Las jugadoras que deben enfrentar a J. M., que nació varón, dicen que no se atreven a marcarla en los partidos. Alegan que se trata de “diferencias de fuerza” y que no es discriminación
Hace dos semanas, el juez Martín Alesi, a cargo del Juzgado de Familia Número 3 de Rawson, le ordenó al club Germinal de esa ciudad que “fiche” a una mujer trans en el equipo femenino, de acuerdo con su identidad de género.
El magistrado valoró que ninguna norma, decisión o práctica puede restringir los derechos de una persona a partir de su orientación sexual, pues ésta y la identidad de género son categorías protegidas por los tratados de derechos humanos incorporados en la Constitución Nacional.
Así, como “medida preventiva urgente”, dispuso que la entidad demandada incorpore a J. M. en su equipo femenino, en el entendimiento de que ese acto representa el acceso a las condiciones materiales adecuadas que le permitirán a la joven concretar “una parte importante de su plan de vida”.
Si embargo, la orden generó polémica dentro del ambiente del hockey, ya que las jugadoras de otros equipos se niegan a enfrentar a J. M. porque “le tienen miedo”. Las jóvenes aducen que su colega tiene más fuerza y que no se atreven a marcarla en los partidos. Las jugadoras aclararon que no se trata de un supuesto de discriminacion y que hay acuerdo entre las entidades que deben enfrentar el equipo que integra J. M. en cuanto a que su desempeño en la cancha las expone a riesgos de lesiones.
Nivel competitivo
En ese sentido, declararon ante varios medios periodísticos que no tienen objeciones si se trata de jugar un amistoso o de entrenar pero que en competencias no quieren ariesgarse. “Todos pensaron en ella pero nadie pensó en nosotras”, dijo Patricia Navarro, jugadora de la categoría intermedia del Trelew Rugby Club, quien recordó que en el último partido que su equipo disputó con Germinal perdieron 3 a 0 y que todos los goles los hizo J. M. porque “nadie se acercaba para marcarla”.