Según el Indec, esos desempeños se alcanzaron luego de que la actividad fabril se incrementó 0,3% en diciembre, en términos interanuales, y la que moniterea las obras, 14,5%, también respecto de igual mes del año anterior. Las expectativas son buenas en ambos casos.
La actividad industrial creció 1,8% durante 2017 en términos interanuales, mientras que la de la construcción avanzó 12,7%, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Los resultados se obtuvieron luego de que la actividad fabril avanzara en diciembre 0,3% con relación a igual mes de 2016, mientras que la construcción tuvo una expansión interanual de 14,5%, según el organismo de estadísticas.
En la industria, el promedio comenzó a mostrar signos positivos en la variación a partir de mayo, luego de 15 meses de caídas interanuales consecutivas.
Así, la suba de 1,8% recortó en parte el retroceso de 4,6% que se había registrado durante 2016, pero con diferentes comportamientos, según los rubros.
Por ejemplo, el sector de la industria de la alimentación bajó 1,4% por la menor molienda de cereales y oleaginosas, y lácteos, pero con suba en el procesamiento de carnes.
El procesamiento de petróleo bajó 1,4%, a pesar de un repunte de 2,3% interanual en diciembre, mientras que la industria textil cayó 6,7%, y la producción de cigarrillos, 4,7%.
En tanto, el sector automotor comenzó a mitad de año una lenta recuperación, asociada a la mayor demanda de Brasil y otros mercados externos, por lo que cerró 2017 con una suba de 5,4%, lo que impulsó a su vez una suba de 1,5% en la producción de neumáticos.
La producción de acero crudo avanzó 11,3% debido a la mayor demanda del sector energético y de maquinaria agrícola.
Las actividades vinculadas con la construcción también tuvieron un impulso y por eso subió 6,2% la producción de minerales no metálicos, y 8,5% la metalmecánica, excluida la automotriz. En este marco, 35,5% de las empresas de las firmas consultadas por el Indec espera un aumento respecto a la demanda interna hasta marzo inclusive, frente a 12,7% que prevé una baja, mientras que el restante 51,8% anticipa un ritmo estable.
Para las exportaciones, 53,3% no ve mayores cambios, mientras que 31,8% espera una suba y 14,9% vislumbra una disminución.
En el sector de la construcción, en tanto, la suba de 12,7% del año pasado estuvo impulsada primero por la obra pública, pero a esto se le agregó una mayor actividad del sector privado, asociada con la facilidad de acceso al crédito.
En efecto, 12% de las empresas dedicadas a la obra privada anticipa que ésta seguirá en aumento hasta marzo inclusive, contra ocho por ciento que ve una disminución, mientras que el 80% restante no prevé cambios.
El panorama resulta más alentador entre los que se dedican a obra pública, ya que 34,5% anticipa una suba en la actividad, contra 12,1% que prevé una disminución, mientras que el 53,4% restante no anticipa mayores cambios.
Entre las empresas que se dedican a la obra privada, 30,8% consideró que el sector seguirá creciendo, apalancado por la mayor cantidad de crédito tanto para la compra de inmuebles, como para la refacción de las viviendas existentes, mientras que 25,8% de los considerados apuntó al “crecimiento de la actividad económica”; en tanto, otro 22,5% señaló la importancia de nuevas obras públicas.
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, señaló que el crecimiento de este año “puede rondar perfectamente siete u ocho por ciento”, si las obras del programa de Participación Pública-Privada (PPP) y la construcción individual responden a las expectativas positivas que generan.
“Hemos recuperado todo lo que habíamos perdido en 2016, estamos en los mismos niveles de 2015 y venimos creciendo. Además, se recuperaron los empleos que se habían perdido”, dijo Weiss en declaraciones a la prensa porteña.
Consideró además que los principales dinamizadores del sector durante este año serán la construcción privada y el lanzamiento de los contratos de PPP, que en febrero comenzarán con el primer llamado a licitación para seis corredores viales, por un total de 6.000 millones de dólares, si bien esas obras no empezarán hasta finales de 2018.