Las medidas que tomó el Gobierno nacional durante los primeros meses de su gestión influyeron “negativamente la actividad en general, afectando en mayor medida las pequeñas y medianas empresas (pymes)”, que están en una “situación crítica”, concluyó un informe elaborado por la consultora Ecolatina.
El análisis precisó que “a la devaluación y el aumento de los combustibles se sumó el tarifazo”, y destacó que “si bien la Corte Suprema de Justicia falló para revertir la suba del gas, esta medida no incluye las pymes, por lo que las alzas llegaron hasta 500% impactando negativamente en el margen de rentabilidad”.
De acuerdo con el informe, “también impactó en sus costos el fuerte incremento de los alquileres”.
Ecolatina subrayó que “el impacto de estas medidas se potenció en un contexto de fuerte caída de la demanda interna”, y destacó que “la aceleración de la inflación generó un efecto negativo sobre los ingresos reales de las familias, mientras que la fragilidad laboral potenció la retracción del consumo, reduciendo las ventas de bienes y servicios”.
E indicó la consultora: “Si bien esto también afecta las grandes empresas, la contracción de las ventas de las pymes ha sido más aguda y su capacidad para hacer frente a contextos recesivos y de deterioro de la rentabilidad es menor”.
En su análisis, señaló que “a estas cuestiones se suma el encarecimiento del crédito” y el “estiramiento de la cadena de pagos que generó problemas de liquidez”, y concluyó que “por último, la elevada presión fiscal (nacional, provincial y municipal) heredada del gobierno anterior resulta asfixiante para muchas de estas empresas”.