domingo 24, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Mercados: el optimismo continúa traccionando

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  Por Agustín Arreguy*

Cuando un mercado se encuentra en modo Risk-On significa que los inversores tienen una percepción generalizada de riesgo bajo sobre el mismo, lo cual genera una tendencia alcista que normalmente se generaliza a todos sus activos financieros como su moneda, bonos, acciones y otros activos de riesgo. Esto es lo que viene sucediendo con Argentina ya desde hace tiempo.
La continuidad de esta tendencia va estar signada por varios temas durante lo que resta del año. Uno de ellos es la posible recalificación del país desde mercado frontera a mercado emergente el próximo 20 de junio. Esto nos pondría de nuevo en el radar de muchos fondos de inversión que sólo pueden invertir en países con ese grado de calificación, y traería muchos beneficios a nivel crediticio y financiero.
Pero lo más importante a nivel local es sin duda lo que suceda en las elecciones legislativas de agosto y octubre. Hasta ahora, el mercado se inclina por un triunfo del actual gobierno, y así lo refleja en su comportamiento. Principalmente los inversores extranjeros están más optimistas que los locales en general. Quizás este menor optimismo de algunos pasa por la lentitud de la recuperación económica. Ya que a pesar del reciente anuncio del EMAE creciendo +1,9% en marzo y +0,8% interanual, que indicaría la salida de la recesión comenzada en 2015; el ritmo de recuperación económica es demasiado lento y no colabora con el Gobierno a nivel electoral. El tipo de cambio se encuentra retrasado, pero el Gobierno está focalizado en su intento de controlar la inflación y reactivar a fuerza de gasto público. El campo y el sector energético fueron los primeros en reaccionar, mientras que recientemente parece unírseles la construcción, a partir de la obra pública.

La respuesta corta al porqué de la lenta recuperación económica, pasa a mi juicio por los siguientes factores; el BCRA en su intento por controlar la inflación, a pesar de aplicar las herramientas correctas, no termina de tener éxito porque una gran parte de la economía aún funciona en negro, lo cual nos lleva al problema de la gran presión impositiva y de costos laborales existentes. Esto juega a favor de la inflación y en contra de la inversión directa. Y sólo estamos enumerando algunos temas que, mientras no comiencen a solucionarse, volverán insostenible la recuperación.
Regresando a lo financiero, por el lado externo, uno de los principales riesgos se encuentra en la situación de Brasil. Ya tuvimos muestra de ello durante la semana pasada. Un Temer más débil quizá no pueda continuar con algunas de las grandes reformas que se esperaban, como la laboral o la del régimen de pensiones. Aunque muchos analistas ven esto a medio- largo plazo como una buena señal, ya que profundiza el nivel de limpieza de la corrupción y da lugar a una nueva generación política menos contaminada.
Si la situación política se resuelve sin afectar una reactivación económica que ya había comenzado antes de las acusaciones a Temer, puede que sólo traiga algo de volatilidad sobre el real y los mercados financieros del vecino país, derramándose algo hacia Argentina, pero sin llegar a convertirse en un problema mayor.

En otro aspecto, se encuentran los próximos pasos de la FED, que en su última reunión manifestó un amplio consenso en reducir gradualmente su cartera de activos y en comenzar a elevar pronto las tasas nuevamente. Aun cuando esto se conozca desde hace tiempo y esté más que estudiado por los analistas, no sabemos cuándo ni en qué momento los mercados puedan reaccionar mal ante un evento de suba de tasas en EEUU.
Resumiendo, a pesar de todos los riesgos enumerados, Argentina sigue teniendo un view positivo en los mercados, tanto desde el exterior como entre los inversores locales.
En términos de inversiones, en nuestra cartera modelo preferimos Lebac en 40/35%, mientras que 50/45% en bonos en dólares y Obligaciones Negociables que otorguen rendimientos superiores a 6%. El restante 10/20% en acciones de primera línea. Si bien no descartamos acciones energéticas que continúan siendo las de mejor comportamiento, quizás para un inversor que ingresa en este momento priorizaría sectores más rezagados, mientras que cualquier corrección que pueda venir en el mercado accionario, será muy difícil que no lo veamos como una oportunidad de entrada. En definitiva, debería cambiar drásticamente el contexto para que dejemos de ser optimistas sobre nuestro mercado.

*Jefe de Estrategia en Dracma S

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