La crisis de la fruticultura del Alto Valle parece no tener fin. Es que a los graves problemas que venía acarreando de años anteriores, en esta temporada se sumó la amenaza de las importaciones.
En los primeros siete meses del año ya se importaron alrededor de 700.000 kilos de manzanas destinadas al mercado nacional, principalmente oriundas de Chile.
Otro de los países que se asoman amenazantes para copar el mercado de la fruta es la superpotencia asiática China, algo que preocupa en demasía a los chacareros de la región.
Lo de Chile es algo más concreto porque el ingreso está certificado y el crecimiento de los envíos es notorio. Lo de China, en tanto, es una realidad que por el momento genera preocupación pero puede subsanarse, según opinaron algunos referentes locales del sector frutícola.
De todas maneras, la preocupación embarga a toda la cadena.
Las propias autoridades gubernamentales de la Provincia de Río Negro se han referido al tema y han admitido, en más de una oportunidad, que el ingreso de fruta del exterior puede llegar a determinar el fin de las chacras del Alto Valle, que hicieron pujante la región en otra etapa de la historia.
Luego de laprotesta de los productores esta semana en la plaza de Mayo, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, afirmó que le transmitió a la federación de productores que “este año, más allá de los 60 millones de pesos destinados al ente del granizo, más los aportes para la sanidad, la Provincia no va a poder aportar más dinero”.
Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de Productores de General Roca, Daniel Pérez, precisó que los puntos centrales de las demandas incluyen “una mejora en el valor para la fruta pasada, que ha tenido una pérdida del costo del productor de entre 30 y 40%”, además de solicitar gasoil y un plan sanitario.