Lejos de bajar los costos, el pacto fiscal con las provincias terminó agravando la situación, dijeron los titulares de las organizaciones empresariales que agrupan empresas del transporte de cargas y distribución de mercaderías. Esto se suma al nuevo aumento de los combustibles
Javier De Pascuale – [email protected]
El pacto fiscal sellado sobre finales del año pasado por el Gobierno nacional y las gobernaciones de provincias, lejos de incidir positivamente vía baja de impuestos en el negocio logístico, agravó aún más la presión fiscal en una actividad ya amenazada por el alza permanente de costos; principalmente el alza constante del precio de los combustibles líquidos y la actualización de los salarios de los trabajadores agremiados en la Federación de Camioneros.
A esto hay que sumar la retracción de la demanda y, por si esto fuera poco, la transformación radical de la actividad a partir de cambios tecnológicos que están modificando el mapa de “jugadores” del sector a modo de un juego de suma cero, adonde los recién llegados desplazan a los operadores tradicionales muy rápidamente.
Las claves de lectura de esta nueva realidad sectorial, así como las ventanas de salida que buscan los operadores, fueron los ejes de debate de la décima edición del Encuentro Profesional de Logística, que organizó la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) hace diez días en el salón Golden Center del Parque Norte, en la ciudad de Buenos Aires.
El evento, del cual participaron 1.300 empresarios y profesionales, se centró en las tendencias y sistemas tecnológicos aplicados a logística, comercio electrónico y la actualidad de la actividad en la región. Sin embargo, la preocupación por las subas de impuestos y de combustible y peajes que asfixian a la actividad, se hizo presente en cada una de las disertaciones de la jornada.
El primero en hacer referencia a la situación fue Jorge López, presidente de la Cedol, quien señaló que “aunque la logística tiene cada vez más protagonismo en el mundo, en Argentina hablan desde el absoluto desconocimiento de la falta de competitividad por los costos”.
López se refería específicamente al Gobierno nacional, al indicar que “es contradictorio que pidan en público bajar costos logísticos cuando a la vez nos agrega o aumenta impuestos de manera desmedida. Quienes hablan de ganar competitividad logística son los mismos que nos suben 6% Ingresos Brutos (IIBB) en siete provincias, para una actividad con márgenes de un dígito y donde el porcentaje de IIBB es más alto que el de la rentabilidad. O donde las tasas municipales crecen año a año casi un punto de la facturación”. A este panorama hay que agregarle que “el empresariado argentino sabe muy poco sobre qué es la logística, por desconocimiento. Apenas la toman como transporte; pero la logística es mucho más que eso y, sobre todo, agrega mucho más valor”, puntualizó López. Por eso, destacó el esfuerzo del sector para seguir invirtiendo en tecnologías y brindar servicios más eficientes “en un país difícil que, lejos de facilitar las operaciones para aumentar la competitividad, pone cada vez más trabas”.
Por último, López señaló otra de las contradicciones que existen por el desconocimiento predominante en el mercado: “Para el comercio electrónico es clave la última milla, una distribución que en el 90% de los casos la hacen empresas de correos que, paradójicamente, no se considera transporte para las autoridades y, por consiguiente, paga una tasa de 5% de Ingresos Brutos”.
Por su parte, Hernán Sánchez, presidente de la Asociación Argentina de Logística (Arlog), reconoció que “cuando escucho que nos culpan por los aumentos de precios me da mucha bronca. Los logísticos debemos defender más nuestra actividad porque somos lo que somos gracias al esfuerzo de nuestros profesionales y empresas que sortean las dificultades del entorno para hacer rentable la actividad. Todo esto en un país muy complejo, que aún no entiende el rol clave de la logística y la necesidad de instrumentar un plan estratégico a largo plazo para definir la logística y el transporte como política de Estado, más allá de los gobiernos de turno”.
Agregó el dirigente empresarial: “Somos un motor que empuja la economía pero no se nos valora. Es fácil hacer logística cuando sobran rutas y condiciones propicias, pero nosotros hacemos una logística que agrega valor y somos competitivos pese a los permanentes palos en la rueda que encontramos día a día”. A su turno, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) hizo una detallada exposición sobre los costos que enfrenta el sector. “La presión fiscal que pesa en la tarifa final del flete representa 40,5% en promedio desde 2016”, subrayó Juan Aguilar, secretario de Relaciones Institucionales de la entidad.
Los indicadores medidos por el Índice Fadeeac de costos revelan que los ítemes que más crecieron en los últimos dos años son los relativos a acciones gubernamentales: “Si no se modifican las políticas, no se pueden reducir costos”, resumió antes de destacar que “el transporte no es formador de precios”.
El Gobierno pide bajar costos logísticos pero aumenta impuestos sobre el sector, denuncian.
Al mismo tiempo, pone trabas que complican la actividad e impactan en la competividad.
El desconocimiento sobre las potencialidades del sector y su incidencia en la cadena de valor llega también al empresariado, dicen.
Mercado Libre
“HAY ESPACIO PARA CRECER PERO HAY QUE ADAPTARSE A NUEVOS TIEMPOS”El e-commerce creció por encima de 20% en los últimos años y América Latina es la región de mayor incremento, no obstante lo cual hay espacio para crecer todavía: “Sólo 4% de las ventas de retail corresponde a eCommerce en la región, mientras que en Estados Unidos esa cifra llega a 11%, lo que demuestra el potencial que existe todavía”, destacó Sean Summers, senior VP Regional de Mercado Libre, al disertar en el encuentro profesional de la Cedol.
Mercado Libre tiene más de 800 millones de clics por día en América Latina y vendió 270 millones de productos durante 2017, lo que representó un crecimiento de 65% sobre el año anterior. Además, con su plataforma Mercado Pago generó US$13.700 millones el año pasado. “Aplicando estas tecnologías de pago se pueden bajar los costos, que es lo que pide el usuario. La oportunidad del dinero digital radica en traer al sistema la población que no está bancarizada”, indicó.
Respecto de la “última milla”, Summers aseveró que “es necesario hacer la logística más accesible, democratizar el sistema”. Y aseguró: “El último año crecimos menos por los desafíos de la logística. Todos debemos reinventarnos para poder ofrecer envíos más rápidos y a menor costo porque eso es lo que pide el usuario”.