El titular de la autoridad monetaria ratificó la meta inflacionaria para el próximo año en 10%, con un margen de 2 puntos porcentuales en más o en menos. Aseguró que la estrategia permitió el crecimiento de la economía y la desaceleración del incremento de precios
El presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, advirtió ayer de que “no están dadas, para nada, las condiciones para un relajamiento de la política monetaria”, en relación con el objetivo fijado por la entidad para el año próximo de alcanzar una inflación de 10 por ciento, con un margen de 2 puntos porcentuales en más o en menos.
Al inaugurar las Jornadas Monetarias y Financieras, que realiza hasta hoy el BCRA, Sturzenegger reconoció que se produjo un relajamiento de la política contractiva de tasas luego de una rápida desinflación y que el resultado fue “un crecimiento de la inflación en febrero/marzo” de este año.
Explicó que en los tres primeros meses de mandato, hasta marzo de 2016, la autoridad monetaria “debió enfrentar los desequilibrios” que presentaba la economía, “lo que lo llevó a absorber 25 por ciento de la base monetaria”.
A partir de ese momento, “comenzamos a trabajar en reducir la inflación” con tasas de interés a 38 por ciento nominal anual, “lo que produjo una rápida desinflación”. “A medida de que el proceso de desinflación se hacía más efectivo, se fueron relajando las políticas” monetarias contractivas de tasas por sobre la inflación, “lo que generó un crecimiento de la inflación en febrero/marzo” de este año, agregó.
Por eso, “volvimos a ser más restrictivos y a partir de mayo las tasas de inflación fueron de 1,4 por ciento mensual”.
“Éste es el momento de mayor dureza de política monetaria, estamos intentando llegar a tasas de 1 por ciento mensual para llegar al año próximo con una tasa de inflación de 10 por ciento más o menos 2 puntos porcentuales”, dijo Sturzenegger.
En el contexto de estas declaraciones, el titular del BCRA destacó que a partir de la desaceleración de la inflación “la economía comenzó a transitar una etapa de crecimiento, más tranquila en un comienzo pero más vigorosa en los últimos dos trimestres”. De esta manera, se refirió al crecimiento del Producto Bruto Interno que, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), aumentó durante el segundo trimestre del año 2,7 por ciento respecto a igual período del año pasado, mientras que el primer trimestre había avanzado 0,4 por ciento interanual.
El titular del BCRA también explicó la relación entre la baja de la tasa de inflación y la reactivación de la economía, ya que un menor ritmo en el incremento de los precios “alienta un aumento en la confianza del consumidor, aumenta el poder adquisitivo, y el crédito” desde el lado del consumo.
Pero también “genera un shock de oferta porque baja el costo del capital, mejora el sistema de precios y reduce el ‘pase a precios’ de la inflación”, resaltó.