Diecinueve horas duró el operativo de trasplante que involucró a unas 50 personas entre médicos, enfermeros, anestesistas, fisioterapeutas, terapistas, residentes y auxiliares. La paciente, de 30 años, ya tuvo su primer control posquirúrgico, retomó su vida familiar y celebra esta oportunidad de vivir
Por Carolina Klepp – [email protected]
“Sé que un día entré al hospital, estuve internada una semana, me pasaron a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y después ya no me acuerdo más nada. Me desperté de la cirugía y me levanté con un trasplante. Dios me dio un regalo hermoso”. Los ojos de Erika Páez, que asoman sobre el barbijo, develan emoción. Aún no puede creer que está allí, caminando en el Hospital Córdoba, donde unos pocos días antes le hicieron el primer trasplante de hígado que se realiza en un hospital público en la provincia.
La joven, de 30 años, está en su primer control posquirúrgico y no para de reconocer la labor de todo el equipo de salud que, según confirmó el jefe de trasplante del nosocomio, Octavio Gil, involucró a unas 50 personas.
El optimismo tanto por el trasplante en sí como por la recuperación que viene manifestando la paciente no se esconde. ¿Qué significa haber concretado este hito?
“El trasplante significa otorgarle a un paciente la posibilidad de vida cuando tiene una enfermedad que lo ha condenado a muerte. Hacerlo en un hospital público es otorgarle una igualdad de oportunidades a aquellos enfermos que no tienen obra social de ningún tipo y que, de no existir esto en un hospital público, la cosa se complica lo suficiente como para correr muchos más riesgos. De manera tal que el hospital público le ofrece ahora la posibilidad igual que a los otros enfermos que tienen cobertura social, de poder recuperar su vida”, subraya Gil.
Asimismo, agrega que el objetivo del Programa de Trasplante es “devolver a la sociedad un enfermo que se puede integrar desde el punto de vista laboral, intelectual y socioafectivo. Si eso no se puede lograr, tenemos que revisar porque hay algo que no estamos haciendo bien”.
El operativo de ablación y trasplante, que comenzó el miércoles 27 de septiembre a las 19 y terminó el jueves 28 a las 14, fue realizado por un equipo médico multidisciplinario: cirujanos, hepatólogos, clínicos, terapistas intensivos, anestesistas, enfermeras, fisioterapeutas y residentes.
“De una u otra forma, el trasplante involucra todos los servicios del hospital, profesionales que actuaron con mucha dedicación y cariño”, destacó el médico.
El hecho marcó un antes y un después en la vida del hospital. Como cada cosa nueva, el estrés es inevitable, tanto como la alegría y la satisfacción por los resultados.
Rogelio Traverso, cirujano del equipo, lo confirmó. “Fue muy estresante, no por la falta de conocimiento sino por algo nuevo en una nueva institución donde tiene que salir perfecto, siempre tiene que ser así”.
Detalló que hubo un equipo del hospital que fue a ablacionar a Villa María, de donde surgió el donante. “Cuando el órgano llegó a Córdoba se lo preparó sobre un quirófano y en otro quirófano se fue sacando el hígado enfermo. Una vez que terminamos esa parte, se puso el nuevo, con un grupo enorme de gente entre anestesiólogos, hemoterapistas, hematólogos y toda la coordinación que realizó la doctora Alina Zerega”.
Como destacaría uno de los residentes que pudo participar de este primer operativo, “todo funcionó con la precisión de un reloj suizo”.
Zerega, hepatóloga y coordinadora del Equipo de Trasplante del nosocomio, destacó la gran predisposición de todo el grupo. “Cuando terminó todo me sentía superemocionada por la facilidad que fue coordinar, con la buena voluntad con la que trabajaron todos, cumpliendo perfectamente cada uno con su rol, con mucho entusiasmo y dedicación”.
Tanto Erika como los médicos expresaron ese vínculo especial que se genera en este tipo de “situaciones fuertes”, como describió la joven.
“Uno hace una empatía, es muy fuerte lo que pasa. Seguimos al trasplantado en el consultorio, incialmente lo vemos en controles cercanos uno al otro. A medida que va pasando el tiempo son más espaciados pero uno siempre trata de que desde el afecto y el cariño, además del conocimiento -por supuesto-, dar lo mejor”, señaló la coordinadora del equipo.
Pasito a pasito
Los trasplantes hepáticos tienen una particularidad: los pacientes se rehabilitan en terapia y de allí pasan directo a su casa, es decir, no van unos días a una habitación común previo al alta médica. “Los profesionales de la terapia intensiva tienen una función fundamental, allí la doctora Saieg la ha mimado, le ha puesto la música que le gusta y así la sacó a flote”, describió el jefe de trasplante, Octavio Gil.
Saieg, terapista y recuperadora, contó como fueron esos primeros momentos postrasplante de Erika. “Estuvo un día con ventilación mecánica, al día siguiente le sacamos el respirador y empezó a hablar a la noche, estaba todavía con su encefalopatía previa al trasplante y se empieza a recuperar, ahí le empezamos a poner música”, describió.
La taquillera canción Despacito, del puertorriqueño Luis Fonzi, fue una de las que más sonó en la terapia. Ya es conocido que la música es una herramienta clave para calmar el estrés, y la musicoterapia gana terreno en los ambientes hospitalarios.
“A todos los pacientes críticos considero que la música los conecta con la vida, les distrae el pensamiento y, por lo que se ve acá, fue muy positivo”, celebró.
Finalmente, el doctor Gil recalcó que para que haya transplante tiene que haber un órgano y para que haya un órgano juega un rol fundamental el Instituto Nacional Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) como ente rector derivado del Ministerio de Salud de la Nación. El ente regional que es el Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba (Ecodaic). “Ésa es la forma de hacer las cosas transparentes, quiero dejar en claro que la obtención del órgano es a través de un proceso absolutamente transparente y de un proceso que se guía por una ley que es muy buena, la 24193, que está orientada a proteger al donante. A partir de ese llamado, se pone en marcha todo el operativo”, concluyó.
Campaña #PorMasVida
En las elecciones del próximo domingo 22, en distintas ciudades del país -entre ellas Córdoba- los votantes podrán manifestar su voluntad de donación mediante el acta oficial del Incucai.
La experiencia ya se vivió en el marco de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), cuando se alcanzó un nuevo récord de potenciales donantes en un solo día: alrededor de 8.000 personas expresaron su voluntad de ser donantes de órganos en las mesas que el Incucai instaló en 15 distritos del país, así como a través de la vía teléfónica e Internet. “Durante la jornada de manifestación en las PASO se sumaron 1.733 (personas) que lo hicieron vía web y telefónica y 6.200 que lo realizaron en las mesas dispuestas en los establecimientos donde se llevaron a cabo las elecciones”, indicó el Incucai.
La campaña “PorMasVida” fue lanzada por el Instituto y los organismos provinciales de ablación e implante para promover la donación de órganos, con casi tres centenares de mesas en lugares de votación de Capital Federal y las provincias de Formosa, San Juan, Catamarca, Salta, La Rioja, Santiago del Estero, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Buenos Aires, Jujuy y Misiones.
En Córdoba, el Ecodaic, dependiente del Ministerio de Salud de la provincia; y como organismo jurisdiccional de Incucai, lanzó el llamado a inscripción de promotores voluntarios para las elecciones del 22.
“En el marco de las Elecciones Nacionales promocionamos la donación de órganos, tejidos y células en escuelas y colegios de Córdoba capital. La actividad consiste en informar sobre la temática, entregar folletería e inscribir a donantes”, detalla Ecodaic en su página de Facebook donde se encuentra la vía directa para que puedan inscribirse los interesados.
Cabe señalar que también han agregado la posibilidad de ser promotores voluntarios para las ciudades de Río Cuarto, Villa María, Oncativo y Jesús María.
La misión del Ecodaic es promover, regular y coordinar las actividades relacionadas con la procuración y el trasplante de órganos, tejidos y células en la provincia de Córdoba.
En el hogar
“Tengo a mi hijo que me ayuda a salir adelante y a mi papá que me cuida”“Tengo a mi hijo y es lo que me ayuda a salir adelante. En mi casa tengo muchos cuidados, tengo a mi papá que siempre me cuida. Ésta es la primera vez que me levanto para venir a mi primer control, es impresionante, estoy sorprendida, yo vine por una hepatitis, creía que me iban a dar una dieta y ya estaba, pero la verdad es que estuve entre la vida y la muerte y que hoy me encuentre común y corriente, porque no me duele nada, no me lo puedo creer”.
Así lo cuenta Erika Páez, quien con 30 años y con un hijo de 5, la vida la sorprendió.
“Yo trabajaba en una fábrica, iba a trabajar con el dolor de estómago. Un día fui al hospital, me hice una ecografía y mi papá me dijo que me iban a dejar internada. En ese momento pensaba que iba a perder el trabajo de nuevo. Ahora pienso que Dios me ha dado una oportunidad de vida”, celebra.
Cuenta que cuando abrió los ojos, lo primero que recuerda es que le preguntaron qué música le gustaba y así comenzó a escuchar las canciones Despacito y La loba.
Actualmente, Erika lleva su vida de recuperación en su casa, con un esquema de cuidados al que se le suma una alimentación especial por ser celíaca.
Lo primero que destacó al ser entrevistada fue la importancia de donar y agradeció el enorme trabajo que llevaron adelante los profesionales del Hospital Córdoba.
Cabe señalar que Erika padecía hepatitis autoinmune e ingresó en emergencia nacional en la lista del Incucai.La importancia de donar
El trasplante de órganos es un tratamiento médico indicado cuando no existe otra alternativa para recuperar la salud de una persona. Sólo es posible gracias a la voluntad de los ciudadanos que dan su consentimiento para la donación.
Argentina es un país pionero en ésta y en trasplante de órganos, tejidos y células. Tiene un marco legal de referencia junto a un sistema de políticas públicas destinadas a facilitar el acceso a la lista de espera, incrementar el número de órganos disponibles y fortalecer el conocimiento acerca de los trasplantes y de la donación de órganos en toda la población.