Consultadas por Comercio y Justicia, entidades cordobesas que agrupan a pequeñas y medianas empresas de diferentes sectores se manifestaron con diferencias respecto al segundo semestre: algunas consideran que habrá una importante reactivación y, en el otro extremo, otras proyectan que se acentuará el malestar. Sin embargo, todos coinciden en los principales temas que deben ser atendidos para que este sector mejore su competitividad
Por Natalia Riva – [email protected]
Con algunas diferencias respecto de la marcha de la economía en el segundo semestre, distintas asociaciones que nuclean a las pequeñas y medianas empresas de Córdoba coinciden, en su totalidad, en las problemáticas que las “asfixian” y que, en el peor de los casos, hacen que las empresas no tengan otra opción más que cerrar sus puertas.
Los reclamos de las pymes se dirigen, de igual manera, a los gobiernos municipal, provincial y nacional. “Pedimos que nos den la oportunidad a las pymes de seguir operando”, dice Humberto Spaccesi, titular de Apyme Córdoba y agrega: “Necesitamos mercado interno, necesitamos que los vecinos tengan dinero en en bolsillo para que puedan consumir nuestros productos. Nosotros no vivimos del mercado externo, no especulamos con el dólar, lo que producimos es para el mercado interno y, si los vecinos no tienen dinero, no les podemos vender”.
Al estancamiento del consumo le sigue el ingreso de importaciones como otra de las principales problemáticas a resolver. “Por una cuestión de escala, las pymes no pueden competir con los productos importados que vienen de Chile o de China -principalmente- y, por lo tanto, necesitamos que haya determinadas barreras para aquellos ítemes que no son imprescindibles para el desarrollo del país y que tengan un cierto arancel para competir en igualdad de condiciones. Lo que está pasando hoy es que las grande superficies, que antes les compraban a las pymes, dejan de hacerlo y traen productos directo de China. La consecuencia de esto es la desocupación y cierre de muchas de nuestras empresas”, remarco Spaccesi.
Sobre este tema, Antonio Colomé, director Ejecutivo de la Asociación de Empresarios de Córdoba, marca una diferencia entre las empresas industriales y las de servicios y considera que las primeras son las más afectadas. “La mayor parte de las industrias está muy enojada porque no pueden seguir produciendo a los precios que lo hacía. La inflación sigue creciendo y entran productos importados; entonces, como no pueden competir con ellos, a las pymes no les queda otra que resignar rentabilidad para ser competitiva. Por ejemplo, en el sector del calzado, son las marcas mundiales las que fijan los precios; entonces, el productor cordobés tiene que estar más o menos entre 20% y 30% por debajo de ese valor. No es rentable y muchas empresas están trabajando al costo, esperando que en algún momento se reactive el consumo”, remarca el directivo.
Cuestión de costos
Los “altos costos” impositivos, una demanda histórica, siguen estando presentes y con mucha fuerza ya que las pymes no han visto soluciones concretas. Roberto Barbieri, presidente del Foro Productivo Zona Norte (FPZN), asegura que “el impacto que tiene el costo impositivo y laboral sobre las pymes ha ido creciendo paulatinamente y hoy es insoportable”. “Es el famoso ‘costo Córdoba’, que también tiene componentes municipales y nacionales. Por este tema ya hemos hablado con la Provincia y con concejales de la Ciudad, sobre todo por el 10% que se aplica a los servicios de energía, agua y gas que es muchísimo. Y el precio de estos servicios se ha duplicado y hasta triplicado. Nos dicen, con razón, que depende de una reforma tributaria nacional, pero ya hace más de dos años que venimos pidiendo por este tema, al igual que por Ingresos Brutos de la Provincia, pero nada cambió”, remarca el presidente y agrega que es un tema que “agobia a las empresas, les genera mucha presión y a algunas las desestabiliza financiera y económicamente”.
El empresario también hace referencia al costo laboral y aclara que no se trata de lo que el empleado se lleva de bolsillo, sino del costo impositivo. “No es que queremos bajar los sueldos, sino que la carga impositiva que lleva consigo el sueldo hace que el costo laboral sea un ítem cada vez más insoportable para la empresa”, agrega.
En palabras de Spaccesi, sobre los costos impositivos, “se necesitarían subsidios para las pymes y tener tasas referenciales y diferenciales en cuanto al costo energético, eléctrico y de gas para poder ser más competitivos dentro de un mercado globalizado”. También coincidió Barbieri respecto de la dificultad de las pymes para generar empleo por el alto costo laboral. “Nosotros pedimos que, en vez de subsidiar a los desempleados, subsidien el empleo para que sea más fácil contratar mano de obra, que es la verdadera inclusión”, dijo.
A lo anterior, Barbieri agrega que “hay otro costo que se está empezando a sentir, sobre todo en las grandes superficies, que tiene que ver con la seguridad”. “Este costo antes no se tenía en cuenta, pero ahora hay que contratar policías, servicios de seguridad privado, cámaras y realmente pasa a ser un costo muy importante dentro de la estructura de una empresa”, añadió.
Inversión productiva
Financiarse por medio de los bancos para realizar inversiones productivas está “muy lejos” de ser actualmente un opción real para las pymes. Colomé, de la asociación cordobesa, destaca que “siempre los más afectados son los pequeños comerciantes y productores, que no tienen espalda, no tienen ahorros, no tienen buena calificación para acceder a financiamiento bancario, no pueden trabajar con Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) porque no tienen cómo garantizar operaciones, etcétera”.
Por su parte, Spaccesi advierte que “acceder al crédito es muy costoso, por lo que financiar la actividad es imposible”. Y agrega: “A alguien que tenga dinero hoy en el bolsillo le conviene mucho más especular con las Lebac, ponerse en ese circuito financiero, y no comprar una máquina y ponerse a producir porque la rentabilidad nunca la va a tener”.
Segundo semestre
Consultados sobre las proyecciones de las empresas pyme para el segundo semestre, los referentes de las distintas entidades se mostraron con pronósticos disímiles que van desde una “reactivación de la economía hasta una situación más complicada que la actual”.
Para Colomé, en la propia comisión directiva de la asociación hay posturas encontradas sobre lo que viene: “Quienes están más alineados con las políticas del gobierno actual consideran que la reactivación ya empezó a verse; hay otros más moderados que opinan que los próximos meses serán mejores; y están los que son pesimistas acerca del futuro próximo”.
Por el contrario, la perspectiva del titular local de Apyme es negativa: “No vemos ningún dato objetivo de que esto se vaya a revertir. No vemos ninguna luz, porque precisamente todas las políticas implementadas apuntan a que no podamos conseguir nuestros pedidos. Y, por otro lado, hay datos oficiales de que el ajuste va a continuar y que realmente tienen que acomodar los gastos macro porque no les cierran los números y, por lo tanto, seguirá el ajuste. Vislumbramos un segundo semestre más doloroso aún”.
Por último, las empresas que integran el Foro Productivo Zona Norte se encuentran en un ambiento de “cierto optimismo de cara al segundo semestre”, según su representante. “A veces las buenas proyecciones se cumplen y otras veces, no. Hay sectores que ya están creciendo notablemente, como la construcción y las autopartistas. Lo importante es que el consumo logre arrancar y podamos recuperar la actividad a los niveles de 2015”, finalizó Barbieri.
“Necesitamos mercado interno, necesitamos que los vecinos tengan dinero en bolsillo para que puedan consumir nuestros productos. Nosotros no vivimos del mercado externo, no especulamos con el dólar, lo que producimos es para el mercado interno y, si los vecinos no tienen dinero,no les podemos vender”.
Pedidos
Importaciones: las pymes no pueden competir con los productos importados y piden determinadas barreras para algunos ítemes.
Costos impositivos y laborales: los empresarios definen como “insoportable” y “asfixiante” la presión que generan en las empresas pyme.
Acceso a financiamiento bancario: según los empresarios, las altas tasas de los bancos siguen siendo prohibitivas para las pymes.
Incertidumbre
“Quienes están más alineados con las políticas del gobierno actual consideran que la reactivación ya empezó a verse; hay otros más moderados que opinan que los próximos meses serán mejores; y están los que son pesimistas acerca del futuro próximo”.
Importaciones
“La inflación sigue creciendo y entran productos importados; entonces, como no pueden competir con ellos, a las pymes no les queda otra que resignar rentabilidad para ser competitiva”