Según los datos del Ministerio de Hacienda, pasó de representar 1,9% del PIB entre los años 1991 y 2000 a 2,5% en el período entre 2001 y 2010. En tanto, entre 2011 y 2016, las provincias recaudaron el equivalente a 3,8% del PIB
El impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), uno de los más regresivos del sistema tributario, se duplicó en los últimos 20 años, por lo que sumó presión sobre la producción y el trabajo.
Así lo observó un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), en el que se señaló que el impuesto a los IIBB es un factor de “decadencia”.
Según advirtió el trabajo, el tributo es “políticamente muy atractivo” porque “la ciudadanía casi no percibe su incidencia y es de muy fácil recaudación ya que la mayor parte ingresa por adelantado a través de un complejo sistema de retenciones y percepciones que azota administrativamente a los contribuyentes”.
Los expertos de Idesa consideraron entonces que los pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia contra el impuesto y el próximo vencimiento del gravamen al Cheque son una oportunidad para acordar una reforma al IVA en la que se absorba Ingresos Brutos.
Vale recordar que la Corte ha fallado varias veces en contra de la práctica muy extendida de aplicar alícuotas del impuesto a los IIBB más altas a las industrias que fabrican fuera del territorio provincial que a aquellas que lo hacen en su jurisdicción.
“Se trata de una decisión de alto impacto”, especialmente para las provincias más grandes en las que estas “aduanas interiores” son una importante fuente de recaudación.
Idesa remarcó que los fallos se dan en un contexto de un “intenso y generalizado crecimiento del gasto público”.
En ese sentido, remarcó que, en el caso de las provincias, según los datos del Ministerio de Hacienda de la Nación, las erogaciones aumentaron desde poco más de 10% del Producto Interno Bruto (PIB) a comienzo de la década de 90 a más de 17% del PIB en el año 2015.
La expansión fue particularmente intensa a partir del año 2003 y, según Idesa, el aumento del gasto público no sólo fue desordenado sino también con “poco sentido estratégico”.
“También estuvo asociado a un fuerte crecimiento de la presión tributaria basada en la aplicación de impuestos muy malos: y el caso del impuesto a los IIBB es ilustrativo”, indicó el instituto.
Según datos del Ministerio de Hacienda se observa que entre los años 1991 y 2000 las provincias recaudaron por medio de este impuesto el equivalente a 1,9% del PIB. Entre los años 2001 y 2010 recaudaron con este impuesto 2,5% del PIB y entre 2011 y 2016, el equivalente a 3,8% del PIB.
Estos datos muestran -indica Idesa- que el crecimiento de la recaudación del impuesto a los IIBB duplicó el crecimiento del PIB en las últimas dos décadas.
Así, se observó una aceleración a partir del 2011 ,cuando “la bonanza de los precios internacionales se debilitó y las provincias apelaron a aumentar sus ingresos propios como una forma de preservar la autonomía frente a la fuerte concentración de recursos fiscales en el Estado nacional”.