ESCUCHARPor Marcos Gianetto (*)
En esta última semana, Argentina se ha visto convulsionada por la aparición de cuadernos con manuscritos en el marco de una investigación penal y ante estas evidencias han surgido opiniones sobre la posibilidad de realizar peritajes caligráficos para dilucidar distintas cuestiones: si los escritos obrantes en los cuadernos fueron realizados por Oscar Centeno, si es posible determinar la antigüedad de los escritos obrantes en los cuadernos y si se pueden peritar fotocopias.
En el presente artículo daremos respuestas a estas tres inquietudes, siguiendo lineamientos que rigen el peritaje de documentos escritos. Este campo pericial se encuentra conformado por un cuerpo de procedimientos técnicos y científicos mediante los cuales se puede realizar un proceso histórico-reconstructivo de un documento escrito. A partir del análisis material del documento, el perito puede inferir qué insumos se emplearon para la generación de los documentos (papel y tintas), quién fue su autor, si el documento ha sufrido alteraciones intencionadas (erradicaciones o lavados) o naturales (hongos), el orden de asentamiento de los escritos, la antigüedad de los escritos, entre otras cuestiones de importancia pericial.
Retornando al caso concreto, Centeno ha declarado que quemó los cuadernos originales, por lo que sería imposible analizarlos, pero creo que es oportuno explicar algunas cuestiones para que el lector se informe sobre los avances técnicos y metodológicos que han cambiado el enfoque simplista que tenía esta disciplina para estudios de datación de documentos.
Identificación de manuscritos
Si se contara con los cuadernos originales se podría realizar un cotejo de los escritos obrantes en ellos con escrituras indubitadas de Centeno, para determinar si los primeros son de su autoría. Ante la gran cantidad de escritos obrantes en los cuadernos, el primer paso sería definir si todos fueron realizados por una misma persona. Una vez resuelto esto, se procedería a cotejarlos con escritura indubitada de Centeno. Para armar un cuerpo indubitado e idóneo para el cotejo será necesario contar con escritura de Centeno de origen cierto, numerosa, en la misma tipología que la cuestionada, contemporánea y original.
Datación de documentos
La datación de los cuadernos sería un estudio más complejo, pero -antes de que avancemos en el tema- es necesario aclarar que al momento en que se escribe este artículo no hay técnica que permita determinar de manera fehaciente el día y fecha de realización de un escrito manuscrito, sin importar el tipo de tinta para escritura manual que se haya empleado. También hay que explicar que hoy en día la datación de documentos no se basa solamente en el análisis de tintas, sino que se emplea un abordaje metodológico que abarca todos los insumos y características que presenten los documentos escritos. En este caso, el perito debería plantear una serie de estudios para establecer en una línea de tiempo los distintos indicadores cronológicos que surjan del análisis integral de los documentos y establecer si existen anacronismos o congruencias con las fechas obrantes en los cuadernos.
Por ejemplo, en el caso de los cuadernos, el diseño y colores de tapa, el formato y color de los renglones o los insumos empleados en papel y tapa son elementos que nos pueden contextualizar el momento de aparición de estos cuadernos y establecer una fecha mínima de circulación en el mercado. Si hubiera un escrito en los cuadernos con fecha anterior a esa mínima establecida se trataría de un anacronismo para señalar en el estudio. Este mismo procedimiento se podría realizar con otros elementos accesorios de los documentos (si los hubiera) como son las estampas de sello, grampas metálicas, escritos mecanográficos, impresiones, etcétera.
El segundo paso sería analizar los escritos manuscritos de los cuadernos teniendo como referencia las fechas que presentan y evaluar si se corresponden con el estado de la escritura de Centeno en esos años o meses, para lo cual primero debería realizarse una historia gráfica indubitada de Centeno. La historia gráfica es una técnica pericial que se basa en que la escritura no es un comportamiento fijo y estable sino más bien un comportamiento aprendido que introduce variantes gráficas que pueden deberse a diversos factores naturales, siendo aquí las más relevantes las que se vinculan con el factor de paso del tiempo.
El lector mismo podrá comprobar cómo ha modificado su escritura y firma a lo largo de los años. Esas modificaciones en la escritura sirven para caracterizar las firmas y escritos, definiéndose las fechas de aparición o desaparición de un determinado comportamiento o variable gráfica en la escritura de una persona.
Cuando se realice una correcta historia gráfica de la escritura indubitada de Centeno, con una línea de tiempo que contenga bien delimitadas las variaciones gráficas del autor, se la podrá comparar con la escritura de los cuadernos para determinar si éstas se corresponden a las fechas que obran en esos materiales. Ésta es una tarea de mucha complejidad y requiere de un cuerpo indubitado de Centeno que sea extenso y de épocas variadas para confeccionar una correcta historia gráfica del autor.
Por último, y no menos importante, para datar los cuadernos se podría determinar la antigüedad del asentamiento gráfico, es decir, esclarecer si la tinta fue asentada en la época mencionada en cada cuaderno. Como bien señalamos anteriormente, no es posible determinar día y hora del estampado de los escritos, pero sí pueden practicarse otros estudios, teniendo en cuenta las siguientes cuestiones:
a) Envejecimiento de la tinta. Para el caso de las tintas de bolígrafo, se analiza la presencia y ausencia de componentes volátiles en las tintas. La limitación de este método es que la pérdida de componentes volátiles se estabiliza luego de dos años. Es decir, trazos de bolígrafo que tengan más de dos años (cinco o 10, por ejemplo) tendrán indicadores similares, no pudiendo diferenciarse la edad del asentamiento. Sin embargo, sí sirve, por ejemplo, para casos de escritos que se han asentado hace un año y se los hace pasar como que fueron asentados hace cinco años.
b) Disponibilidad de la tinta. Se tiene que analizar la composición química de la tinta y establecer si esa fórmula se encontraba disponible al momento de la fecha consignada en el documento (este mismo procedimiento se puede realizar con el papel).
c) Comparación de tintas. Aquí podrían aplicarse distintos enfoques:
c.1. Comparación de varios escritos plasmados en un mismo documento. Se evalúa si esos escritos fueron producidos con una misma tinta o con distintos elementos tintóreos.
c.2. Comparación de múltiples entradas o escritos de los cuadernos fechados durante un largo período de tiempo. Esta evaluación se realiza para encontrar algún patrón en la confección de los documentos. Entradas de distintas fechas que muestren indicadores de distintos tiempos escriturales o, por el contrario, un único momento de confección.
c.3. Comparación de los cuadernos con otros documentos similares del mismo período de tiempo, para analizar la presencia de anomalías. Por ejemplo, un bolígrafo con un defecto especial empleado en determinadas anotaciones.
d) Establecer el orden de asentamiento de los escritos u otros elementos. Se podrían practicar diversos estudios en relación a esta técnica:
d.1. Establecer la secuencia de estampado de escritos a mano mediante el examen de intersecciones que se produzcan entre ellos, con el propósito de definir una secuencia de estampado en una misma hoja.
d.2. Examinar las intersecciones de tintas con surcos sin tinta producidos por los escritos de hojas anteriores, para determinar el orden de escritura y así probar que una entrada en particular fue añadida en un momento posterior.
d.3. Examinar las hojas y comprobar la presencia o ausencia de marcas de transferencia. Cuando se presionan dos hojas de papel juntas, la tinta de una hoja puede transferirse a la otra hoja. Por ejemplo, si las transferencias de tinta se encuentran en varias páginas de un cuaderno, esto indicaría que las entradas correspondientes se hicieron en una sola sesión y no durante un período más largo como sugieren las fechas.
d.4. Análisis de cruzamientos de impresiones y tintas, y de tintas con pliegues de hojas, para también esclarecer el orden de asentamiento.
Como queda expuesto, el estudio de datación de documentos y escritos es complejo en su metodología y dependerá de las particularidades de cada documento y de sus elementos constitutivos.
Estudios sobre fotocopias
En este apartado se exponen los estudios que podrían llevarse adelante en los cuadernos en calidad de fotocopia, quizás los más relevantes para este caso, pues supuestamente los originales se han quemado (según lo afirmado por Centeno).
Con relación a la identificación de escrituras en calidad de copia, en Argentina hay distintas opiniones al respecto: algunos peritos afirman que no es posible realizar este estudio porque en las fotocopias no es posible analizar en toda su dimensión elementos escriturales de relevancia para la identificación de manuscritos, mientras que otros sostienen que sí es posible realizar el estudio sobre fotocopias, pero que pueden cambiar su opinión si luego acceden a un material en original. Otros peritos, entre los que está el firmante, sostienen que sí es factible analizar fotocopias, pero siempre considerándolas como lo que son: reproducciones.
Solamente se podrá afirmar que los escritos en calidad de fotocopia son reproducciones de escritos que corresponderían a determinada persona, pero nunca establecer un vínculo o una disprocedencia autoral. Este enfoque también propone que antes de ese examen deberá establecerse si en esas fotocopias hay evidencias de manipulaciones que indiquen un armado o editado de un texto para luego producir la fotocopia final. Por supuesto, si no se observan evidencias de manipulaciones eso no quiere decir que no las haya habido, pues la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia.
Por otro lado, no hay que descartar que se aporten las imágenes en color que circulan en distintos diarios online, las cuales facilitarían aún más la tarea del perito, pero siempre teniendo en cuenta que son reproducciones y no escritos en original.
En cuanto a la datación de los escritos, se podrían practicar algunos estudios tendientes a determinar si existen anacronismos entre los diseños de los cuadernos y las fechas de los escritos (como ya se ha explicado), y también podría practicarse la historia gráfica de los escritos de Centeno y los obrantes en los cuadernos (con algunas limitaciones por supuesto). Con relación a la datación de las tintas, en las fotocopias no se recabaría ninguna información relevante en cuanto a la composición química, aunque quizás en las imágenes en color se puedan observar ciertos elementos que permitan determinar si existe algún patrón que señale cuál fue el método de llenado de los mismos (si hay evidencias de diversidad de tiempos escriturales en la confección de cada cuaderno o si han sido confeccionados en pocos momentos).
Las prácticas periciales aquí explicadas brevemente conllevan un trabajo pericial complejo y especializado en el que hay que considerar una gran cantidad de variables para minimizar la posibilidad de error en el peritaje. Quedaron fuera de este artículo otras intervenciones periciales que exceden las del perito calígrafo, pero que podrían llevarse adelante en estos cuadernos, como son las vinculadas al análisis semiótico del discurso para evaluar la presencia de indicadores de veracidad en el relato y la uni o disprocedencia “intelectual” de esos escritos.
(*) Calígrafo público – Perito, docente e investigador.
