El dispositivo asegura control y protección permanente en el interior de viviendas precarias, corrales y gallineros. En Argentina la enfermedad afecta a 1,6 millón de personas
Elisa Barbero y Emma Bosco son egresadas de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Córdoba y autoras de un sistema de detección y captura del vector que podría ayudar a prevenir y controlar el contagio del chagas. Se trata de una sencilla trampa que se coloca en el interior de la vivienda y en el peridomicilio, que fija y atrapa a la vinchuca cuando ésta se desliza por una superficie adhesiva.
“Pensamos en generar un desarrollo que pudiera dar respuesta a las poblaciones de riesgo, atendiendo a las características de su hábitat y entorno”, señalan las diseñadoras, y aclaran que, en su mayoría, son viviendas construidas de adobe o ladrillo sin revocar, de uno o dos ambientes, carentes de servicios básicos como agua potable, gas y electricidad. Así lo dio a conocer ayer este invento la agencia de noticias científicas UNCiencia.
El dispositivo consta de una trampa de plástico resistente de forma alargada, que va montada sobre un riel o soporte fijado a la pared, próximo a la cabecera de la cama, aproximadamente a 1,20 metros del suelo. La ubicación y altura a la cual debe colocarse el aparato es clave, ya que debe “interrumpir” el recorrido habitual del insecto: éste trepa por la pared hasta superar la altura a la que se encuentra la persona recostada, para luego “dejarse caer” sobre su víctima y atacarla: pica a humanos y animales, de cuya sangre se alimenta, transmitiendo por esta vía el parásito Trypanosoma cruzi.
“Son insectos que se esconden y buscan refugio en lugares oscuros durante el día, mientras que por la noche salen a buscar alimento”, comenta Bosco sobre los hábitos del vector.
Cómo se usa
El aparato se coloca en ángulo, es decir, la parte inferior de la trampa debe estar levemente alejada de la pared para permitir el ingreso del insecto, que queda inmovilizado al entrar en contacto con una placa de fuerte poder adhesivo. El desarrollo prevé además un espacio de almacenamiento de placas adhesivas de repuesto, para un funcionamiento continuo durante un año. Cada placa tiene un tiempo de utilidad aproximada de dos meses, tras lo cual deben ser recambiadas.
El diseño también incluye una versión para ser utilizada en el exterior de la vivienda, en lugares tales como corrales, gallineros o depósitos, que deben ser vigilados constantemente ya que constituyen posibles focos de infección. En efecto, en estos espacios es frecuente encontrar vinchucas debido a que son atraídas por los animales.
La trampa externa es similar a la que se usa dentro de la casa, pero en este caso se encastra a una base que debe sujetarse al ras del suelo. Dicha base está especialmente diseñada para que el insecto ingrese en busca de refugio: posee orificios que permiten el paso del vector, el cual es atraído por la oscuridad hacia el interior de la trampa, donde queda retenido al entrar en contacto con el adhesivo.
SALUD
impacto de la enfermedad en argentinaLa de Chagas es una de las enfermedades endémicas más expandidas en el mundo, pero afecta principalmente a América Latina, con unos 10 millones de personas infectadas, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
En Argentina, existen 7,3 millones de personas expuestas y 1,6 millón tienen la enfermedad, por lo cual constituye uno de los principales problemas de salud pública en el orden nacional. El vector transmisor es la vinchuca, un insecto que habita en ranchos y construcciones precarias, situadas generalmente en ámbitos rurales y aislados.