Un grupo conformado por “Empresas B” de esta provincia, los sectores público y adémico, líderes de opinión locales, inversores interesados en estas iniciativas y grandes actores del mercado firmarán en pocos días un convenio para que este movimiento tenga representación cordobesa. Tendrá como principal objetivo promover este tipo de emprendimientos
Por Natalia Riva – [email protected]
Una muestra concreta de que el movimiento de emprendedores sociales (o con propósito) tiene cada vez más peso en la provincia de Córdoba es que un grupo de personas está gestando la “pata” local de Sistema B, un movimiento global que tiene como misión “construir ecosistemas favorables para un mercado que resuelva problemas sociales y ambientales, fortaleciendo las Empresas B”.
Explica a Comercio y Justicia Víctor Mochkofsky, uno de los emprendedores detrás de la iniciativa: “La idea surge de la intención de Sistema B de expandir y profundizar a nivel local el trabajo hecho a nivel nacional, que se suma a la voluntad de referentes locales de promover estos valores y nuevos modelos en Córdoba. Siempre estuvimos en contacto desde acá con Sistema B Internacional y Sistema B Argentina, y ahora que hay masa crítica local nos estamos empezando a organizar para que esto crezca en Córdoba”.
La representación de Sistema B en Córdoba se realiza mediante lo que se conoce como “grupo promotor”, un equipo local que reúne a los seis actores que Sistema B considera claves para una economía más integrada: las empresas B, los sectores público y académico, líderes de opinión locales, inversores interesados en estos temas y grandes actores de mercado.
“Es importante que haya gente de cada una de estas comunidades locales para impulsar mejor el crecimiento de las Empresas B desde todos los ámbitos, así que invitamos a los interesados en esta redefinición del éxito en las empresas a que nos contacten y se sumen al movimiento”, propone el emprendedor y, explica que ya existen grupos promotores en Mendoza y Córdoba y se están armando en el Noroeste Argentino (NOA) y en la Patagonia. Estos grupos trabajan junto a Sistema B Argentina de forma interdependiente.
El convenio con éste ya está listo (con 18 firmantes locales), sólo falta el acto formal de la firma, que será en los próximos días cuando venga a Córdoba el director Ejecutivo de Sistema B Argentina, Francisco Murray, según cuenta Mochkofsky.
Una vez que Sistema B Córdoba esté en funcionamiento pleno, tendrá como principales objetivos promover el surgimiento de más Empresas B o emprendimientos con esta nueva forma de concebir los negocios; promocionar el desarrollo de fondos de inversión y de incubadoras de impacto; trabajar con políticas públicas que fomenten este movimiento (como puede ser la implementación local de la Ley BIC (Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo), si la norma se hace concreta); articular con el sector académica para promover esta nueva esa instancia; vincularse con grandes actores de mercado que tienen gran influencia en la economía para, por ejemplo, integrar en sus cadenas de valor a proveedores locales responsables;y difundir todos estos conceptos mediante líderes de opinión.
Empresas con propósito
Para el emprendedor, Córdoba se está transformando en un polo de empresas y emprendimientos con propósito. “En los últimos dos años es increíble la cantidad de nuevos emprendimientos con propósito que han surgido, y un gran indicador es que está creciendo la cantidad de organizaciones que les ofrecen apoyo y fortalecimiento, como por ejemplo la incubadora que funcionará en Espacio Abasto”, dice.
Cabe recordar que actualmente hay tres Empresas B certificadas en Córdoba: Ondulé, Aero Studio Design y Porta. Sin embargo, hay varias en proceso de certificación: por ejemplo una iniciativa muy interesante es que un grupo de 12 empresas se está reuniendo mensualmente para transitar conjuntamente el proceso, utilizando la metodología Vistage de apoyo entre pares.
Proyecto de ley: empresas BIC
Todo este crecimiento ocurre en un contexto en el cual en el Congreso de la Nación avanza un proyecto de ley que les daría identidad propia a las empresas que, más allá de su objetivo de una ganancia económica, tienen como propósito generar con su actividad impactos positivos sociales y medioambientales. A las empresas con estos compromisos se las identificaría con el nombre de “Sociedades de Beneficio de Interés Colectivo” (BIC).
Para el emprendedor social, el hecho de que se concrete la Ley BIC sería un gran paso. Y sobre este tema, asegura que hoy en día los emprendedores de triple impacto no tienen un reconocimiento legal que proteja las empresas y que permita al Estado potenciarlas. “En caso de aprobarse, por primera vez se podría identificar, reconocer y promover este tipo de empresas, algo que ya se ha logrado en otros países del mundo, como Estados Unidos e Italia. Argentina puede ser el primer país latinoamericano en dar ese paso”, finaliza.
Objetivos
Promover el surgimiento de más Empresas B, que son las que operan bajo altos estándares sociales, ambientales y de transparencia.
Articular con fondos de inversiones de impacto e incubadoras de impacto y trabajar con políticas públicas que fomenten este movimiento.
Vincular con grandes actores de mercado que tienen gran impacto en la economía para integrar en su cadena proveedores responsables.