Actualmente alrededor de 35 de estos grandes camiones de elaboración y venta de comida circulan por eventos tanto públicos como privados. Para este año se calcula que se incorporarán al mercado alrededor de veinte emprendimientos más. Se destacan por brindar una propuesta gastronómica con valor diferencial y por trasladar su oferta a diferentes localidades, donde la gente no tiene acceso a este tipo de opciones. Para montar uno de estos espacios se requiere de una inversión de entre $250.000 y $500.000. Por Carolina Brenner – [email protected]
La presencia de food trucks en ferias y eventos tanto públicos como privados en el mercado local es un negocio que avanza sobre ruedas tanto en la ciudad de Córdoba como en el interior de la provincia.
El incremento de estos grandes camiones de elaboración y venta de comida al paso impulsó la creación hace más de un año de la Asociación Cordobesa de Food Trucks, que comenzó con siete socios fundadores y hoy supera veinte miembros.
“El crecimiento de esta tendencia es exponencial tanto en el mundo como en Córdoba”, reveló a Comercio y Justicia Emiliano Pérez, miembro de la Asociación y propietario del food truck “Abrebocas”, especializado en cocina mexicana.
“Hoy en la provincia existen aproximadamente 35 food trucks y tenemos consultas para la apertura de entre quince y veinte más para este año”, reveló Pérez.
Además de ser una propuesta muy bien recibida por el público local, la iniciativa tuvo su gran impulso en setiembre de 2016 cuando el Concejo Deliberante sancionó la norma que los autorizó a funcionar en la capital cordobesa.
“Nuestro objetivo es avanzar con dicha ordenanza y trabajar para ordenar y regular este negocio. Por ejemplo, asesoramos a nuestros socios para que exista una oferta variada en cuanto a propuestas gastronómicas , con el fin de que no se superpongan los rubros; también ofrecemos información sobre las característica técnicas y de seguridad que tienen que tener los vehículos, entre otros”, graficó Emiliano.
La comida elaborada con un valor diferencial es una de las principales características de esta oferta.
“La esencia de los también llamados carros de comida es que no cualquiera puede vender ya que es importante ofrecer una propuesta que no se pueda comer en otro lado. Es como una filosofía que hacemos con placer”, agregó Gimena Frega, propietaria y creadora del camión “Damecienpesetas”, especializada en tapas españolas.
El desarrollo de este negocio de comida al paso brinda la posibilidad de revalorizar zonas que no cuentan con propuestas similares. También permite generar movimiento turístico y cultural, así como también ampliar el campo laboral para los pequeños emprendedores .
“Nos gusta el formato porque es una manera de establecer un contacto directo con la gente ya que te brinda la posibilidad de viajar de pueblo en pueblo y proponerles algo a lo que de otra manera no tendrían acceso”, graficó Frega.
La inversión para montar un food truck según sus características, dimensiones y formatos, ocila entre $250.000 y $500.000. De acuerdo con los referentes del sector se recupera en aproximadamente un año y medio.
La mayoría de las ferias que núclean a los food trucks va de septiembre a principios de mayo y se calcula un evento como mínimo por fin de semana tanto en la ciudad como en diversas localidades de la provincia, donde se percibe un importante aumento de este tipo de propuestas.
Su comunicación se centra en las redes sociales, donde anuncian los sitios donde van a estar. El resto del año, una gran mayoría ofrece el servicio para eventos privados.
“Esta demanda también es creciente. Muchos lo piden incluso para cumpleaños de quince y/o de cuarenta. Generalmente se exige un monto mínimo de inversión para que justifique el traslado y el costo en nuestro caso parte de $200 por persona”, comentó Frega.
Tendencia diversificada
El boom de este formato impulsó a un grupo de emprendedores cordobeses a dedicarse exclusivamente a la fabricación de food trucks y desde hace un año y medio trabajan en ello.
“Hasta la fecha construimos treinta camiones de comida y la demanda se amplió hacia otros rubros como showrooms para locales, hospitales móviles, oficinas de venta, entre otros”, declaró Martín Etcheverry, propietario de la firma Bow (Business on wheels), quien destacó que la principal ventaja de esta apuesta es la movilidad.
En el caso de los food trucks, Etcheverry explicó que “en un comienzo se utilizaban camiones adaptados y ahora solicitan más trailers que son trasladados con una camioneta”.
“Hoy estamos vendiendo más en el interior que en la capital y tenemos mucha demanda de otras provincias como Catamarca que va a montar un predio de food trucks completo”, concluyo el empresario.
En cuanto a requisitos, los vehículos deben cumplir con diferentes normas en cuanto a materiales, equipamiento, almacenamiento de agua potable, higiene, medidas de seguridad, así como también con las obligaciones de AFIP y habilitaciones correspondientes como cualquier otro local.
Es una excelente propuesta para incentivar el turismo, la gastronomía y la cultura ya que ofrecen diversidad de comidas!