El Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento, con el que el Gobierno busca dar una señal de compromiso de pago a los mercados mediante la utilización de reservas del Banco Central, abrió el debate sobre la deuda externa y el modelo de desendeudamiento del país. A la mirada de los economistas, se le suma también la de los abogados. La Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA) expresó la necesidad de “discutir” la ilegitimidad de la deuda externa y en tal sentido recomendó iniciar una acción declarativa ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con valor para todos los países deudores.
En cuanto a las acciones internacionales, desde la entidad federada explican que, como Estado miembro de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el país puede solicitar que se requiera una “opinión consultiva” a la CIJ para fijar el perfil jurídico de la deuda internacional.
Con ello, el Tribunal Mundial debería efectuar el encuadramiento jurídico de la deuda y de sus consecuencias, lo cual, de lograrse, “generaría una gran repercusión política por el prestigio moral y científico del Tribunal, además de ser vinculante conforme la Carta de la ONU”, plantearon los letrados.
Carácter usurario
“Al definir el encuadre de la deuda, importará la descalificación de la que genéricamente denominamos ‘deuda ilegítima’ principalmente por el carácter usurario del aumento de las tasas de interés que la generó”, advierten.
La importancia radica en el “carácter usurario del alza unilateral e ilimitada de las tasas de interés decidido por la Reserva Federal de los EEUU en 1980”, situación que determinó que “desde entonces, los países deudores hayan pagado en concepto de intereses, sumas que superan varias veces las de las deudas originales”.
Otro punto que se resalta en el comunicado de los abogados es el incremento de la deuda argentina. Señalan que al comienzo de la última dictadura militar la deuda externa ascendía a 7.500 millones de dólares (en 1975 la mitad de la deuda era pública y la otra mitad, privada). Ya en 1983, al caer la dictadura militar, la deuda había ascendido a 43.000 millones (mientras se habían remesado al exterior 21.500 millones). Luego, en la década menemista, “la deuda se incrementó de 63.000 a 147.000 millones, pese al pago de 117.000 millones de dólares”.
En julio de 2003 -consignan-, los montos eran de 76.700 millones de dólares, lo que representaba 44% en “default” y 95.483 millones de dólares que se están pagando, en total, 172.183 millones de dólares.
Con estos datos, la FACA pregunta: ¿Es verdad que los argentinos debemos 180.000 millones de dólares? “La realidad es que no se debe el 100% si se separa la deuda legítima de la ilegítima; si se separa lo que es responsabilidad de la República Argentina, del porcentaje que corresponde atribuir a los organismos internacionales de crédito, a los agentes financieros, a la banca internacional y a la participación que en las negociaciones cupo a los responsables argentinos por abuso de atribuciones o, lo que es peor, lisa y llanamente, por corrupción”, expresaron.