A última hora del domigo, el clima electoral cambió en la provincia de Buenos Aires a medida que Unión Ciudadana, el partido liderado por la ex presidenta Cristina Fernández, comenzó a achicar la diferencia en cantidad de votos con Cambiemos, con Esteban Bullrich como postulante a la banca de senador.
Durante la tarde de ayer, después del cierre de las mesas de votación, el candidato del oficialismo tenía una diferencia de 8 puntos porcentuales, pero con el correr de las horas la diferencia se redujo a sólo 0,07%.
Al cierre de esta edición y con casi 94% de las mesas escrutadas, Bullrich obtenía 34,18% de los votos y se imponía sobre Fernández, quien alcanzaba 34,11%; una diferencia de sólo 6 mil votos, aproximadamente.
Estos datos se enmarcaron en un disputado recuento, que incluyó críticas de Unidad Ciudadana al procesamiento de información de las mesas de los diferentes distritos. El partido, por medio de Leopoldo Moreau, afirmó que el Correo Argentino demoró la difusión de los datos. “Han dejado trabajando sólo a 20 por ciento del personal de Data enter”, denunció Moreau desde el búnker de Unidad Ciudadana y exhortó al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a “liberar los resultados”.
En tercer lugar quedó ubicado 1País, de Sergio Massa, con 15,56% por ciento; y Florencio Randazzo, del Frente Justicialista Cumplir, fue cuarto con 5,89 por ciento.
En cambio, en lo que respecta a las PASO bonaerenses para Diputados, la diferencia es poca, aunque clara: Graciela Ocaña (Cambiemos), obtenía 34,62 por ciento; mientras que Fernanda Vallejos (Unidad Ciudadana), concentraba 32,31 por ciento.
En tanto, Felipe Solá (1 País) acaparaba 14,83 por ciento; Eduardo Bucca (Frente Justicialista), 5,5 por ciento; y Nicolás del Caño (Frente de Izquierda), 3,6 por ciento.
Festejos en Cambiemos
Pasadas las 21 de ayer, en la sede de campaña del oficialismo, ubicada en Costa Salguero, la algarabía fue total cuando comenzaron a actualizarse las pantallas con los datos del escrutinio provisorio. Una hora y 10 minutos más tarde, a las 22.10, sus representates aparecieron en el escenario.
Graciela Ocaña, precandidata a diputada nacional en la provincia de Buenos Aires, fue la primera postulante del distrito en salir a escena. Agradeció a los votantes propios y a quienes eligieron otras fuerzas y, especialmente, a María Eugenia Vidal, quien “se cargó la campaña en la espalda” en las últimas semanas.
Bullrich fue el segundo en tomar el micrófono. “Gracias, gracias, quiero sumar dos agradecimientos personales: a Mauricio, a María Eugenia y a todo el equipo por la confianza que depositaron en mí”, introdujo. Y agregó: “Somos la generación del cambio, la generación que no se rinde, la generación que sabe que en octubre vamos a ser muchos más. Juntos es posible: muchísimas gracias”, lanzó, eufórico, antes de darle el paso a una emocionada Vidal.
“Gracias a todos los que dudaban y a último momento volvieron a acompañarnos. Y a los que no nos votaron, a los que hoy no nos eligieron, también quiero hablarles: hoy los escuchamos”, aseguró la gobernadora.”
“El cambio está vivo”
En otras diez provincias argentinas, los electores también demostraron un fuerte respaldo al Gobierno nacional en las elecciones primarias de ayer, apoyo que podría repetirse en las elecciones legislativas de octubre próximo.
Si esto sucediere, el oficialismo sumará legisladores a sus bloques en el Congreso nacional, lo que daría margen de acción al presidente Mauricio Macri para impulsar reformas, y además revelaría una avanzada de Cambiemos en el interior.
Emocionado, el presidente Macri apareció en escena a las 22.45 y agradeció a los argentinos que “a lo largo y a lo ancho del país fueron a votar para decir que el cambio está más vivo que nunca y que no es de ningún gobierno”. También les habló a quienes no lo votaron y apuntó con dureza contra la oposición, a la que le pidió “un poquito de amor por la Argentina”.
“Quiero empezar por agradecerle a todos los argentinos que desde temprano, a lo largo y a lo ancho de todo el país, fueron a votar para decir que el cambio está más vivo que nunca”, resaltó. Al hablar desde el búnker de Cambiemos, el mandatario agregó que “este cambio nuestro es de todos los argentinos, que creemos que tenemos derecho a vivir mejor”.
El Presidente, que elogió a María Eugenia Vidal, a Elisa Carrió y al resto de los candidatos, hizo un pormenorizado paso por todas y cada una de las provincias donde Cambiemos obtuvo una victoria: desde Córdoba, donde hubo un reconocimiento por haber sido “la que mayor fortaleza política le dio al proyecto de Cambiemos en 2015”, a San Luis y Santa Fe. También reconoció a Entre Ríos, Jujuy y Santa Cruz, entre otras.
Sin mencionar el kirchnerismo ni hacer distinción entre los distintos sectores políticos, el Presidente le habló a la oposición, que gobernó “durante los últimos 20 ó 25 años”. “Desde que asumimos nos pusieron palos en la rueda. No tienen un mínimo de amor por la Argentina para sumar coincidencias. Yo los sigo invitando a trabajar juntos”, afirmó.
Más adelante en su discurso, también se refirió al contrivertido aumento de tarifas: “Sé que el cambio a todos nos les llegó y sé que estos meses han sido difíciles, pero que todos sepan, los que nos votaron y los que no nos votaron, que en cada decisión siempre pensé en ustedes, incluyendo las tarifas, porque el riesgo era habernos quedado sin luz, sin gas y sin transporte y ahí sí que no íbamos a tener futuro”, resaltó.
Dujovne prometió una “semana tranquila”
El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, consideró que las PASO no van a incidir en el mercado y principalmente en el dólar. “Vamos a tener una semana tranquila, como las anteriores”, afirmó el funcionario al referirse a la política monetaria, e indicó que “hay que acostumbrarse al tipo de cambio flotante”.
Dujovne reconoció que en los últimos días “hubo incertidumbre”, no obstante consideró que “está dado el escenario para tener más tranquilidad”.
El viernes, el dólar minorista terminó en $17,52 para la compra y $17,99 para la venta en la cotización de la city porteña, cinco centavos por encima de los valores del viernes anterior, cuando cerró en 17,94 pesos, pero con una semana de fluctuaciones.
El Banco Central se vio obligado a vender más de 800 millones de dólares entre el miércoles y jueves pasado, a fin de mantener la divisa estadounidense por debajo de $18.
Desde el 28 de julio pasado, el Central ya se desprendió de más de 1.600 millones de dólares de reservas. Estos movimientos se encuadran en un endurecimiento de las condiciones monetarias orientado a desincentivar la demanda de divisas.