegaleses que no tienen ingresos registrados y entonces luego se les dificulta regularizar su situación migratoria; de cualquier manera, la gestión actual de Migraciones en Córdoba está intentando ser eficiente, se han acercado a la Defensoría para solucionar conflictos. Eso lo rescato porque antes había una actitud muy refractaria.
– ¿Han tenido que hacer planteos judiciales en el marco de la reforma de la ley de migraciones?
– No, no hemos tenido que llegar a hacer planteos formales pero yo creo que es inconstitucional, ya de arranque no era una ley que merecía ser modificada por decreto de necesidad de urgencia. Acorta muchos plazos, es más restrictiva en el derecho defensa. Yo creo que migraciones está más restrictiva y ese decreto se aplica en la frontera, y por ese motivo es difícil que el caso llega hasta la Defensoría.
