Según el estudio, no hay claridad entre los altos directivos sobre quién es el responsable cuando hay errores en el análisis de datos o en la implementación de inteligencia artificial
Sólo 35% de los ejecutivos declara confiar en la forma en que la organización utiliza Análisis de Datos e Inteligencia Artificial (IA).
Más de 65% de los ejecutivos tiene ciertas reservas o desconfianza en cuanto al uso del análisis de datos y 92% se preocupa por cómo éstos podrían afectar negativamente la reputación de la empresa.
Así se desprende de la encuesta realizada por KPMG entre 2.190 ejecutivos senior de Australia, Brasil, China, Francia, Alemania, India, Sudáfrica, el Reino Unido y los Estados Unidos.
El informe sugiere que la creciente interrelación entre los seres humanos y las máquinas requiere que sean los directivos quienes asuman la mayor responsabilidad, en lugar de las funciones tecnológicas, y que exista un gobierno corporativo proactivo con controles estratégicos y operacionales que ayuden a asegurar y mantener los niveles de confianza.
La encuesta también afirma que -a medida que las compañías se vuelven más digitales y se rigen cada vez más por el análisis de datos- la administración de las máquinas se vuelve tan importante como la del personal.
“Con la rápida aceptación de los análisis predictivos, nos deberíamos preparar ahora para poder manejar adecuadamente este Lejano Oeste de algoritmos. El gobierno de las máquinas debe ser parte esencial del gobierno de toda la organización, y el objetivo debe ser equiparar el poder y el riesgo de los análisis de datos con la sabiduría necesaria para utilizarlos bien”, sostuvo Thomas Erwin, uno de los ejecutivos globales de KPMG en materia de automatización. Para Walter Risi, socio de IT Advisory KPMG Argentina, “la responsabilidad sobre las implicancias de una mala decisión derivada del uso de análisis de datos o inteligencia artificial debe entenderse como un problema de múltiples partes. Existen aspectos como una incorrecta implementación técnica de algoritmos o plataformas que podrían entenderse como responsabilidad principal de IT”, y agrega: “Por otro lado, es tarea de la alta dirección y gobierno corporativo el definir y aceptar el riesgo asociado a automatizar un proceso o decisión, definiendo en cada caso el impacto y las medidas de mitigación acordes al apetito de riesgo de la compañía.”
La incertidumbre de los encuestados respecto de a quién responsabilizar, hace preguntar qué tipo de gobierno corporativo proactivo se debería implementar para garantizar y proteger el uso de los datos analizados. “A medida que las organizaciones comienzan a considerar el comportamiento de las máquinas como algo paralelo al comportamiento de las personas, también deberían considerar nuevos modelos de gobierno corporativo que respalden la confianza que la mano de obra humana-mecánica necesita”, concluyó Erwin.
Estados Unidos y el Reino Unido son los que menos confían en sus análisis de datos e
inteligencia artificial, con porcentajes de desconfianza del 42% y 43%, respectivamente. Por otra parte, no confía sólo un pequeño porcentaje de ejecutivos en Brasil (15%) e India (8%).