En los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976, Bruce Jenner (hoy Caitlyn Jenner) ganó la medalla de oro para Estados Unidos en la prueba de decatlón -en la cual se suman los puntos de diez disciplinas atléticas de velocidad, lanzamientos y saltos- y se convirtió en un héroe nacional. En plena Guerra Fría, su triunfo fue importantísimo para los norteamericanos.
En los juegos anteriores habían ganado los soviéticos, pero Jenner, “el atleta total”, les dio la revancha.
Se casó tres veces, tuvo seis hijos (dos con cada mujer) y se dedicó a dar charlas motivacionales.
Su aspecto típicamente “americano”, su gusto por los autos, las motos, los deportes extremos y sus simpatías políticas (es un orgullos republicano) consolidaron su imagen de “macho” a los largo de los años.
En 2014, ya separado de su última esposa, la prensa amarillista comenzó a asediarlo y a generar rumores sobre su transexualidad.
Varios medios lograron fotografiarlo en esa etapa y se veían sus uñas pintadas, su pelo largo y era evidente que su aspecto ya era andrógino.
En junio de 2015 terminaron las especualciones. Fue tapa de la revista Vanity Fair, retratado por la fotógrafa Anne Leibovitz, y dejó de ser Bruce Jenner para siempre: desde ese momento es Caitlyn, el nombre que siempre usó, en la intimidad, para referirse a si misma.
Declaró que se sintió mujer desde que nació. Su revelación sorprendió al mundo deportivo y sirvió para llevar a los medios masivos el tema de la transexualidad.
Tiempo después, aceptó el Premio Arthur Ashe a la valentía en los Premios ESPY, que se les otorgaba a los atletas cuyas contribuciones han trascendido el mundo del deporte.
Jenner aprovechó el impulso. Documentó sus primeros meses viviendo como mujer en público (siempre lo hizo, pero en privado) y se rodeó de un grupo de activistas que luchan por los derechos de la comunidad LGBT, de todos los orígenes, desde militantes de campo a intelectuales, para generar conciencia y aceptación.
En plena campaña electoral, sus compañeras no salían de su asombro por sus apoyo al candidato republicano Donald Trump, y protagonizaron encendidos debates que se pudieron ver en los capítulos del reality show I am Cait.
Además de sus posturas ideológicas, otro condimento de la historia de Jenner es su inclinación sexual, ya que no es homosexual y mantiene una relación sentimental con la actriz trasgénero Candis Cayne.
Antes de que Jenner blanqueara su identidad de género, hubo otro caso conocido en el mundo del deporte norteamericano, aunque menos mediático: el de Chris Mosier, quien empezó a competir en triatlones en 2009, como mujer, pero desde 2010 comenzó a identificarse como hombre, hizo la transición y logró los tiempos para participar en el equipo estadounidense masculino de duatlón.
Mosier declaró que cuando tenía cuatro años se dio cuenta de que su identidad de género (masculino) y su sexo biológico (femenino) no estaban alineados y que cuando competía con atletas femeninas no sentía estar compitiendo con su “yo” auténtico.
No sabía si iba a ser competitivo contra hombres, pero lo hizo, y con éxito.
En 2015, con un tiempo de duatlón sprint de una hora, dos minutos y 45 segundos en los campeonatos nacionales -que lo posicionó en el séptimo lugar en el grupo de hombres de 35 a 39 años-, Mosier se convirtió en el primer atleta transexual en obtener un lugar en el equipo nacional de Estados Unidos distinto a su género biológico.
Luego, su actuación en la carrera de 5K, 20K de ciclismo y 2,5K desafió la política de competencia internacional sobre transgénero, lo que resultó en la creación y adopción de pautas nuevas, más inclusivas.
“Ser el primer hombre transexual en el equipo de los EEUU fue un sueño hecho realidad. Siempre quise tener mi nombre en una camiseta. Representar a nuestro país en su máximo nivel, en mi deporte. Es una oportunidad para otras personas de poder verse reflejadas en alguien que triunfa en el deporte como transexual. Siento que la puerta ya se ha abierto, que otros atletas pueden enamorarse del deporte y que pueden ser ellos mismos”, dijo en un etrevista reciente el fundador del sitio TransAthlete.com.
Fuera de Estados Unidos, puede citarse el caso de quien fue Yvonne Buschbaum -hoy Balian Buschbaum-.
Sidney
Nacido en 1980 en la ciudad de Ulm, Alemania, representó a su país en los juegos de Sydney 2000, en salto con garrocha, y consiguió la sexta posición. Balian vive como hombre desde 2007, cuando anunció su retiro del deporte para comenzar el cambio de sexo.
El hombre, de 36 años, optó por someterse a una operación de reasignación de sexo y su caso se hizo aún más conocido.
Con un físico privilegiado, trabaja como entrenador de atletas en salto con garrocha y, también, como entrenador personal.
Su historia es muy conocida y es uno de los casos más emblemáticos del cambio de identidad sexual.
Siempre me he sentido orgullosa de aquella medalla , pero me complicó la vida a nivel personal, porque la percepción que la gente tenía de mí, el macho, el mejor atleta del mundo, era muy distinta a la que yo tenía de mí misma. Por suerte, se acabaron las mentiras, declaró Jenner.
Ver más en “El fallo que abrió el camino para que las atletas trans jueguen en ligas femeninas”