El sector agropecuario atraviesa una fuerte sequía que tendrá un impacto negativo en las previsiones de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), que estará más cerca de dos que de 2,5 por ciento interanual, de acuerdo con un informe de la consultora Ecolatina.
“La Niña” todavía no terminó y ya recortó una porción significativa de la producción agrícola para la campaña 2017/2018, por lo cual la cosecha de soja y de maíz será la peor del último lustro, señaló el documento.
Ecolatina indicó que “el impacto de La Niña se sentirá más allá del sector agrícola, golpeando al entramado productivo local e incluso puede presionar los precios. La menor producción ya impactó en los precios internacionales agrícolas. El impacto sobre la actividad económica (PBI) será mayor que sobre las exportaciones”. Concretamente, el efecto (directo e indirecto) de La Niña obligará a recortar 0,7 punto porcentuales el crecimiento del PBI para 2018, incluso por encima de las estimaciones oficiales (-0,5 punto).
De este modo, la tasa de crecimiento se ubicará este año más cerca de dos que de 2,5% por ciento interanual estimado a fines de 2017.
“Producto del shock de la sequía, la aceleración de la inflación y la volatilidad financiera internacional, la proyección oficial de crecimiento de 3,5% interanual del Presupuesto de 2018 luce cada vez más lejana”, aseguró Ecolatina. En el frente externo, los menores volúmenes exportados se verán compensados, en parte, por mayores precios.
La sequía podría provocar una pérdida de US$ 2.000 millones de exportaciones respecto al valor de 2017 (-3,4% interanual.), aunque esa cifra podría ser más acotada si se reducen al mínimo los envíos al exterior de porotos de soja y se destinan al crushing para exportar harina y aceite de soja (con mejores precios).