ESCUCHARLa suba promedio es de 4,5% pero, para residenciales, llega a 5,98%. La empresa aduce la devaluación y el costo financiero que genera la diferencia entre los plazos para pagarle a Cammesa y el momento en que factura y cobra esos consumos a los usuarios. El Ersep fijó audiencia pública para el próximo día 23. Por Alfredo Flury – [email protected]
La Empresa Provincial de Energía (EPEC) solicitó un aumento de tarifas de 4,5 por ciento promedio, en este caso por el impacto de la devaluación.
También aduce que la diferencia entre el momento en que tiene que pagarle la energía que compra a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y el plazo en que factura a los usuarios esa energía genera un costo financiero extra.
Concretamente, considera la EPEC que la fórmula de actualización trimestral vigente que el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Ersep) aprobó oportunamente y que permite a la compañía subir tarifas sin necesidad de pasar por audiencia pública, siempre dentro de un límite porcentual acorde con la inflación, no refleja fielmente la variación de costos.
Esa situación ya había sido anticipada por Comercio y Justicia tiempo atrás. De hecho, la idea de la empresa era solicitar una modificación de esa fórmula. Fue cuando pidió un aumento por rebalanceo por baja del transporte a las cooperativas, entre otros puntos.
Sin embargo, finalmente optó por no solicitar una corrección de la fórmula. No por eso, esa polinómica dejó de reflejar las diferencias de costos que EPEC considera.
Ahora, la compañía pide el aumento y, paralelamente, cambiar esa polinómica para que pondere cada uno de los puntos que impactan en la suba de costos trimestral.
Por lo pronto, el Ersep ya trató el tema en Directorio y fijó fecha para la audiencia pública que será el próximo día 23, según confirmó a Comercio y Justicia el vocal en representación del radicalismo, Facundo Cortez Olmedo. El funcionario ya anticipó que votará en contra del planteo.
Como fuere, en función de la mayoría que tiene el oficialismo -Mario Blanco, el titular del ente, está ahora de licencia-, es casi un hecho que el aumento se autorizará. La intención de la EPEC es que rija desde el primero de septiembre próximo.
Suba acumulada
En caso de autorizarse el aumento y en función de otros que ya fueron aprobados pero que aún no se aplican, la tarifa de la EPEC habrá subido más del 100 por ciento desde noviembre pasado.
Es que desde entonces -en rigor ya desde antes pero este medio tomó sólo los últimos 12 meses-, los aumentos se han sucedido casi de manera periódica.
Claro que no en todos los casos fue por un incremento de costos de la EPEC. De hecho, prácticamente la mitad de esas subas corresponderán al aumento del valor de la energía que resuelve el Gobierno nacional y que la eléctrica provincial sólo traspasa a los usuarios.
Sin embargo, el resto fue por el denominado Valor Agregado de Distribución (VAD) y sólo dos por ciento por un rebalanceo tarifario tras aplicar una rebaja en el precio del transporte de energía a las cooperativas eléctricas.
Más allá de las justificaciones, lo cierto es que el usuario terminará pagando 100 por ciento más de tarifas que en noviembre pasado. Y aún resta un trimestral por suba de costos que se debería aplicar a fin de año.
De esta forma, el aumento superaría el 100 por ciento aunque ya habrían pasado más de 12 meses. Según pudo conocer este medio, el planteo de la EPEC para el incremento solicitado en esta ocasión, obedece al fortísimo impacto de la devaluación en su estructura de costos, principalmente en insumos u obras cuyos componentes se ajustan a valor dólar.
Paralelamente, la actitud rígida adoptada por Cammesa desde este año a la hora de fijar plazos perentorios para el pago de la energía vendida a las distribuidoras, vencido los cuales la tasa de interés por atraso encarece sobremanera la deuda, llevó a EPEC a tener que revisar ese punto.
El tema es que la empresa recién recibe recursos de la facturación a los usuarios tiempo después de vencido el plazo de pago a Cammesa. Y cuando las facturas a pagar llegan con fuertes aumentos del valor del megavatio que EPEC recién puede percibir después, deriva en un costo financiero que, tal como está hoy la compañía, hacen ruinosa esa operación.
La idea es que la nueva polinómica que se propone considere esos aspectos. La actual reconoce costos de un trimestre para atrás. Se pensó para una economía con una inflación que se estimaba iba a decrecer sensiblemente. Sin embargo, la situación mostró todo lo contrario.
En esa instancia, un reconocimiento de costos con tres meses de atraso es clave en la actual situación de la compañía.
Obviamente, medir costos casi en tiempo real y que el Ersep se los reconozca implicará “estimar” valores de suba de precios que aún no estarán publicados por estadística alguna, por ejemplo el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) que mide Indec y que hoy se utiliza como uno de los componentes de la fórmula actual.
En la endeblez económico-financiera de la EPEC hay un punto que todavía resta resolverse: la paritaria 2018 aún no se cerró. Seguramente, los aumentos, al menos en parte, serán retroactivos al momento de un acuerdo. Los costos extra, derivarían en nuevos pedidos de ajuste de tarifas.
